Dulces XVI

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—¡Yuriiii, feliz cumpleaños idiota!— Mila se abalanzaba contra mi, enredando sus brazos en mi cuello.

—Basta maldita bruja, arruinas mi ropa— dije de manera seca mientras intentaba despegar a esa estúpida pelirroja de mi.

—Yuri Plisetsky ni en tu cumpleaños puedes estar de buen humor, pobre de la mujer que se case contigo— me soltó al fin, voltee a otro lado para no ver su irritante cara, pero algo me hizo voltear a verla.

En sus manos traía una caja de regalo.

—¿Y esto...?— dije señalando la caja.

—¿Eres idiota o te haces? Es tu regalo, aunque no lo creas yo te quiero a pesar de que seas un enano gruñón—.

—Ajá, ¿quienes vendrán?— pregunté. Mila siempre me organizaba fiestas de cumpleaños a las que nunca asistía, pero está vez me trajo a la fuerza.

—Todo el equipo, ya sabes... Creo que no es necesario darte explicaciones— contestó.

—¿Sabes si vendrá Victor?— pregunté sin pensar, ella volteo a verme algo confusa.

—Victor es un tipo raro como tú, nunca ha venido a ninguna de las fiestas que te organizo y no sé cuál sea la razón... Supongo que esta vez no será diferente, Nikiforov tiene cosas más importantes que hacer en vez de asistir a la fiesta de un niñito ¿no lo crees?— rió por su comentario, pero a mi no me causo ninguna gracia. Solo asentí y le di la espalda.— Oye, ¿qué pasa, a dónde vas?—.

—Iré afuera...— me limite a contestar.

—Los invitados están a punto de llegar Yuri, tienes que recibirlos...

—¡No me interesa Mila! Tú organizaste esta estúpida fiesta, yo jamás te pedí que me hicieras algo así y encima me traes a la fuerza. Ya dije que iré afuera, tú recibe a esos idiotas— era normal que siempre le gritara a esa tonta pelirroja, pero esta vez había exagerado.

Algo dentro de mi se descontrola cuando él es mencionado, realmente me molesta su tonta actitud... Es un maldito idiota, todo eso lo hice por él para que se fijara en mi ¿y qué había conseguido? ¡Nada! He estado perdiendo mi tiempo en un maldito viejo que ni siquiera se fija en mi.

¡Soy Yuri Plisetsky! Es él quién debería estar rogándome, es él quien debería estar de rodillas ante mi.

—Te odio— mis ojos comenzaban a humedecerse, en mi corta vida jamás había llorado y ahora lo que más me molestaba es que la razón fuera él.

Estaba completamente desorientado, no sabía cuanto tiempo llevaba ahí... Debo regresar con Mila y no porque me haya sentido mal por gritarle sino porque la conozco y sé que es tan estúpida que se emborrachara y comenzara a besarse con cualquiera.

—Estúpida Mila...— susurraba.

Abrí la puerta fuertemente causando que todos voltearan a verme.

—¡Feliz cumpleaños Yuri!— dijeron todos al mismo tiempo. Todos comenzaron a acercarse a mi y llenarme de besos y abrazos, no me gustaba... Les devolvía una sonrisa y a unos cuantos el abrazo.

—Yakov, ¿has visto a Mila?— le pregunté al viejo que estaba sentado como todo un amargado.

—La vi por allá tomando con un chico— asentí y fui directo al lugar donde señaló.

La cabellera pelirroja de esa tonta era muy notoria, así que me acerqué.— Mila...— dije, pero no me hacía caso por el tipo que tenia enfrente. No entiendo como esta mujer tan horrible tiene hombres tan guapos, el tipo con el que estaba era bastante atractivo... Vestía no tan elegante con una chaqueta negra y pantalón del mismo color aunque estos estaban rasgados en la parte de las rodillas, su pelo era completamente negro, debo admitir que se veía bien...

—¡Yuri, volviste!— sentí sus brazos rodearme, no reaccioné pues aún seguía observando al chico de negro y al parecer Mila se dio cuenta.— ¡Oh no Plisetsky! Este hermoso hombre es mio, ve a conseguir el tuyo a otro lado.

—¡Ca-cállate! Todavía de que vengo a cuidarte tonta, pero bueno espero que este no termine huyendo como el que conociste el fin de semana.

—¿Fin de semana?— su voz era gruesa, era bastante atractivo.

¡No Yuri! No, no, no hay alguien que iguale a Victor.

—¡Vete de aquí mocoso!— me gritó y yo solo reí bastante satisfecho.

Me aparté de ellos rápidamente y fui a un lugar bastante vacío donde se contemplaba como los demás se divertían. Conocía  a varios, pero simplemente no me agradaba estar con ellos, no me sentía muy cómodos con su presencia.

Y de nuevo él aparecía en mi mente... Todo hubiera sido diferente si estuvieras aquí Victor Nikiforov.

—Supongo que no tiene caso estar aquí— dije para mi mismo mientras me alzaba de la silla dispuesto a largarme de ahí. No me iba a despedir de Mila, se veía bastante ocupada con ese chico.

Comencé a caminar entre la gente que se encontraba bailando y riendo, ellos en verdad disfrutaban. Al abrir la puerta la brisa golpeó mi rostro levemente, cerré los ojos por un momento.

¿Cuándo fue que empecé a depender emocionalmente de Victor...?

—¿Se podría saber qué hace el festejado afuera?— abrí los ojos rápidamente y lo primero que vi fue esa mirada azul que brillaba con intensidad y ese sonrisa que poco a poco se iba formando en su rostro...— ¿Llego tarde, Yuri?

Maldita sea...

OoO

Antes que nada voy a aclarar ciertas cosas... La historia no se basará tanto como en Yuri On Ice!!!. Yuri Plisetsky tiene 16 años, Victor tendrá 27 y Yuuri 24 años, para que no piensen que me confundí o algo así que realmente si lo estaba xd.

Eso es todo y regresaré muy pronto con un capítulo nuevo, adiós. 

-LP

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