Hay ocasiones dónde amamos tanto a una persona que no distinguimos cuando nos lastiman, creemos que todos viven eso alguna vez, que será la última vez que pasará.... Pero no, ellos te siguen lastimando sin importarles tu dolor, saben que te tienen y que no te vas a ir, porque aunque no te amen les gusta tener el control sobre ti.
—Pero hoy tenía que ir a otro lado, ¿No puede ser después, Víctor?
— Bien, si no quieres está bien. Solo te aviso que no sé si voy a estar de humor cuando tú quieras— las conversaciones con Víctor siempre eran así... ¿Desde hace cuánto? Pues no lo sé exactamente, pero ya llevaba varios meses comportándose de esa manera.
—No te enojes, por favor— tomé la chaqueta que estaba en el sofá.— Voy para allá.
—Te espero— colgó. Guardé el celular en mi bolsillo para poder irme.
Siendo sincero no tenía ganas de ir, pero sabía que si no iba él se enojaría y la última vez que no fui cuando él quería me dijo que me dejaría y no estoy listo para perderlo, lo amo y haré cualquier cosa porque permanezca a mi lado.
Caminé hasta su casa, cuando llegué toque la puerta y él me abrió rápidamente. Me observó y me dijo que pasara, ni siquiera hubo una sonrisa, no expresaba nada, ni una pizca de felicidad había en su rostro.
Tan pronto como la puerta se cerró me tomó con gran fuerza y me besó, ya no había delicadeza en sus besos, no sé desde cuándo sus besos se volvieron rudos y sin muestras de amor.
—Víctor, espera...— me aparté de él, pero fue imposible porque no me soltaba y volvía a besarme sin que yo quisiera. Solo cerré los ojos esperando a que acabara, sentía su lengua dentro de mi, sus mordidas eran demasiado fuertes. Su agarre comenzaba a lastimarme, no podía hacer nada o él estaría furioso conmigo.
Cuando se detuvo abrí los ojos y ví esa sonrisa, la intensidad de sus ojos y luego esas palabras:
—Te amo...
Víctor podía hacerme mierda las veces que fueran, podía pisotearme, hacerme sentir la peor escoria del mundo; pero en el momento que mencionaba esas palabras aquellas acciones se quedaban en el olvido y él sabía que podía hacer conmigo lo que quisiera porque al final yo le perdonaría hasta lo imperdonable.
—Yo también te amo— esta vez fui yo quien lo besó, Víctor comenzó a guiarme a su habitación.
Una vez ahí se apartó de mí y acarició mi rostro, me dió algunos besos y después me abrazó.
—Yuri... Necesito que hagas algo por mí.
—¿Qué cosa?— pregunté. Él me quitó la chaqueta y me dió un fugaz beso.
—Sabes que te amo y para demostrarte mi amor quisiera probar algo nuevo contigo. ¿Crees que puedas hacerlo?— ni siquiera sabía a lo que se refería, pero yo jamás le diría que no a Víctor. Asentí y su sonrisa iluminó su rostro.
Me ordenó que me quedara en la cama esperando hasta que regresara y así lo hice, no tardó mucho tiempo. Cuando volvió a la habitación traía algo en sus manos, aunque no podía ver que era pues lo ocultaba detrás de su espalda.
—Desnúdate— dijo con frialdad.
Lo hice, debía admitir que se sentía incómodo puesto que Víctor observaba cada movimiento. Cuando al fin estuve listo el me dió otra orden.
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True Liars
Fiksi PenggemarYuuri... ¿Qué se siente tener a tu lado a un hombre como Victor...? ¿Eres feliz con él? ¿Disfrutas tener sexo con él? ¿Te derrites con sólo una caricia? ¿Él disfruta estar contigo? Ven y conoce a tu futuro esposo, ven a ver como me hace suyo así co...