Un nuevo Victor

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La noche transcurría normal, todos allá se divertían, excepto yo. Siempre era aquel chico aburrido que se alejaba de las personas y eso nunca me importó, pero esta vez era algo diferente... No sé, me sentía perdido.

Justo cuando las cosas no podían ir peor, el japonés idiota apareció. Me empujó por detrás como si no me hubiera visto y como lo iba a hacer si estaba borracho.

—¡Oye imbécil!— dije, pero ni siquiera volteó a verme el muy descarado.

¿Cómo podía existir alguien que con tan solo verlo me hiciera enojar?

—Maldito idiota...— susurré.

Observé a dónde se dirigía, o a dónde intentaba llegar porque se tropezaba a cada rato. Llegó al centro donde se concentraba la mayoría, incluyendo Victor.

Y empezó el espectáculo de la noche, ese idiota comenzó a quitarse los pantalones como si nada y todos a su alrededor lo veían con diversión, claro que era inevitable reír por el ridículo que estaba haciendo. Pero eso no fue lo peor, él empezó a bailar y sin darme cuenta al instante ya había un tubo en el que no dudó en subirse, a todo este espectáculo se le unió el amigo de Victor, ese tipo era igual o más ridículo que el tonto japonés.

Yo solo me quedé atrás observando cada escena, estaba muerto de la risa. Por primera vez en la noche disfrutaba de algo.

Pedí un poco de alcohol para disfrutar mejor este icónico momento, obviamente no quería perderme el final de esto y estaba tan emocionado por saber cuál sería el siguiente paso de ese japonés.

Y cuando ví a dónde iba con esos pasos torpes me congelé...

—No...— dejé el vaso en la barra y me intenté levantar, pero me era imposible. Antes de que yo pudiera hacer algo él cayó en sus brazos.

Con la corbata en el cabeza y sin pantalones rodeó el cuello de Víctor con sus brazos, ambos se estaban mirando de manera extraña.

—Be my coach, Victor!

¿Qué era este sentimiento que recorría cada parte de mi piel como si me quemara?

No soportaba ver cómo lo miraba, ese brillo que había en sus ojos al ver a Victor era tan detestable. Su enorme sonrisa como si su mayor sueño se le acabara de cumplir, era la misma mirada con la que yo veía a Victor cuando era un niño.

—¡Yuri!— Mila me llegó por detrás abrazándome como siempre lo hacía.

—¡Suéltame maldita sea!— grité llamando la atención de todos, incluyendo ellos dos. Ahora era yo quien hacía el ridículo, todos murmuraban y Victor seguía sin soltarlo.

—¿Estás bien Yuri? Pareciera que quieres llorar...—.

—¡Déjame en paz!— fue lo último que dije antes de salir de ese lugar, jamás había estado tan furioso en toda mi vida, quería gritar, quería romper todo lo que estuviera a mi alrededor.

La noche era más fría de lo normal, pero no me iba a detener. Así que caminé para irme a mi casa.

—¡Yuri!— su voz me detuvo.— Yuri espérame, por favor— corrió para alcanzarme y cuando lo logró intentó detenerme.

—¡No me toques!— me voltee para enfrentarlo.— ¡No quiero estar cerca de ti!

—No te puedes ir solo, déjame llevarte a casa.

—¡No, Victor! No te necesito, yo puedo irme solo.

—No dejaré que te vayas solo— me abrazó.

—¡Suéltame idiota!— traté de separarme, lo empujaba e incluso lo golpeaba pero él me sostenía cada vez más fuerte.

—Yuri por favor, cálmate. Solo fue un accidente, tú mismo viste que estaba borracho y si no lo hubiera atrapado se hubiera dado un gran golpe contra el suelo.

—Se lo merecía— dije un poco más calmado.

—¿Te parece si vamos a mi casa y no sé, te demuestro que eres el único chico que me importa...?— con sus manos acarició mi rostro y poco a poco se fue acercando a mi para besarme.

Subí al auto con él y nos dirigimos a su casa, estaba un poco más tranquilo y feliz ya que ese japonés no tenía ninguna oportunidad.

Cuando llegamos a su casa, él me abrió la puerta del auto y me ayudó a bajar. Me sentí un poco extraño porque nunca me había tratado así, pero debo admitir que me gustaba que fuera tan detallista.

Subimos a su habitación y él me recostó en la cama y comenzó a besarme de manera dulce, mientras desabrochaba mi camisa.

Sus besos eran tan distintos a los anteriores, sus caricias se sentían diferentes. Parecía que era otro Victor quien estaba conmigo esta noche.

—Vi-victor...— colocó su dedo en mis labios.

—Shh... Esta noche Yuri es especial para nosotros dos— besó mi cuello.— Hoy no te quedará ninguna duda de que tú eres el único dueño de mi corazón.

Un mentiroso de la categoría de Victor sabía fingir que todo estaba bien, debí sospecharlo desde el principio... Él jamás se portó tan cariñoso como el día que conoció a Yuuri Katsuki, debo aplaudirle que hizo bastante bien su trabajo, me creí cada mentira esa noche... Como que yo era el único o que eso había sido un accidente.

Disculpen por desaparecer tanto tiempo, quise actualizar lo antes posible pero simplemente se me hizo muy difícil

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Disculpen por desaparecer tanto tiempo, quise actualizar lo antes posible pero simplemente se me hizo muy difícil. La situación que estamos viviendo ahorita es algo complicada ¿No lo creen? Acabo de perder a alguien muy importante para mí y por eso decidí descansar un poco, para recuperarme y traerles nuevo cap.

Espero ya no desaparecer tanto, gracias por leerme. ♥️

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