True Liars

Celos

Creía que mi relación con Víctor era la mejor, pensaba que todas las relaciones eran así. Pensé que era normal que él me tratara así, porque Victor no solo me mentía...

—¡Yuri!— Mila se abalanzó hacia mi como una completa loca.— ¿Qué harás en la noche?

—¡Suéltame! Estaré solo en mi casa

—¡Genial! Otabek y yo saldremos a divertirnos hoy, ¿quieres venir conmigo?

—¿Y ver cómo se devoran toda la noche? No gracias— me aparté de ella, pero como es demasiado molesta se volvió a pegar.

—No seas tan amargado, sal a divertirte un rato... Conoce a una chica, besala o yo que sé— Victor iba pasando por atrás de nosotros.— Victoooor, dile a Plisetsky que acepte.

—¿Aceptar qué?— preguntó.

—No quiere ir con nosotros a divertirse— no dejaba de mirar a Víctor, pensaba que solo la iba a ignorar pero no lo hizo. Me miró y sonrió.

—Siempre trabajas muy duro Yuri, no te cuesta nada divertirte. Nos vemos después— Mila asintió emocionada.

—¿Lo ves? Por favor ven, nos vamos a divertir mucho.

—¿Recuerdas que aún tengo 16?

—Ay, eso no es problema. Otabek nos ayudará a pasarte— guiñó.

—Bien, nos vemos en la noche entonces— caminamos hasta la puerta pero antes de salir Yakov salió para decirle algo a la tonta pelirroja.

—Mila no quiero que tomes nada, mañana tienes entrenamiento y es importante porque...

—No prometo nadaaaaa— y salió de ahí.

Mila se despidió de mi diciéndome que nos veíamos al rato. A decir verdad si estaba algo emocionado por salir con ella y Otabek, jamás iba de fiesta y cuando lo hacía me iba demasiado temprano, así que esta sería mi primera vez divirtiéndome.

Llegaría a casa y me daría un buen baño para la noche, también comería algo y hablaría con Víctor antes de irme para que no se preocupara tanto por mi.

Cuando llegue a casa hice lo que había planeado, me vestí con un pantalón negro que estaba algo roto de las rodillas, una playera negra con un estampado en medio y obviamente con mi chaqueta de animal print.

Espere en mi sofá mientras veía mi celular, las horas pasaban demasiado rápidas. No había notado que ya estaba a punto de dar las 9, Mila pasaría por mi dentro de poco.

Decidí marcarle a Víctor de una vez, para avisarle que en poco tiempo me iba.

No me contestó, volví a insistir y cuando estaba a punto de rendirme escuché su voz.

—Hola Victor, perdón si te interrumpí en algo... Solo quería decirte que ya casi me voy, te estaré mensajeando para que...

—Espera, ¿A dónde vas?— reí, pensé que estaba bromeando.

—Con Mila— no me contestó.— ¿Sucede algo?

—No quiero que vayas...

—Pero... ¿Por qué?