C u a t r o

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Estaba roto, totalmente roto. Estaba en silencio, mirando la nota roja, analizando las consecuencias del todo.

No lo pudo evitar, se maldijo internamente; miró a su lado, miró el papel del extra, con una perfecta calificación.

Se levantó irrumpiendo la clase, salió ante la mirada de todos y caminó hasta el patio trasero, miró de nuevo el papel entre sus manos, la furia lo hizo arrugarlo un poco, apretó los dientes, comenzó a levitar sin darse cuenta...

Con frustración tomó el celular entre sus manos, miró el lindo adorno que tenía colgando de éste; las figuritas ilimitadas de Uravity y Ground Zero: el casco rosado y la granada verde.
Marcó rápido, apretó los dedos al rededor del aparato y ansioso esperó a que contestaran.
Su ceño estaba fruncido y sus dientes no dejaban de rechinar.

—¿Youta? Mi cielo ¿Pasó algo?

La voz dulce, el tono amable, la calidez lo hicieron aguantar la respiración.
De una dura roca, pasó al estado de un malvavisco.
El suave líquido caliente bajó por sus mejillas, el nudo cerró su garganta y un sollozo se escapó por sus labios.

—Perdón. —Masculló recordando las horas de estudio en las que estuvo su madre ayudándolo.
Con su mano libre revolvió sus cabellos chocolate, ella había pedido varios permisos de horas para poder apoyarlo, su padre se desveló para enseñarle, aún cuando el ceniza apenas duerme 5 horas.

Todo se había ido a la basura, todo se había arrojado en un segundo. La impotencia se destiló por su torrente sanguíneo llenando su cuerpo de pesadez y debilidad.

No habló para nada, incluso los extras tuvieron más cuidado de lo normal, era tan raro verlo sin chasquear la lengua, sin mal mirar algo.

La campana sonó y él primero en salir fue él, corrió por el pasillo y empujó con poca delicadeza a la extra que se la pasaba acosandolo. Cruzó la calle y corrió por toda la manzana, se detuvo frente a la agencia.

—Entra rápido, no te pueden ver ahí —dijo amable Izuku.

Miró con rabia al héroe número uno que atormenta el orgullo y autoestima de su padre. Pero el pecoso no tenía la culpa, guardó silencio y entró.

—Ella está en medio de una misión, me costó mucho conversarla de ir, sabía que vendrías —suspiró cansado. —Kacchan está en-

—No —cortó.

Midoriya sonrió rendido, nunca podía congeniar bien con él, decidió darle su espacio.

Las horas pasaron.

Era difícil, todo era enormemente difícil.
Su cuerpo estaba temblando, era tan mal agradecido.
Sus padres se matan lentamente en el trabajo y él ni siquiera les puede llevar un papel que diga que al menos lee un libro.
Puede ver como Ochako batalla para no tener una apariencia cansada, ve como Katsuki se esfuerza por no quedarse dormido en las juntas de la escuela.

Ve como sus padres dan todo por él. Ve como él destila eso en una sustancia inútil.

—Eres insuficiente.

Las palabras perforaron su pecho.

—Tu obligación es estudiar, es lo único que tienes que hacer, y lo haces mal.

Se cubrió el rostro con ambas manos, todo se comenzó a desbordar lentamente.

—Perdon, pa' no me mires así, te juro que lo estoy intentando —su voz le estaba siendo insuficiente. No tenía valor de mirar a los ojos decepcionados de su padre. —Estoy intentando ser suficiente para ti y mamá.

Las cosas funcionaban así, no importa que excusa ponga, sobresalir en la escuela es su obligación. Su vida depende de ello, incluso en las pruebas de Quirck le va mal, y odia escuchar las crueles comparaciones.

—Mi cielo, vamos a casa.

Subieron al auto, él se quedó en silencio recargado en el espejo del copiloto, su padre bufó harto.

—Te irá mejor la próxima vez, mocoso. —Soltó con desdén,— al menos eso espero de ti.

Ochako volteó a verlo, y pudo notar la decepción en su mirada.

—Asi será —dijo evitando mirar a sus padres. —Después de todo soy el hijo de Ground Zero y Uravity.

—Estas bajo nuestra sombra, y espero puedas llenarla —dijo Ochako cerrando los ojos.

Tenía que ser suficiente, tenía que ser merecedor del privilegio de ser el hijo de Uravity y Ground Zero.

Quizá era tiempo de pedirle ayuda al extra.

¡Oh he actualizado! Y ahora ustedes serán los que me den el consejo que aplica para cada capítulo ¿¡Divertido, no!?

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¡Oh he actualizado! Y ahora ustedes serán los que me den el consejo que aplica para cada capítulo ¿¡Divertido, no!?

Bien, es hora de que el bebé Kacchako comience a interactuar con los demás.
Todos por él serán vistos como extras, así que dense una idea de su descripción física, de la cual abusaré.

Explosión GravitacionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora