Capítulo 9

3.5K 271 40
                                    

Se levantó de la silla y se puso enfrente de mí, me tendió su mano y tome de ella, me levantó y me ofreció sus brazos para llorar y desahogar lo que traía atorado en el pecho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se levantó de la silla y se puso enfrente de mí, me tendió su mano y tome de ella, me levantó y me ofreció sus brazos para llorar y desahogar lo que traía atorado en el pecho.

Lo abracé, sus brazos rodearon mi espalda y los míos su cuello, no pude evitar quedarme hipnotizada por el aroma de su colonia, olía muy bien.

Después de los segundos de disfrute mis recuerdos volvieron y fue cuando solté en llanto, sacando todo mi coraje y tristeza que no había podido desahogar, tomaba de su camisa con fuerza, me dolía mucho, era un dolor profundo de traición.

-Necesitas sacarlo, cuéntamelo.

-Vera...-Me interrumpió.

-Dime Tom. -Su voz se suavizo un poco.

-Tom. -Casi lo dije en un suspiro. -Mi mejor amiga me traiciono, se acostó con quien era mi novio, a quien sigo queriendo a pesar de me rompió el corazón y se fue hace ya unos 4 meses, me apuñaló por la espalda, ¿eso cómo se puede perdonar? Ella sabía bien que sentía un amor muy grande por él y aun así la descarada me consoló cuando el me terminó, diciéndome que había mejores que él y que lo olvidara. -Mis palabras se distorsionaron por los lloriqueos y la falta de aire.

-¿Cómo pudiste guardarlo durante horas?

-No lo sé.

-No creo que las demás personas merezcan nuestras lágrimas y nuestro sufrimiento, no debemos darle ese gusto.

-Tienes razón.

Dure un momento más abrazada a él, necesitaba ese abrazo, hasta que me tranquilice y me aleje.

-Gracias.

-Tienes que descansar, dentro de unas horas tienes que trabajar.

Era cierto, me fui a la habitación y dormí lo que pude, hasta que mi alarma del teléfono empezó a sonar, no dormí casi nada esa noche, pero no me importaba, me había desahogado y eso se sentía bien, me sentía más libre.

Baje las escaleras y estaba Hiddleston preparando algo en su cocina que la verdad olía muy bien.

-Buenos días.

-Buenos días señorita Jones. -Volvemos con las formalidades. -Mi chofer la llevara a casa y le pido que por favor no divulgue por la oficina lo ocurrido anoche ni mucho menos que durmió aquí, puede llegar a mal interpretarse.

-No se preocupe, de mi boca no saldrá nada de lo ocurrido.

-Gracias.

-Con permiso.

Me fui afuera para subirme al auto que me llevaría a casa.

Mi departamento estaba vacío, Zoé se había ido a trabajar ya, eran las 7:20, me fui a bañar rápidamente y a vestir, tomé un pan y listo, era mi desayuno.

Llegue a trabajar y Hiddleston me dio unos archivos para que los revisara y comparara con las estadísticas que me mando por correo, esas estadísticas se tenían que presentar el día siguiente para una junta con los inversionistas, tenían derecho a saber como estaba la empresa en la situación económica, así que me puse a trabajar.

La Frialdad De Sus Ojos || Tom Hiddleston ||[Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora