¿Quién diría que me estaba enamorando de mi jefe? El típico y aburrido cliché y por más que daba vueltas al asunto no podía dejar de pensar en Hiddleston, el que fuera un misterio hizo que me llamara la atención y pusiera más detalle en lo que hacía, como consecuencia ahora no puedo dejar de pensar en él.
Por necesidad tenía que cambiar de número, no quería seguir recibiendo mensajes de Zoé y mucho menos de Erik, casi no queriendo le mandé mi nuevo numero a mi madre, pero no respondió a mi mensaje, mejor para mí.
El domingo.
Lucille y yo intercambiamos números, para quedar el domingo, fuimos a un café y nos quedamos ahí platicando.
-¿Naciste en Londres? -Empezó a preguntarme.
-No, yo nací en Liverpool, pero en ese tiempo nos cambiábamos mucho de ciudad y terminamos aquí en Londres.
-¿Vives con tus padres?
-No, ellos se divorciaron hace 3 años y hace como 1 año y medio que me salí de casa de mi madre.
-Así que vives sola.
-Si.
-¿Te puedo preguntar algo?
-Claro, ¿Qué pasa?
-En la oficina está el rumor de que el señor Hiddleston y Christine están en una relación, ¿es cierto?
-No se decirte, el señor Hiddleston es muy reservado en cuanto a su vida.
-Ya veo y yo que creía que entre ustedes...-Hizo señas con sus manos de que estábamos juntos.
-Oh no, no estamos juntos, siempre hemos tenido una relación jefe y empleada, nunca me ha insinuado otra cosa.
-Que lastima, hacen linda pareja.
Creo que me puse colorada por su comentario.
Estuvimos conversando durante horas, hasta que casi nos corrieron de la cafetería por estar tanto tiempo ahí, nos dijimos adiós y cada quien se fue a su casa.
Al día siguiente.
Como siempre había llegado tarde al trabajo, fui a la oficina de Hiddleston y le dije que ya había llegado.
-Ya estoy aquí jefe, ¿necesita algo?
-Otra vez tarde.
-Si, perdón.
-La puntualidad no es lo suyo señorita.
-Creo que no.
Mire sus manos, una de ellas la tenía lastimada, en el pulgar y el dedo índice tenía rasguños, eran muy gruesas para ser de un gato, parecían recientes, de unas cuantas horas.
-¿No quiere que le traiga banditas para sus dedos?
Miró su mano izquierda y después a mí.
-No, estoy bien gracias.
-Ok, con su permiso.
Me fui a mi oficina y al abrir la puerta me encontré con una rosa de color rojo en mi escritorio, cerré la puerta detrás de mí y me senté en mi silla, tomé la rosa en manos, la olí y olía muy rico, un olor muy suave que tienen las rosas, ¿Quién habrá dejado la rosa aquí? La rosa estaba cortada manualmente, se notaba por la punta de la rosa no estaba cortada horizontalmente si no perpendicular, ¿Quién me dio tan lindo detalle?
Dejé la rosa a un lado y empecé a trabajar, pero no podía dejar de mirarla, era tan bella, un detalle de lo más romántico, ¿pero quien la dejó? Esa pregunta rondaba en mi cabeza, no podía dejar de pensar en eso, todo el día pensé en quién me pudo dejar tan bella rosa en mi escritorio.
1 semana después.
Era un domingo, cuando recibí un mensaje de un desconocido en el móvil.
"(dirección de un puente) a las 3 pm."
Ir o no ir, ese era dilema ¿y si era un acosador, un secuestrador, un violador y si era la persona que dejó la rosa roja en mi escritorio? ¿Qué hago? Lo dejé a la suerte, lancé una moneda, sol voy, sello no voy, la lancé y cayó sol, ok, voy, pero con precaución.
Dieron las 3 y fui a la dirección, el puente estaba vacío, no había nadie, ¿habrá sido una broma? Mire a mi derecha y estaba una rosa roja entre la rendija del puente, ¿Quién la habrá dejado aquí? ¿Por qué no había querido aparecer y mostrar la cara?
ESTÁS LEYENDO
La Frialdad De Sus Ojos || Tom Hiddleston ||[Terminada]
FanfictionLa vida avanza sin sentido, sentido que uno no quiere dar, sentido que uno debe darle, el dinero no es la felicidad, una persona que lo tiene todo puede sentirse vacío y solo en este mundo donde el que tiene poco es quien desea sentirse más vivo, cu...