Capítulo 51

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Calle llegó al lugar de encuentro y después de pedir una copa de agua unos hombres llegaron a su mesa

- Daniela Hola

- ¿Los conozco?

- tal vez a nosotros no pero sí a Mario

- ¿Qué tiene que ver el en todo esto, dónde está mi mamá?

- Tranquila tranquila, acompáñenos y sus preguntas serán resueltas

Calle se levantó de la mesa junto con ellos y los acompañó al estacionamiento hasta un auto le vendaron los ojos y arrancaron, pudo volver a ver cuando fue a bajar del auto en una casa fuera de la ciudad. Al poco tiempo salió Mario del interior de la casa Calle se fue a lanzar a golpearlo pero los hombres la detuvieron

- ¿Dónde está mi mamá, que le hiciste idiota a mi familia?

- tranquila todos están bien

Mario tomó su celular e hizo una llamada en altavoz al otro lado contestó María Laura la llamada se basó en demostrarle a Calle que toda su familia estaba bien y que el viaje de Mafe aún seguía en sus planes hasta dentro de 2 días.

Al colgar entraron a la casa y Mario le presentó a uno de sus socios en el lavado de dólares, quien sin muchos rodeos le informó a Calle que la razón de su visita era porque se habían enterado del viaje de Mafe y sabían que Calle le iba a decir lo que sabía, además el que aún creyeran en su inocencia hacía que se hablaran demasiado con el capitán a cargo del caso, ocasionando que tarde o temprano los descubrieran

- Entonces ¿Qué es lo que quiere?

- qué le digas a tu mami que si eres culpable del lavado de dólares, al menos no hace falta lo de la muerte de Sebastián, Pues no te van a creer

- ¿Qué me culpe por ustedes?

- Así es, porque si no son ellos los que corren peligro, si lo será Juan, quién en una prisión es un blanco fácil... Voy a darte un momento para que lo pienses

Mario se quedó allí con ella

- Sabes que te conviene hacer caso Daniela

- Tú cállate imbécil, mi familia y yo confiamos en ti, nos pagas así. Sabes que voy a ayudarles ¿Sabes por qué? Porque tan pronto puedan se van a deshacer de ti, ya no les vas a ser útil y te van a matar

Se lanzó a Mario y le dio unos golpes antes de que entrarán dos hombres y los apartaran. Mario salió del lugar sin decirle nada, después regresó con el otro hombre

- ¿Y bien Daniela?

- Bien, pero dejen a Juan y mi familia tranquilos

- Por supuesto, desde que cumplas tu parte

La despidieron y llevaron en el mismo auto hacía la ciudad. Cuando bajo del auto esperó que se alejaran y agarró un taxi para su hospedaje.

Al día siguiente Juana llegó preocupada y vio a Calle acostada mirando al techo

- ¿Qué fue lo que paso? ¿Quién fue a la cita?

- ¿Como lo sabes?

- Esta mañana llegó un correo de tu padre informando que tu mamá llega mañana

Calle se sentó y le contó lo ocurrido, después le pidió que se marchara y Juana lo vio conveniente. Después de un par de horas llegó Poché

- ¿Qué paso?

- ¿Por qué lo dices?

- Si hubieras visto a tu mamá no estarías aquí y en ese estado, además te quede esperando anoche al salir del trabajo

- Perdóname bonita, pero tienes razón

Le dijo lo ocurrido y Poché la escuchaba con atención

- ¡No es justo!

- Lo se amor

- Todo se va a solucionar, recuerda que yo estoy aquí

- Y no sabes cuanto ánimo me das, de no ser así ya no se donde estaría

Hablaron un rato más hasta que Poché se fue a trabajar, antes de subir a la tarima fue a hablar con Adrián para informarle que Calle regresaba

- ¿Es enserio? Dime que no es broma

- No es broma

- ¡Si! Los clientes la han extrañado y eso afecta las ventas

- Eso si necesita un aumentó

- Pero claro que si, que vuelva lo más pronto posible

Mientras tanto Calle había ido al lugar donde había estado trabajando para despejar su mente, hasta que en un momento vio entrar a Juan Carlos quien se acercó y la acompañó en la mesa

- ¿Podemos hablar?

- Por supuesto

- Seré directo, como padre me preocupa el bienestar de mis hijas y en este momento sobre todo el de Poché... ¿Ella tiene futuro con usted?

- Pues - podría tenerlo si su vida no estuviera en problemas como lo estaba en ese momento - creó que no

- Eso me temía, entonces por favor Daniela, déjala ir, que pueda hacer un futuro, una vida más fácil de la que ahora tiene

- Señor Juan Carlos yo quiero lo mismo para ella y tiene razón, no le estoy brindando nada

- Gracias Daniela

Se despidieron y se marchó mientras que Calle pidió una botella.

Al día siguiente se despertó y luego de arreglarse fue a casa de Juana para revisar su correo, ahí tenía un e-mail de su madre informandole el hotel en el que estaba y el número de la habitación, así que fue hacía allí.

Al llegar la anunciaron y la acompañaron a la habitación, tan pronto se abrió la puerta Mafe se lanzó a abrazarla

- Hija, te extrañé mucho

- Y yo a ti madre

Se separaron y entraron

- ¿Como has estado hija?

- Bien ma ¿Y ustedes?

Hablaron de como habían estado llevando la situación en New York y el estado de ánimo. Ordenaron almuerzo para la habitación y Mafe la interrogó mientras comían, Calle le inventaba que su situación estaba bien y el dinero lo sacaba de una cuenta del exterior

- ¿Y tienes algún pretendiente o una relación?

- Si ma, así es

- El ángel, del que me hablaste en tus correos

- Correcto, es ella

- Bueno tal vez la conozca, igual voy a quedarme un par de días aquí para estar al pendiente de ti

- Puede ser mamá

Siguieron almorzando hasta que Mafe interrumpió

- Hija mi viaje además de verte y ver que estabas bien, es para escucharte, saber de una vez por todas la verdad

- Claro

- ¿Lo del lavado de dólares?

Calle suspiró, recordó su encuentro con Mario y el otro hombre y bajo la Mirada hacía la mano de su madre la cual tomó con la suya - Es cierto, soy culpable

Mi Ángel CantanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora