grandmother | Ticci-Toby

capítulo 9: 911

El ruido de los grillos y hojas secas quebrándose en si mismas hacían notar la presencia del imponente bosque de arboles oscuros, todo le parecía lejano, sin sabor, siempre le fue ajeno el sentimiento, pero esta noche fue la mas dura. El ultimo cigarro se sacudió por las cuatro esquinas de la caja, Barbara bufo resignada y se digno a mirar hacia la calle.

-Es mi momento... - Masky sale en dirección a la calle para la esquina de la casa de Barbara.

El tejado era el sillón de una joven somnolienta con una cobija en sus hombros encorvados, sus piernas dobladas y temblorosas.

En un momento, el aire se torno con un olor pesado, que reconocía bien, venia fumando tranquilamente un muchacho de musculatura grande y fuerte con total tranquilidad imponiéndose en las luces de las farolas. El único despierto. Se poso sobre el poste de las farolas a terminar su cuarto cigarro, la farola que estaba casi enfrente del tejado de Barbara. Ella trato de desviar su mirada pero la incertidumbre de ver su rostro pudo mas, poso su mirada sobre el muchacho pero este ya tenia los ojos clavados en ella. La chica estremeció pero se quedo quieta, sin saber si regresar a su habitación, sin saber si aquel joven era un ladrón o un drogadicto.

Luego de hacer contacto visual por varios segundos, diría minutos, el muchacho alzo lentamente su brazo derecho y levanto dos dedos en modo de saludo, Barbara se limito a sacar la mano de la cobija y devolverle el saludo. Su rostro no era visible al tener un pasamontañas por encima de su barbilla y una capucha con un gorro, al mismo tiempo. Un ladrón que la acababa de saludar, genial, pensó ella. tomo valor para levantarse y volver a la ventana que daba a su habitación pero la caja con su ultimo cigarro salio de la cobija y se deslizo por el tejado, cayendo y rodando unos centímetros por la cera. Ambos miraron rodar la caja y un bufido se escapo de ella. Si sus padres veían esa caja allí, sabrían que era de barbara ya que callo justo en la dirección de su ventana, pero tendría que salir de su casa y toparse con el supuesto ladrón.

Parada en el marco de su ventana con medio pie dentro, el muchacho camino tranquilamente hacia la dirección de aquella caja, dejando inmóvil a la muchacha. El joven se agacho para tomarla y bajo su pasamontañas y su capucha dejando su rostro al descubierto.

-¿Tim? -soltó ella. Soltó un suspiro aliviada y su cuerpo volvió a sentir el frió en vez de la tensión.

Tim solo se limito a extender su caja de cigarrillos en la dirección de Barbara ofreciéndole una sonrisa, un poco macabra, pero una sonrisa igualmente.

- ¿Y como es que fumas? ¿Y cuanto? - pregunto Tim sentado al lado de ella en el tejado con su cigarrillo que ambos compartían.

- Aveces, solo aveces... - respondió ella mientras soltaba el humo envuelta en la cobija, pensativa.

- Supongo que solo tabaco, cierto? No siento olor raro... -dijo acercándose peligrosamente a Barbara intentando oler, lo cual la incomodo un poco bastante, la meta de Masky. - Lo siento, pero hoy te note un poco rara y se que no me incumbe pero, -Masky hizo una pausa para darle una pitada a el cigarrillo y se lo devolvió a Barbara- me preocupe. Si quieres hablar de algo, ya sabes, aquí estoy...

- Gracias pero, no se si hablar de eso... -respondió con una sonrisa triste. -Pero cuéntame, ¿Y Adam? -intento cambiar de tema.

Y las metas de Masky chocaron contra un poste.

- Supongo que ya debe estar durmiendo...

-¿Durmiendo? -pensó Toby en sus adentros.

El estaba observando todo desde un árbol del bosque de en frente, carcomido por la ira y la furia y con los moretones que horas atrás habían sido marcados pero insensibles.

Un ruido metálico resonó por las calles, un ruido lejano en la noche, en la fría soledad de la noche. Se acercaba lentamente con pasos firmes.

Luego de acortar metros de distancia, el sonido no cesaba y parecía querer calarse dentro de tu cerebro.

-Bueno, quizás ya es hora de que duermas y yo de dejarte dormir. Nos vemos, alguna vez... -dijo Tim levantándose del tejado y bajando por el tubo de la cañería exterior.

Barbara lo saludo con la mano desde dentro de su habitación y cerro la ventana con seguro para dirigirse a su cama.

El metal rozándose con el cemento del asfalto resonaba en el silencio del vecindario, hasta que el sonido paro en seco.

El caminaba con la mirada perdida con su hacha en el asfalto como para hacer fuego, con una sonrisa que era tapada por un pasamontañas y un pelo revuelto y sucio. La puerta de aquella casa, la casa que buscaba. La casa que estaría en las noticias a la mañana siguiente.

- 911, ¿cual es su emergencia?...

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BUENASSSSS m extrañaron?

a que no se lo esperaban que volviera jej

los amo <3.