Capítulo cuatro - Dulce resaca

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El dolor en su cabeza seguia, un ruido muy agudo se reproducía dentro de él intensificándose cada vez, si intentaba caminar se mareaba en el acto, dándole náuseas muy profundas. Tenía hambre pero no lograba digerir nada, o más bien, no podía oler el aroma de su café sin tener que ir corriendo al baño a vomitar.

Se reincorporó quejándose por el esfuerzo hecho, se miró al espejo notando su deplorable aspecto. Unas bolsas grises se colaban por debajo de sus ojos, su cabello estaba todo desordenado, sus labios estaban algo morados y sólo vestía uno de sus boxer rojos muy llamativos, le quedaban algo apretados. Tomó su cepillo de dientes ansioso de quitar ese mal olor que le dejaban sus vomitos.

- Llegué - dijo una voz desde la sala - Ah... esto es un desastre, tu ordenas la casa estoy muy cansado para esto.

- ¿Me trajiste lo que te pedi? - dijo cerrando sus ojos.

"Muchas gracias mi salvador" - sacó una pequeña caja rectangular de una bolsa blanca - ¿Dónde estas?

- En el baño, por favor hyung no hable tanto, me duele mucho la cabeza - lloriqueó.

- Entonces los tiraré por el inodoro - gruño.

- ¡No hyung por favor! ¡Los necesito para sobrevivir!

- Dramático... ten - lanzó la cajita hacia sus manos para que la atrapara - Y por favor ponte algo de ropa o te tiraré a ti por el inodoro - dijo alejándose hasta llegar a la mesita y tomar el vaso de café.

Río ante su comentario quitando una de las pastillas blancas de la tableta, tenían un pequeño grabado en ellas, indicando la marca de su proveedor. La colocó en su boca tomando al instante un vaso de agua, esperaba no vomitarla también.

Entró nuevamente a la sala encontrando al joven de tez pálida devorando su desayuno. Frunció su seño algo envidioso.

- Hyung, muero de hambre pero no puedo comer nada - hizo un puchero luciendo como un niño pequeño.

- Waaa~ Min Yoongi, ¿Cómo pudes estar tan lúcido después de semejante fiesta? - otro joven con sonrisa de corazón se asomó desde el pasillo.

- ¡Hobi! ¿Cómo esta? Pensé que se había ido - se acercó hacia él con una de sus características sonrisas.

- Bien Tae, amanecí en tu cuarto. Al parecer me quedé dormido - se rascó el cabello contagiándose con su sonrisa - ¿Tienes algo para el dolor de cabeza?

- Son un par de llorones, no aguantan nada - Río sarcástico el mayor entre ellos enorgulleciéndose de si mismo.

Tomó la pastilla que TaeHyung le dio - Ah~ Cierto, eres MIN - YOON - GE - NI - US - dijo irónico.

- Tu lo has dicho, ahora limpien todo y tú pagarás las cortinas, Hoseok.

- ¿Qué? ¿Por qué? Yo no las rompí.

- Seguramente fue NamJoon hyung - dijo TaeHyung.

- No lo creo - contestó Hoseok - se fue temprano, tenía trabajo a la mañana - prestó atención a como estaba el menor - TaeHyung ¿Cómo terminaste sin ropa? -  lo tomó por los hombros preocupado, era como un hermanito menor para él.

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