Capítulo seis - ¿Dónde está JungKook?

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"A veces las cosas pueden ser bastantes melodramáticas" - 18 de Abril.

- Que tenga una rica comida, disfrutelo - repitió, ya no sabía exactamente cuantas veces lo habia dicho, más ese día. Había sido agotador. Llegó a pensar que sus hoyuelos se gastarian de tanto sonreír, esa noche se estaba intensificando cada vez más.

- Ah~ ya no puedo más, voy a morir - se quejó recargado en unos de los extremos del mostrador el menor de cabellos dorados, totalmente suaves.

- Digo lo mismo - contestó - este día no a parado de darme mucho trabajo - suspiró.

- Mis piesitos ya no pueden más... - hizo un puchero inconsciente.

- SeokJin no a podido dejar la cocina ni un segundo ¡Ni para tomar agua! - bufó preocupado - por suerte tiene muchas manos que le ayudan, no esta sólo.

- Sí~ ¿Sabes? luego de esto necesitará de un masaje en su espalda - le guiñó un ojo - ya sabes... para que relaje los músculos.

- Ya Jimin... - apartó su vista un poco sonrojado. Comentarios así, o mejor dicho, cualquiera que mencionara a su querido SeokJin le ponía nervioso... ¡Ah!... cuanto le quería.... cuanto daría por ser el causante de su risas, le encantaba verlo sonreir. Si su amor estaba bien, él también lo estaría, era un círculo sin fin, no lo tendría.

- NamJoon... - chasqueó sus dedos cerca de su rostro. Era "normal" que a veces se perdiera en sus pensamiento, por lo cual, no le parecía nada extraño verlo así - NamJoon... - chasqueó más fuerte - ¡Ahí viene SeokJin! - mintió apuntando hacia la puerta, está comunicaba la cocina con el lugar.

El de hoyuelos rápidamente al escuchar eso, tomó una de sus lapiceras fingiendo anotar varias direcciones. Por supuesto, estaba trabajando ¿Quién lo dudaría? No estaba en su planeta con su futura familia. Intentó ocultar el rosado intenso tiñiendo sus tostadas mejillas.

Una carcajada de JiMin bastó para que entendiera la broma que este le había hecho. Se puso serio, a veces esos niñitos podían pasarse de la línea, no jugarían con él por mucho tiempo. Ser el organizador a cargo de los pedidos le hacían tener muchas ventajas sobre ellos.

- JiMin - trató de sonar dulce - eres el único desocupado, te harás cargo de los próximos encargos. Hay que ahorrar tiempo - fingió una de sus características sonrisas.

La expresión del menor, que en un momento fue demasiado alegre, se volvió una llena de disgusto. Tosió al verse su risa interrumpida, abriendo sus ojos espantado, suplicando con ellos haciendo una tierna escena.

>> No tienes excusa, JiMin - enmarcó aún más su "inocente" sonrisa.

- Pero pero... ¡No es justo! Yo he hecho casi todo el trabajo hoy... - su voz se volvió aún más fina al hablar rápido - ¡Que lo haga Jungkookie!

- Aún no ha vuelto, ha tenido trabajo duro hoy - se sostuvo firme - seguramente le han tocado direcciones alejadas.

- ¿No estas seguro? ¿No eres tú el que anota las direcciones? - fijó su mirada en él.

Carraspeo - Bueno... yo... - como una ráfaga de viento perdió su fuerza - la verdad es que no presto mucha atención, sólo anoto y entrego - ¿Seriedad? Ya no había en él tal cosa.

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