(Two)

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(❤)

Brian: 13 años.
Roger/ Rogerina: 12

Mantener una amistad no es la cosa más difícil del mundo, no para el pequeño trío santo, así los había llamado Roger.
Él pequeño grupo estaba compuesto por básicamente ambos gemelos y su mejor amigo Brian May. Los tres iban a la misma escuela, pasaban tiempo juntos y jugaban todo el día.

-¿Y que quieres ser de grande?-Preguntó Brian hacia Rogerina.

-Yo quiero ser cantante.

-Y yo quiero ser conductor de autos de carreras, ¿y tú qué quieres ser, Bri?

-Quiero estudiar las estrellas.

-Típico de Bri.-Dijeron ambos al mismo tiempo.
Sin embargo cómo era de costumbre, Roger se iba con sus amigos de la cuadra y sólo de quedaban ambos chicos.

Brian miró a Rogerina y ambos comenzaron a reír, tenían una idea magnífica.

-¿Cuanto dinero traes?-Preguntó la rubia.

-Cien dólares .

-Yo traigo cincuenta.-Rebuscó en su bolsita roja con brillitos y sacó un billete de cincuenta dólares.
Cada viernes por la tarde, ambos juntaban el dinero que habían juntado, compraban lo más que podían he iban al parque a comer. Brian compraba las papitas, chocolates y donas, Rogerina compraba las bebidas y los helados.

Al tener todo, iban corriendo al parque para subir a su juego favorito, el cual era una especie de puente que llevaba a una superficie parecida a una casa, Rogerina decía que era un castillo porque tenía forma de torre.
Se sentaron en el puente mágico de madera y sacaron las cosas para comenzar a repartir.

-Papas con picante para ti, tres chocolates, un cupcake de chocolate,helado de fresa, un té y una soda para ti.-Brian le dejó sus cosas aún lado.

-Papas a la francesa, un helado de vaillia, cuatro chocolates, jugo de manzana y una donita.-Rogerina hizo lo mismo y ambos comenzaron a comer. Hablaban de cómo les había ido en el día, contaban chistes o si tenían problemas se ayudaban entre si. Brian apesar de tener una relación con ambos gemelos, la relación de afecto con Rogerina era más fuerte.

-¡Mira, esa niña es la que me gusta!-Brian señaló a una niña rubia, un poco alta y de cuerpo robusto.-Se llama Renata.

-Owww, Renata.-Le picó una costilla.-Pues a mi también me gusta alguien.

-¿Ah, si?-La niña asintió.-¿Y cómo se llama?

-Se llama Dominik.

-Oh vamos Roggie, ¿en serio?-Brian Suspiró.-Pero si es un idiota y un patán, y es muy grande para ti.

-Pues no me importa que tenga casi quince años, a mi me gusta.

-Eres incorregible... Cuando vengas llorando, no me busques a mi.

Pero siempre se quedó con ella.
Cuando Roggie cumplió catorce y el amado Dominik casi los diecisiete años, ambos fueron novios y sí, ese chico la dejó por otra mayor.
Rogerina lloró como Magdalena y nuevamente estaba en el parque con Brian mientras comían helado.

-¡BRIAAAAAAAN!

-Ya sé, ya sé... Lo siento mucho.-Comió su helado de chocolate y abrazó a la rubia.

-Pero yo si lo amaba...

-Aveces las personas no entienden eso, ya no llores... Me harás llorar también...

-Bri, ¿algún día alguien va a amarme?

-Yo creo que todo el mundo lo hará.

Y Brian se llamaba así mismo cómo el mundo entero.

La vie en rose;;MaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora