Wiccan Boy ~yoontae~

Capítulo 5

Llevábamos un tiempo jugando al videojuego que Jungkook compró, no sentía estar jugando bien y era porque tenía un poco de coraje hacia ese chico. Me sentía de cierta forma un poco humillado, no sé...me siento como tonto, ¿por qué no le dije otra cosa?

—Oye —volteo al escuchar a Jungkook al hablarme —¿Qué ocurre? Parece que al fin aceptaste que no podrás ganarme y te dejas vencer porque sabes que soy el mejor —bromea—. Pero sé que no es así aunque quiera...estás raro desde que ibas a encontrarte con el brujo de las pociones.

Me rio. —Lo sé, Jungkook...es sólo q- —un fuerte golpe en la puerta del cuarto de Jungkook me interrumpe.

—¿Taehyung? tu madre te habla —dice la madre de Jungkook desde afuera.

Jungkook rueda los ojos.

—Oh, gracias, enseguida voy —digo.

—¿Ahora qué quiere? —suelta con molestia Jungkook.

—Tú sabes solamente para qué me quiere —digo irónico.

—Ni siquiera llevas una hora aquí —suelta molesto el control del juego.

Me pongo de pie, Jungkook hace lo mismo. Ambos caminamos hasta la puerta de su cuarto, la abrimos y salimos, pasamos por el pasillo de piso alfombrado y llegamos a la puerta abierta de la salida de su apartamento, la amable madre de Jungkook se encuentra a un lado de la puerta, le ha ofrecido a mi madre entrar pero mi madre algo cortante le dice que no, que así está bien, recortando de forma algo hostil los detalles de la casa de Jungkook.

Mi madre voltea a ver a Jungkook con molestia y solamente salgo, me despido de él y de su madre y después caminamos por el delgado corredizo del edificio para llegar a las escaleras, comenzamos a subirlas.

—No entiendo como es que siempre te juntas con ese muchacho, ¿no pudiste conseguirte un mejor amigo?

No quiero discutir con ella, ella siempre creerá jamás estar equivocada diga lo que diga.

—Él es buen amigo.

—Él es un vago y se nota que su madre jamás fue estricta con él por eso crió semejante mala influencia.

Llegamos a mi piso correspondiente.

Mi madre se la pasó todo el recorrido hablando mal de Jungkook.

Cuando llegamos mi madre abrió la puerta y entramos.

—Voy a salir, te quedaras cuidando a tus hermanos —se acomoda sus aretes.

—¿Con mi padre?

—No, él llegara un poco después, saldré con unas amigas.

—Está bien.

—Cariño —mi madre le llama la atención a mi hermano que está jugando encima del sofá y se sube al descansabrazos—. No te vayas a caer, bajate de ahí.

Mi hermana llega hacia la sala con una dona de chocolate y está un poco manchada del rostro.

—Bien, mami se va, volveré pronto.

—Mamá —voltea a verme—. Hoy es el día en el que no trabajo...¿Al menos puede venir un rato Jungkook?

La sonrisa de mi madre se borra.

—¿De qué hablamos hace rato, Taehyung? Ese chico no volverá a poner un pie en esta casa.

—¿C-cómo? ¿Pero por qué?