─── ◦ ❁ ◦ ❖ ◦ Tributo ◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ───
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~ Dedicado a todas las chicas hermosas del "lado oscuro", quienes hacen mis horas en Facebook, mucho más divertidas e interesantes... y al dueño de mis latidos, DJM. Ya que si no fuese por su gran ayuda, ésta historia jamás hubiese visto la luz. ~
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◦ ❖ ◦ ❁ ◦ Capítulo 3: Un fuego ardiente ◦ ❁ ◦ ❖ ◦
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Los personajes de NARUTO no me pertenecen. Son propiedad y obra de Masashi Kishimoto.
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Luego de haber tomado el debido tiempo para asearse, Sasuke se encaminó a la zona de la aldea que correspondía a la respetable familia Namikaze-Uzumaki; lugar en el cual se ubicaba el hogar de su convaleciente mejor amigo, Naruto.
Un imperceptible suspiro se escapó de su boca al ver a aquel rubio descansando plácidamente en su cama de suaves pieles, llevándose con éste hecho una grata sorpresa, pues comprobaba con sus propios ojos que Naruto Uzumaki se encontraba en mejores condiciones de las que se esperaba en un principio.
—Y yo que creí que te estarías muriendo—comentó el de pelo ébano, mientras una media sonrisa se formaba en sus labios—. Mírate. Si no fuese por ése brazo fracturado diría que ni siquiera estuviste en batalla conmigo.
Naruto —de rebelde cabellera rubia y brillantes ojos azul cielo— compuso una mueca burlona dedicada a su mejor amigo sin molestarse siquiera en ocultarlo.
—Pues si yo no hubiese estado presente seguro tú ya estarías bien muerto, dattebayo—. Sasuke lo miró de reojo soltando un bufido—. Me debes una grande, imbécil. A mí... y a mí hermoso brazo derecho.
El Uchiha reparó con más atención en esa parte de la anatomía del rubio, la cual se mantenía protegida —y en su lugar— gracias a una improvisada, pero útil férula.
Era muy cierto. Si Naruto no hubiese intervenido en su enfrentamiento con uno de los aliados de Orochimaru, el temible y poderoso Kakuzu —del cual se rumoraba poseía cinco corazones que le daban una aparente inmortalidad— jamás habría tenido oportunidad de interceptar a Orochimaru para hacerle frente y vengar así la muerte de su querido hermano Itachi. Pero, aunque según las palabras de Uzumaki Kushina —madre de Naruto— el rubio nunca volvería a utilizar esa infernal técnica de elemento viento —de nombre Rasengan— dudaba mucho que el tonto chico de ojos celeste se quedase de brazos cruzados. Después de todo, llevaba toda una vida de conocerlo y era el ser más impredecible —y cabeza hueca— que se había cruzado en su camino... de momento. Ya podía imaginarlo tratando de entrenar con el brazo todavía vendado y a medio sanar.
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Tributo 【SasuSaku】
RomansOfrecida como tributo para premiar grandes proezas de batalla; ella, de apariencia exótica y misterioso pasado, había sido rebajada a ser la esclava sexual de un guerrero bruto sin corazón. Aun sin tener esperanzas de un futuro mejor, no existía otr...