EL DIARIO DE UNA REBELDE|R.C.|Completa.

C25: Sammirya.

—¿Richard...?—lo llamó Jimenna en voz baja.—¿Estás bien...?

—Me duele la cabeza, solamente...—respondió el muchacho sin mirarla.

—Me refiero...a lo otro...—susurró la chica en medio de un pequeño suspiro.—Escucha, sé que las cosas de un momento a otro se salieron de control pero la verdad es que no creo que Isabella estuviese hablando en serio...es decir, alguna veces puede llegar a ser un poco tonta pero no es una mala persona y estoy completamente segura que ella no te quiso lastimar jamás...—le explicó.

—Apenas y puedo creer que haya accedido a irse con Sammirya...—murmuró Zabdiel sin despegar sus ojos de la carretera—Mi hermana está loca y los otros dos también son unos locos...

—¿Qué se supone que vamos a hacer ahora?—cuestionó Richard arrebatadamente—No podemos dejar que Isabella siga más tiempo con Sammirya, ella es una loca y si fue una loca cuando era pequeña ¿Por qué tendría que dejar de ser una loca ahora? ¡Es una locura, por Dios!

—Tienes que confiar en Christopher y Joel—le dijo la muchacha.—Ellos no van a dejar que Sammirya le haga nada malo a Isabella, Richard...

—De verdad que no puedo terminar de creer que todo este tiempo fui tan estúpido como para confiar en ella...—musitó Zabdiel aferrándose al volante del auto—No sé que demonios era lo que estaba pensando si quiera para escucharla...

—Bueno...de los errores se aprende, Zabdiel...—susurró Erick mirando a Richard fijamente—Y en cuanto a ti, creo que tienes que confiar en Isabella, Richard...no la conozco tan bien pero por lo poco que he visto parece el tipo de chica que sabe cuidarse bien...

—Erick tiene razón, tu hermana sabe cuidarse sola y además en este momento cuenta con Chris y Joel...no te preocupes...—le dijo su novia.—No creo que Sammirya fuese tan tonta como para ir a tu casa después de todo lo que pasó...

—¿Entonces a dónde demonios fue? Intenté llamar a Joel pero la llamada ni siquiera entra...no está apagado porque no manda a buzón de voz pero tampoco funciona...es como si no tuviese señal...—anunció Zabdiel.

—Isabella dejó el celular en la tienda de campaña...—murmuró Richard.

—Es que todo es mi culpa, si yo no le hubiese dicho nada entonces ella jamás habría ido a enfrentarla y...

—El hubiera no existe, Zab...—susurró Jimenna tomando su mano cariñosamente.—Pasó y eso es todo...de todos modos iba a enterarse alguna vez y entonces las cosas iban a ser exactamente iguales...—hizo una pausa—Y tampoco es culpa tuya, mi amor...

—Ahora entiendo porque el otro día me dijo que nunca le habíamos escrito...nunca recibió nuestras cartas y creció pensando que nos olvidamos de ella...—murmuró Richard.

—Ahora sabe que eso nunca pasó...—le dijo Erick.—Que nunca le mintieron y tampoco nunca la olvidaron...

—Erick tiene razón—anunció Jim—Ahora lo que tienen que hacer es pensar muy bien que van a hacer con Sammirya. Esconder correspondencia que no le pertenece no es delito y llevarse a Isabella, Joel y Christopher tampoco porque ellos subieron al auto por su propio pie...así que cualquier cosa que inmiscuya a la policía queda descartada...—les explicó.

—¿Si fueras una loca a donde llevarías a una persona que odias?—cuestionó Richard en voz baja.

—El celular no funciona...—agregó Jimenna.

—No tiene señal...—susurró Zabdiel.—No tiene señal...

—¿Zabdiel...?—cuestionó su novia.