C9: Isabellitis crónica.

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—¿Vas a estar enojada conmigo toda la vida?—cuestionó Zabdiel asomándose a la habitación de Isabella.

Ella apartó la mirada de las hojas del libro que estaba leyendo y lo miró un momento. Entornó los ojos y se sentó en la cama para poder observarlo mejor.—Sólo unos veinte años aproximadamente...—respondió tratando de sonar firme.

Zabdiel soltó una risita y ella le sonrió un poco. Se acercó a su hermana y se sentó a su lado envolviéndola en un largo abrazo.—Lo siento, Isa...de verdad, no quería lastimarte...

—Eres un idiota—le dijo su hermana. Él asintió de inmediato y dejó un pequeño beso sobre su mejilla derecha.

—La verdad es que si lo soy—inquirió y ambos volvieron a reír en voz baja.—de verdad te extrañé, Isabella...—murmuró—Nunca quise lastimarte y sé que actué mal al no preguntarte primero porque también es tu casa pero...me sentí un poco presionado por el abuelo cuando me pidió que dejáramos que Sam se quedara con nosotros...no es que este justificándome o algo parecido...—negó—de verdad espero que ustedes al menos puedan llevar la fiesta en paz ¿crees que podrías hacer eso por mí?

—¿Vas a seguir poniéndote de su lado como esta mañana con lo de la pimienta?—cuestionó ella sin dejar de mirarlo a los ojos.

—No me puse de su lado.—rio—Yo siempre voy a estar de tu lado ¿me entiendes?

—¿Y sigues pensando que Richard me besó?—preguntó lentamente esperando que él dijese que no.

—No.—suspiró—Ayer cuando me fui de tu cuarto fui directamente a la casa de Richard para hablar con él—soltó y ella se apartó de inmediato.—Le pregunté y la verdad es que me sentí completamente estúpido cuando él me hizo ver que si tú lo odias es completamente imposible que hayas permitido que te besara...y, Dios...él tiene razón. Si ni siquiera lo toleras cerca, dudo mucho que hubieses dejado que eso pasara...—ella asintió de inmediato y apoyó su cabeza en el hombro de su hermano.

—¿Ves como si eres un idiota?—cuestionó y él se echó a reír.

—Pero soy un idiota que te quiere...—bromeó.

—Y a pesar de eso yo también te quiero—murmuró sonriéndole ampliamente.

—Eres mi enana favorita—anunció Zabdiel sin perder esa linda sonrisa de hoyuelos que poseía.

—Soy la única, Zabdiel—comentó y él rio de nueva cuenta.

—Pues por eso eres mi favorita—respondió—Me gusta mucho que finalmente luego de dos días que parecían interminables de nueva cuenta estamos juntos ¿es lindo, no?—cuestionó el muchacho apartándose un poco. Ella asintió lentamente y él suspiró—Isabella...¿Quién era el chico con el que estabas charlando hoy?

—Es nuevo—respondió ella.—Se llama Christopher...y está un poco loco...

—¿Un poco loco? ¿Por qué está un poco loco?—murmuró lleno de duda.

—Porque si eligió la universidad del abuelo realmente debe estar loco...—musitó y él se rio de nuevo.

—Eres muy mala con el abuelo—se burló.—Pero en realidad ustedes dos son tan parecidos, Isa...que creo que si se diesen el tiempo de terminar de conocerse el uno al otro su relación fluiría mucho mejor...se podrían llevar bien y darse todo ese amor que sienten pero que su orgullo no se los permite...

—Creo que ya entendí a donde va esto... ¿el abuelo te envió?—cuestionó la chica mirándolo mal.

—No.—negó—Nadie me envió, además era sólo un comentario...—susurró.—sobre Christopher...

EL DIARIO DE UNA REBELDE|R.C.|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora