—N-no me digas que tú- ustedes, en serio ¿Nada, de nada? —Miwha la miró sorprendida, dándose pequeños golpes en el pecho luego de casi ahogarse con su bebida— Eso es raro... No digo que no te ame menos por eso. No. Los he visto, lo que ustedes tienen es bastante especial. Pero aún así ¿Nada de nada? Aquí hay gato encerrado.
Sungmin abrió los ojos de golpe, apoyándose sobre sus codos en la cama para levantarse y se giró, suspirando con pesadez al escucharlo roncar al otro lado de la cama, profundamente dormido.
«¿Por qué tuve que recordar algo así en un momento cómo éste?»
Se pasó las manos por el cabello, frustrada. Todavía con las palabras de su mejor amiga dándole vueltas por la cabeza; Esa tarde, cuando Miwha había sacado el tema a colocación, las mejillas de Sungmin se habían coloreado de un rojo tan intenso como el de su pintalabios nuevo, producto de la vergüenza que le producía tener que hablar tan abiertamente –tanto literal como figurativamente puesto que se encontraban sentadas en las mesas del exteriores de un café, a la vista de todo aquel que pasara por la calle– de algo tan personal como lo era el sexo. Luego lo miró, volviendo a sentir cómo sus mejillas se calentaban con lo verlo allí a su lado en su cama y meditó lo que haría a continuación, hasta que finalmente se decidió. Deshaciéndose con cuidado del short de algodón que llevaba cuando éste había llegado esa tarde con la cena y un tablero de ajedrez debajo del brazo para luego pasar una de sus piernas sobre él y sentarse sobre su regazo.
—¿Sungnie?
Ella se inclinó hacía adelante con cuidado, colocando ambas manos sobre su pecho y atrapó sus labios entre lo suyos, saboreando la pizza que habían comido juntos en cuanto éste despertó, subiendo las manos por sus piernas hasta detenerlas sobre su cintura mientras le respondía el beso que ésta le daba, trazando con los pulgares pequeños círculos sobre su piel, consiguiendo que se le escapase más de un suspiro entre chasquido y chasquido.
—Kim Namjoon. —Sungming lo miró con seriedad, al menos, con toda la seriedad que podía darse el lujo de verlo mientras le sujetaba el rostro con ambas manos y agradeció la oscuridad de su habitación de que éste no viese lo sonrojada que sabía que estaba debido a la posición en la que se encontraban— ¿Quieres-
La habitación se iluminó por una milésima de segundo, haciéndola dar un brinco en su sitio en cuanto el trueno retumbó en sus oídos y está se reincorporó, notando poco después de haberlo hecho que realmente no había sido un movimiento muy inteligente y se removió, mordiéndose el labio inferior.
—Asi que, no tienes sueño ¿Eh? —Se burló Namjoon, pese a lo poco divertida de la situación— ¿Algo en especial que quieras hacer?
«Me hará decirlo, quiero que lo diga en voz alta.»
Una sonrisa socarrona se dibujó en los labios de Sungmin al comprender que era lo que éste quería y volvió a moverse sobre él, un poco más lento que la primera vez.
—Nada en específico. —Le respondió, apenas consiguiendo hablar con normalidad mientras sentía su erección crecer debajo de ella— ¿Y tú?
Él se rió, llenando la habitación con sus carcajadas al tiempo volvía a tomarla por la cintura, ésta vez para levantarla un poco mientras se reincorporaba sobre la cama, quedando de espaldas al cabecero.
—Tengo un par de cosas en mente. —Admitió, aprovechandose de la cercanía para ir dejando un camino de besos por allí donde comenzaba su barbilla hasta detenerse en su clavícula, en dónde le dió un pequeño mordisco que envió mil descargas eléctricas por todo su cuerpo— pero primero, necesitarás quitarte esa camiseta.
—Solo si tú haces lo mismo. —Le dijo, tomando el dobladillo de la misma para tirar hacia arriba— A la una, dos...
Tres.
Namjoon se quitó la camiseta primero, con la facilidad y estilo que solamente él podía conseguir y luego Sungmin lo imitó, cubriéndose el pecho casi instantáneamente después al sentir el aire frío contra su piel, dándole escalofríos.
«Es tan hermoso.»
Ella lo miró con atención, disfrutando de la imagen de Namjoon medio desnudo, apenas iluminado por los faros de los autos que cada tanto pasaban por la calle, reflejándose en las ventanas del edificio y sintió ganas de llorar; Sungmin se había enamorado perdidamente de él, de su voz, de sus labios, la forma en la que su ceño se fruncía cuando estaba concentrado o leyendo, su visión del mundo y su forma de pensar. Lo amaba, desde la cabeza hasta la punta de los pies.
—Eres lo mejor que ha pasado en mi vida. —Le confesó— El ser más hermoso que existe.
Namjoon respiró profundamente, tomando su rostro entre sus manos y atrapó sus labios entre los suyos con suavidad y ternura, tomándose su tiempo como nunca antes lo había hecho y ésta jadeó, sobrecogida al sentir sus manos descender por su cuello hasta su espalda, jugando con el broche de su sujetador hasta soltarlo, consiguiendo que su pecho desnudo chocase contra al suyo al acercarla más a él y enredó sus dedos en su cabello, separandose de sus labios para echar la cabeza hacia atrás, dándole acceso con más facilidad a la sensible piel de su cuello.
—Tú eres la hermosa aquí, siempre lo has sido. —Le respondió, volviendo a darle un pequeño mordisco, un poco más abajo de dónde le había dado el último, mas cerca de uno de sus senos— ¿Estás segura de que quieres-
Ella asintió, rompiendo el abrazo en el que Namjoon la había envuelto y abrió la mesita de noche junto a su cama, sacando de ésta casi con timidez el sobrecito plateado del preservativo.
—Lo estoy. —Afirmó, deshaciéndose de lo último que quedaba de su ropa interior de la misma forma en la que se había despedido de las demás— Te amo Namjoon, quiero hacerlo. Contigo. Así que quítate ese bóxer o lo haré yo.
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Muy bien, me explicaré. Esto comenzó originalmente cómo un regalo de cumpleaños para UtauFliqpy pero poco a poco se ha ido convirtiendo en algo más grande ya que pues... Me encariñé con los niños.
Quizás a futuro, tengas más anécdotas suyas. De las misma forma en la que éste capítulo también está sujeto a cambios porque *COF COF* estuve sin luz y *COF COF* no pude escribir lo que originalmente pensé en escribir cuando mi teléfono estaba sin batería.
