Un té caliente mientras afuera llovía era uno de los gustos que ambos podían darse en un día tranquilo.
Tweek solía tener lista su bebida mientras su novio volvía del trabajo.
Desde los incidentes que habían marcado sus vidas ya para siempre, Tweek y Craig mantenían rutinas juntos.
Rutinas...
Las cosas que Craig más amaba eran beber té para después recostarse en el regazo de Tweek y ver la lluvia.
Y otra... Un poco más macabra.El pelinegro llegó como de costumbre, cansado y sin ánimos de nada más que recostarse en el regazo de su novio hasta quedarse dormido entre sus besos y caricias.
Así fue, Tweek pasó sus manos por la melena azabache que ya estaba algo más larga y alborotada...
Llevaban ya un año viviendo juntos.
Un año desde todo lo ocurrido...
Tweek se había adecuando a Craig y ahora le ayudaba en cualquier cosa en la que necesitará de su apoyo.
Fuera lo que fuera.
Se hizo tarde con rapidez mientras se besaban suavemente y acariciaban sus rostros mutuamente de manera sutil y suave.
Sin cruzar una palabra fueron a la cama y se recostaron uno junto al otro, felices de estar ahí, acariciandose con cariño mientras sus besos se escuchaban como pequeños suspiros al aire.
Esa era la rutina ahora, el agradable momento que pasaban cada día juntos, aquella paz que respiraban en el otro sin ningún remordimiento ni angustia.
Tweek sabía que eran sólo él y Craig...
Que si alguien se metía entre ellos lo pagaría caro y que si cualquiera, sin importa quien fuera, decidiera investigar a su novio, iba a terminar mal.
Hubo una vez un policía...
Ante la sospecha se había lanzado como águila al caso y en un error garrafal, decidió investigar a Craig.
Desapareció poco tiempo después, pero el caso quedó casi cerrado para las autoridades cuando el pelinegro fue visto justo en la biblioteca de la escuela cuando aquel suceso se dio.
Obviamente jamás sabrían que el policía no iba a ser encontrado jamás.
Tweek le había hecho dar un paseo en un bote... Aunque quizás el joven agente de la ley no estaba tan de acuerdo con aquello...
O consciente.
Usualmente las personas débiles utilizaban veneno para acabar con sus víctimas.
Tweek por su parte solo tuvo que dar una fuerte dosis de una droga que facilitará la manipulación de aquel hombre, argumentandole que le diría toda la verdad sobre Craig.
Cuando aquello hizo efecto fue cuestión de tiempo, fingir frente a los presentes que era la pareja del sujeto, subirse juntos a un bote y remar lejos, lo más lejos que pudo, asegurándose de no tener a nadie cerca.
Luego, como si de un juego se tratara, probando el efecto de su droga, le pidió que se tirara y esperara hasta tocar el fondo.
El hombre obedeció mecánicamente.
Tweek entendió por qué aquel químico se usaba en las violaciones, dejaba a la víctima totalmente a su merced sin resistencia de ningún tipo.
El policía dijo adiós mientras se hundía con una sonrisa desorientada en el rostro.
No vivió para sentir el fondo del lago.
Y probablemente no sería encontrado jamás, por lo apartado del lugar, la ausencia de personas ahí y la mochila con rocas que el pequeño rubio había puesto en la espalda del sujeto.Nadie tocaría a su Craig.
Y él se aseguraría de ello.
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R A S C H
FanfictionRápido, preciso, frío. Sin dudar, sin temer, sin vacilar ni un momento.