"Pasas demasiado tiempo en tu trabajo... Ya no haz hecho nada malo y me alegra pero... Me preocupa tu salud... Últimamente luces más cansado"
Craig escucho con claridad a su pareja pero aquello le resultó extraño.
Había algo el el tono de su voz que sonaba molesto.
"Intentaré no esforzarme demasiado... Aunque sabes que no soy de hacer las cosas mal" dijo el pelinegro sentándose cómodamente entre las piernas de su rubio mientras este lo abrazaba por la cintura.
"No... Tu nunca dejas nada a medias" sonrió juguetonamente mientras lo abrazaba con sus piernas, Craig volteo hacia el y comenzó a morder la piel de su cuello con suavidad, el rubio río de buen humor y enterró sus dedos en la melena negra y alborotada.
"Creo que deberías descansar... Pareces muy cansado..."
"Nunca estaría cansado para ti"
Aquella frase hizo a Tweek temblar en su lugar, acariciando los brazos de su novio mientras lo miraba fijamente.
Los ojos fríos y despiadados de Craig eran los de un depredador, un animal salvaje e impulsivo, si bien Tweek había llegado a jugar el papel de presa, también le gustaba rivalizar con su pareja, llegando a tomar el control sobre Craig y somentiendole con relativa facilidad.
Aquella noche decidió que quería ser mimado, quería sentirse sometido y vulnerable, acató a la perfección su papel.
Fue bastante agradable para ambos, como lo era siempre, como sucedía cada vez que estaban juntos de esa forma.-
Karen había llevado un poco de chocolate para Craig.
La pequeña castaña había exteriorisado hacia poco frente a sus hermanos y de forma accidental su atracción por cierto pelinegro de ojos azules con quien pasaba cada rato libre que tenía.
Se había ganado la burla amistosa de sus hermanos y algunos de sus amigos.
Pero eso no la detenía para pasar el día con Tucker.
Le agradaba la mirada fría y despiadada que tenía, pero cuando la veía se suavizaba su expresión, su aura se volvía cálida y agradable, aquello la llenaba de esperanza.
Por qué Craig la abrigaba con su chaqueta cuando hacía frío, por qué la acompañaba hasta su trabajo cuando las actividades de la escuela cesaban.
La queria.
Le enviaba algún texto para saber si estaba bien.
Su había llegado a su casa con bien.
Si su día había sido bueno a pesar de estar presente con ella casi medio día.
Decidió que le regalaría un chullo nuevo.
Después de su trabajo fue a la tienda de manualidades, compró estambre negro y un par de agujas.
Tejió todo ese día, comprometida con tener un buen regalo para su amigo.
Kenny y Kevin le aseguraron que lo amaría, esto la alentó aún más.
Alrededor de una semana fue suficiente para que terminará aquel regalo.
Y lo llevó en una pequeña bolsa de papel, encontrándose ese día con el pelinegro y sonriendole calidamente se aproximó a abrazarlo.
Craig la recibió cariñosamente mientras acariciaba su cabello, la chica, pequeña y risueña lo miro directamente.
"¡Tengo una sorpresa para ti!"
"Eso es nuevo... ¿De que se trata?"
Sus ojos se iluminaron cuando la chica sacó el gorro de la bolsa.
Sonrió ampliamente, como probablemente no había hecho jamás.
Sintió una emoción poco común en él.
Casi inmediatamente se coloco el chullo y miro a la chica con gusto.
"Te ha gustado al parecer" afirmó ella sonriendo.
Craig asintió y sonrió.
"Me alegro mucho... "
Aquel tono suave y femenino dejo a Craig paralizado, esa sensación...
La chica se acerco a besarlo en la mejilla, mientras tomaba su rostro con gentileza...
Sus mejillas se colorearon al instante... Pero no se sentía incomodo o mal, era agradable... Un calor lindo que se extendía desde su rostro hasta su estómago, pequeñas mariposas jugueteando en su interior mientras la chica lo veía desde muy cerca.
Sus grandes y brillantes ojos grises le otorgaron una calma y alegría que poco conocía.
No era como con Tweek, era nuevo, increíble, extraño.
El rubio le inspiraba cierto temor por lo que le provocaba, era una sensación de adrenalina, emoción, peligro, un león indomable e impredecible, Karen por otro lado se sentía como un lugar seguro... Como un hogar, como un cálido abrigo que lo envolvía y lo hacía sentir bien, a salvo, feliz, un gatito doméstico que se frotaria contra su pierna ronroneando.
No lo pensó.
Acaricio la mejilla de la castaña.
No lo vio venir.
Sujeto su mentón suavemente y se acerco a ella.
No predijo sus propios movimientos.
Se dejó llevar por sus deseos.
Por ese tierno sentimiento inocente y puro.
La beso en los labios de manera suave y cariñosa, apenas tocando sus labios con los propios.
Se miraron mientras el beso terminaba...
"Gracias... Karen..."
Susurro contra sus labios, solo para poner un mechón tras su oreja y retirarse de ahí...
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R A S C H
Fiksi PenggemarRápido, preciso, frío. Sin dudar, sin temer, sin vacilar ni un momento.