¡Mención especial y dedicación para MythicalPenguin!
Desperté exaltado; eran tan sólo las cinco y siete de la madrugada. Con el sueño fresco en mi mente lo escribí y comencé a pensar en lo sucedido. Había sido fatal, cuando desperté en el sueño Natalia no se encontraba, por lo que bajé a buscarla. Error mío. Estaban entre todos echándose la culpa de por quién habían capturado a Isaías y que por qué nadie pudo sacarlo. Traté de calmar la situación pero, Natalia dijo que yo no tenía voto para hablar y todos se fueron en contra de ella hasta que se dieron cuenta que era cierto. Tenía razón, ella lo dijo, yo no era de allí, no sabía nada de ellos ni de como los trataban. Escapé de allí corriendo, en ese momento todos se fueron contra mi, diciendo que era mejor que me vaya. Cuándo decidí tomar asiento ya que estaba cansado de tanto correr, me di cuenta que estaba en el mismo pastizal en el cual desperté la primera vez, y en menos de un segundo caí rendido allí. Miré nuevamente el reloj, ya marcaban las seis treinta por lo qué, decidí irme a duchar ya que tenía universidad. Me puse literalmente la primera muda de ropa que encontré en mi habitación; una camisa color vino y un pantalón negro con zapatillas negras. Tomé mi mochila y subí al auto, dirigiéndome directo a la universidad. Al llegar, me encontré con Jose y entramos juntos al aula para luego sentarnos.
-¿Cómo te va con eso de los sueños lúcidos?- preguntó mi mejor amigo comiendo unos pistachos. Subí los hombros e hice un sonido de desinterés con mi boca, dando a entender que no tenía importancia- ya veo- dijo y entró el profesor dispuesto a dar la clase. En algún momento me aburrí y caí en los brazos del morfeo.
Abrí los ojos y miré a ambos lados, estaba en la habitación de Natalia y no entendía cómo. Miré a Natalia, quién se estaba haciendo unas trenzas de boxeadora frente al espejo. Me quedé mirándola hasta que habló.
-Podrías disimular un poco, ¿no crees?- dijo y rodó los ojos mirándome.
-¿Cómo llegué aquí?- pregunté mientras me sentaba en el colchón.
-Linn y Jacob fueron a buscarte, no es muy seguro allá fuera- murmuró cerrando la primera trenza con una goma elástica.
-No corría ningún peligro, soy inmortal- dije y alcé una ceja más crucé ambos brazos.
-Está bien, me preocupé- murmuró aún más bajo que la otra vez, sonreí y ella miró al otro lado con las mejillas rojas.
-Eres demasiado orgullosa, ¿lo sabes?
-Estoy consciente de ello, gracias- dijo sarcásticamente y comenzó a hacerse la segunda trenza- igual pienso que ya no deberías estar aquí, a veces estás de sobra- escupió con cierta molestia y yo sólo rodé los ojos.
-Y eso, que anoche no querías que me fuera, igualmente yo no decidí venir aquí, supongo que tendré que dejar de tomar las pastillas y quedarme sin dormir- dije y ella me miró molesta.
-¿Así que venden pastillas para venir hacia acá?- preguntó a la defensiva.
-No, Natalia, no. Simplemente las pastillas me hicieron un efecto diferente a las demás personas y ya me estoy arrepintiendo- dije y me volví a recostar con cierta indignación, dándole la espalda a Natalia. Luego de unos quince minutos escuché como tomó una bocanada de aire frente a la cama.
-Mayden- llamó y miré sobre el hombro. Tomó otra bocanada de aire y procedió a hablar- perdóname- dijo con cierta vergüenza- no debí decir eso, sé que estuvo mal- murmuró jugando con sus dedos.
-Está bien- dije y volví a mirar al frente.
-Mayden- llamó ella nuevamente y volví a mirar atrás- ¿puedo dormir a tu lado?- preguntó tímida, la analicé y asentí.
Me recosté boca arriba mientras ella se quitaba las zapatillas, se acomodó y recostó su cabeza en mi pecho más pasó uno de sus brazos por mi torso, rodeandolo así en un abrazo.
-No quiero que te vayas Mayden, por favor, no te vayas- rogó y pude escuchar como su voz se rompía cada vez más a cada palabra que decía.
-Nunca lo haré- dije y besé su cabeza.
-Tus latidos me calman- confesó y reí levemente.
-¿Por qué?
-Son tan tranquilos- suspiró y sonreí.
-Supongo que gracias- dije en vacile y ella rió.
-Estoy consciente de que lo que te diré es bobo debido a que no te conozco ni hacen tres días pero, te quiero- dijo y cerró sus ojos.
-Yo más- dije y me dormí.
Desperté y vi las luces del aula apagadas. Miré a mi lado y Jose estaba muy concentrado en el video que se estaba emitiendo en clase.
-Oh, despertaste- dijo mi mejor amigo y me pasó mi libreta- escribí por ti- dijo y sonrió con autosuficiencia en vacile.
-Gracias- murmuré riendo y miré la pantalla.
-Tenemos que hablar- susurró y yo asentí, quedando claro que hablaríamos cuándo salieramos. La clase continuó y yo sólo pensaba en el sueño que había tenido. Al terminar la clase, ambos salimos al patio principal de la universidad, así sentandonos bajo un árbol de flores amarillas.
-¿Que querías decirme?- pregunté mirándolo.
-No es nada malo, era para darte una idea. Deberías dibujar a las personas con las que sueñas, que si Natalia, Linn, Laura y todos ellos- dijo haciendo una mueca y subió los hombros dando a entender que no era tan mala idea.
-No es mala idea- dije y miré a otro lado.
-Por cierto- dijo rompiendo el silencio que se había creado entre ambos- la semana que viene tenemos examen de arte, va a valer el 70 por ciento de la nota final- comentó tranquilamente.
-¿Lo anunció?
-Es sorpresa, pero su hija, Litzy, me lo dijo- admitió y ambos reimos- Vamos al café, hoy nos toca cerrar- dijo levantándose e hice una mueca de dolor en vacile.
-Vale- dije y fuimos al trabajo. De camino sólo pensaba en algo, lo de los sueños no puede empeorar, ¿verdad?
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Lucid Dreams (#Maytalia)
Fanfiction¿Que harías si un día despiertas en un universo alternativo? Te alterarias, ¿cierto? ¿Y si de repente vuelves despertar y te das cuenta de que todo lo sucedido fué un sueño? Pero, es que fué tan real. Tomabas tus deciciones, corrías a donde querías...