Capítulo Seis

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-Mayden, me da gusto que vengas pero, se me hace muy extraño que lo hagas- comentó mi mamá entregándome una taza de café. Sólo levanté mis hombros tomando un sorbo de este.

-No sé, hace tiempo no te veía, te extrañaba. Siento haberme desconectado de ti, me hace mucho daño mamá- contesté melancólico.

Sonrió tranquila- Desde que te graduaste ya ni me llamas. Cuéntame, ¿cómo te va en la Universidad?

-Supongo que bien, muchos trabajos y estrés pero, es lo que escogí- dije sonriendo cansado mientras, me acomodaba en la silla.

Asintió- me han contado que vas al psicólogo, ¿seguro que estás bien, pequeño?- preguntó mi mamá ya sabiendo la respuesta, me conoce mejor que nadie, sabe como me encuentro.

-No mamá, no- admití negando con los ojos cerrados, de repente sentí sus brazos envolviéndome en un cálido abrazo, el cuál devolví.

-Lo sé Mayden, lo sé- dijo y sonrió.

Nuestra mañana se nos fué en esto, simplemente ponernos al día. Fué muy agradable pasar tiempo con ella, ya que hace tiempo no lo hacía. Ya cuándo atardecia, ella tomó la iniciativa de ir al mercado a comprar los ingredientes para hacer una lasaña y poder comer juntos. En el mercado me encontré a varios de mis ex-compañeros de clase y uno que otro profesor ya que, la mayoría había decidido quedarse en este pequeño pueblo. Ya de regreso a casa, pasamos por el parque al que solía ir en mi infancia, todo estaba normal hasta que escuché una voz reconocida pero, lo ignore. Sentí a alguien chocar conmigo y al voltearme no pensé ver a esa persona.

-¡Lo siento!- dijo cierta rubia conocida por mí- ¡Linn, eres un estúpido!- gritó Laura al peli-blanco mientras corría tras él, ignorando olímpicamente lo sucedido. Quedé paralizado y boquiabierto, recuerdos de los sueños me atacaron dejando un efecto deja-vú en mí.

-¿Estás bien? ¿Te hizo daño?- preguntó mi mamá preocupada, negué con el ceño fruncido.

-Creo conocer a esa chica, pero no es nada- dije cambiando instantáneamente mi complexión seria a una sonrisa, cambio que provocó una mueca en mi madre que luego cambió también a una sonrisa.

La mañana siguiente me encontraba tirado en el diván de la consulta de Sonia, ella preparaba sus papeles y yo sólo esperaba. Al terminar, se sentó frente a mi y suspiró.

-Cuéntame.

-Ha sucedido demasiado, desde sueños lúcidos, hasta encontrarme con dos de los personajes de estos- suspiré y Sonia me miró con los ojos más abiertos de lo normal- Sí, me encontré con Linn y Laura.

-¿¡Qué!?

Sonreí viendo su expresión y comencé a contarle todo lo sucedido. Sin aún creerme del todo escribía y cada vez su expresión era aún mas impresionada.

-Una pesadilla lúcida, ver a Linn y a Laura, no tener sueño esta pasada noche, me dejaste en shock Mayden- admitió Sonia una vez terminé- Pero, no llego a entender por qué no tuviste sueño anoche.

-No tuve que tomar pastillas, estaba muy cansado- expliqué a lo que ella asintió comprendiendo la situación.

-Laura y Linn, ¿cómo te sentiste al respecto?

-No sabría decirte, quedé muy sorprendido.

-Vale, espero esta consulta te haya ayudado, nos vemos el jueves- dijo ella poniendose de pié, acto que imité.

Me despedí de ella para ir directamente al trabajo, al llegar me puse mi típico uniforme del local. Fué un turno tranquilo como de costumbre, comí algo y al terminar volví a casa. Airon me esperaba moviendo su colita eufóricamente, jugamos un rato y cuándo ya era tarde fuimos a dormir. No pude pegar ojo hasta que decidí tomar las pastillas más caí en un sueño profundo.

Lucid Dreams (#Maytalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora