Capítulo Cinco

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Todo a mi alrededor era negro, no veía nada y me sentía flotando. Extrañamente podía ver mi cuerpo, pero no podía identificar si había suelo, estaba flotando, o que era lo que sucedía. De repente, sentí una respiración muy fuerte en mi cuello. Traté de mirar atrás, pero fué en vano, estaba congelado. "Mayden tranquilo, es solo un sueño" mi mente se repetía para tratar de creérmelo. Sentí algo viscoso rodeando mi brazo derecho, cuándo miré por el rabillo del ojo, era una serpiente, mi mayor pesadilla. Traté de gritar, pero no podía hacer nada, ella subía cada vez más hasta rodear mi cuello. Sentía como habían ráfagas de aire que azotaban a mi lado, de igual manera, la serpiente me estaba ahorcando. Estaba aterrado, las serpientes y estar inmóvil eran mis mayores pesadillas. Escuchaba gritos y murmullos cerca de mis oídos pero, eran diferentes voces las que lo hacían. Estoy soñando, lo sé, pero no puedo despertar. Mi corazón latía a mil por hora y mi respiración se acortaba por cada minuto que pasaba. Comencé a llorar, estaba en una muy mala situación y tenía mucho miedo, no podía controlar mis acciones como normalmente hacía. Poco a poco dejé de respirar hasta que caí inconsciente.

Desperté exaltado y una capa de sudor frío cubría mi cuerpo. Procedí a escribir mi pesadilla lúcida en mi diario y bajé a desayunar. Preparé tostadas y café más traje mis libretas de clase a la mesa. Mientras estudiaba recordé lo que Jose me había dicho sobre dibujar a las personas que salían en mis sueños. Guardé y ordené todo lo que estaba sobre la mesa para luego traer mis cosas de dibujo, rápidamente puse manos a la obra. Los dibujé a cada uno lo más detallado posible, los ojos verdes de Jacob, el gran parecido entre Natalia e Isaías, la baja estatura de Rebekah, el rostro siempre emocionado de Laura y hasta el cabello blanco de Linn. Procedí a dibujar los escenarios del sueño pero, la llamada de Jose me interrumpió.

-Hey tío, ¿qué tal?- saludó Jose alegre.

-Bien, ¿Y tú?

-Bien, quería saber si vendrías con Sonia y conmigo para ir al refugio, quiere adoptar un perrito, ¿te apuntas?

-Claro, ya voy para tu casa- dije para inmediatamente ir a vestirme y salir directo a casa de Jose. Al llegar, bajé y los saludé.

-¿Cómo estás Mayden?- preguntó Sonia.

-Pues, dentro de lo que cabe estoy bien. Anoche tuve una pesadilla lúcida, asumo que querrás dejarlo para el jueves, ¿cierto?

-Sí, es mejor- sonrió y fuimos para el coche de Jose.

Él condujo rápido para el refugio y al llegar nos inscribimos. Pasamos a ver a los perritos, quienes estaban libres en una sala jugando por ahí. Sonia se enamoró rápidamente de un perro color negro muy peludo y mediano. Por mi parte, decidí recorrer la habitación. No tenía planeado adoptar alguno, pero un cachorro castaño con manchas negras llamó mi atención lo suficiente como para querer adoptarlo.

-Lo rescataron hace poco, estaba en la calle y nadie lo quería, ¿Deseas a un integrante más en tu familia?- preguntó la chica del refugio.

-Te hará bien, Mayden- dijo Sonia desde el otro lado de la habitación.

-Sí- sonreí y tomé al pequeñín en mis brazos.

-Vengan, tienen que firmar unos papeles certificando que los van a adoptar y sería todo- dijo la chica y la seguimos, completamos la adopción y llegó el momento de decidir sus nombres.

-El mío será Bruc- dijo Sonia decidida.

-¿Mayden?- la chica me miró y tomé una desición.

-Airon.

-¿Cómo la banda, "Airon Maiden"?- preguntó Jose levantando una ceja.

-Sí- reímos y al concluir regresamos a casa de Jose.

Cuando llegamos, bajé y me despedí para luego volver a mi casa. En el camino, miré a la silla del copiloto y vi a Airon hecho una bolita, durmiendo tranquilamente. Al llegar, bajé una cama y comida que le había comprado allí en el refugio, lo acomodé en mi habitación y jugué un rato con él. Miré el reloj y marcaban las dos y trenticuantro, Airon subió a la cama más se durmió a mi lado y yo hice lo mismo.

Desperté sintiendo el brazo de Natalia rodeando mi torso y su tranquila respiración en mi cuello. Un rato después ella despertó y me sonrió.

-¿Cuánto llevas despierto?- preguntó ella desperezándose.

-No sé, un rato- admití.

-Lo siento por hacerte esperar- dijo y cuándo se dió cuenta de lo que acababa de decir frunció el ceño. Reí y me miró mal.

-Supongo que me debo sentir especial, me has dicho que lo sientes dos veces- ella me miró y rodó los ojos.

-No sé como lo haces- dijo y fué al baño, esperé a que saliera para entrar yo, ella me esperaba en la cama.

-¿Qué tenemos para hoy?- pregunté.

-Nada, enrealidad. Jacob, Linn, Laura y Rebekah van a buscar previsiones, tú y yo nos quedamos aquí por si algo sucede- dijo y se levantó de la cama- Vamos a desayunar, supongo que debes tener hambre- bajamos y desayunamos frutas, limpiamos y volvimos a subir para su casa.

-¿Cuantos años tienes?- pregunté y me senté en la cama, al igual que ella.

-Veinte, ¿y tú?

-Veintiuno- ambos reímos y seguimos preguntándonos.

-¿Cómo es la realidad? Siempre me lo é preguntado- interrogó ella cruzando sus piernas.

-Horrenda, mucho estrés, miedo y demás- dije con desinterés- ¿Que hacen cuándo no estoy?

-Nada, desaparecemos hasta que despiertas- dijo ella subiendo sus hombros.

-Pero, antes de que yo llegara, ¿existían?

-Sí, con otros soñadores- aclaró y asentí.

-Adopté un perrito- dije sonriendo, ella hizo lo mismo.

-¿Cómo se llama?

Airon!- ella rió.

-Me gusta ese nombre, yo nunca he tenido mascotas- admitió y sonreí de lado. Pasamos el día conociéndonos más hasta que iba a despertar, se despidió de mi y bajó.

Airon estaba dormido sobre mi pecho, sonreí y lo acaricié logrando que despertara. Volvimos a jugar, cenamos juntos, vimos televisión hasta que se hizo tarde y fuimos a dormir nuevamente.

Lucid Dreams (#Maytalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora