El Tortuoso invierno recién se calmaba dejando a su paso rastros de cosechas perdidas y animales muertos por su frió y mortal abrazo. Mi madre trabajaba en las plantaciones que se hacían a las afueras de la villa donde la tierra era más fértil y los campos daban frutos de manera más agraciada. Éramos una pequeña cantidad de habitantes sin poder superar los cien, cada año tras el nacimiento de algún bebe curiosamente por la edad o alguna enfermedad incurable algún anciano fallecía era como si la muerte se pusiera de acuerdo a no dejar que aumentara la cantidad de pueblerinos de la zona cubiertos por las imponentes lomas que nos protegían como muros vigilantes regalados por la naturaleza.
En medio de la villa adornaba un sendero hecho por el pasar de las mulas y las cajas arrastradas por los trabajadores. Ya marcaban años y años de camino que llegaba a los pies de una puerta desgastada y sin pintar. Dentro, mi abuelo ocupaba levantar los troncos que eran para las brasas, me entretenía mirar cómo iba de acá para allá trastabillando el paso, ya era viejo pero tenia una posición importante en el lugar, como anciano era considerado mas culto y con mayor supremacía, todas las mañanas se reunían todos los ancianos en una de las cabañas para discutir como mejorar el sistema de cosecha y expandirnos, cosa que nunca terminaba por concretarse, no querían salir de la zona de confort que había funcionado por años, pero este año era distinto se le otorgo la palabra a Michel, uno de los jóvenes exploradores que había dicho haber visto aldeas justo al terminar la ladera a una hora de nuestro territorio.
Me abrigaba una sonrisa al terminar mis labores del día por fin después de tanto tiempo encerrado ya podría salir sin tener que pasar por el riesgo de congelarme o terminar como alguna de las vacas de la vecina, mi familia era la única en el pueblo que tenía los cabellos Castaños era algo genéticamente codificado en mi sangre ser físicamente igual a mi abuelo, mi hermana Penélope y yo solíamos sentarnos bajo la luz de una vela a escucharlo narrar historias y fabulas muy famosas de la zona entre esas historias mi favorita era la del espectro que rondaba entre las sombras paseándose por cualquier lugar , cualquier rincón y de cualquier tamaño que el ser quería, llevaba un suéter tejido en negro para no ser sorprendido nunca y sigilosamente raptaba personas que se encontraran solitarias, las llevaba a la sombras y desaparecían para no dejar ningún rastro. Muchas historias se paseaban entre las reuniones familiares, mi madre odiaba que mi abuelo contara esas historias así que nos escabullíamos por las noches a la entrada de la casa para escucharlo casi en susurro e iluminados por una vela con una llama casi mortecina.
Cada mañana mi madre me preparaba un tazón de avena y acariciaba mi cabello mientras evocaba la misma frase cada mañana "cuando seas mayor serás tu quien acaricie mi anciano Cabello pero mientras seré yo quien lo haga " se echaba a reír y levantaba de la mesa. Como era normal llevaba a Penélope para que la ayudase en la plantación; Todas las mujeres jóvenes de la villa debían aprender a cosechar y labores de la barraca mientras que los hombres debían aprender caza, pesca y defensa en caso de algún intruso no deseado o por el simple hecho de aquel rumor de que seriamos invadidos por tropas de otros países que declararon la guerra a Bulgaria pero solo eran cuentos de aquellos que salían al camino y volvían con la locura del bosque.
Al Bajar la Ladera se podía ver a Michael y un grupo de exploradores ir de caza y esta vez iban a investigar la población nueva que se estaba asentando a no mucho de la nuestra. Michael era de complexión fuerte, la chicas decían que era guapo y los adultos que era un "muerto en vida" por su aptitud desafiante lo llevaría a acabar muerto a las orillas de algún camino. Salieron a pie enviando a caballo un visor, el cual avisaría si había algún peligro latente enviando un águila por los cielos la cual con su canto alertaría las tropas a retroceder, detrás en el grupo caminante iba un par de rastreadores bastante experimentados ya de algunos años, el entrenador de perros con tres sabuesos el cual los soltaba cuando ya estuvieran adentrados, tres cazadores a distancia lo seguían muy de cerca y al final Michael armado con un hacha cuidando la retaguardia junto a el iba el encargado de registrar en el mapa las zonas nuevas y actualizar las rutas, esta formación les aseguraba no ser flanqueados nunca con el mas fuerte al final. Era un espectáculo que no logre ver en acción, solo en historias.
Ya caída la tarde el grupo estaba de vuelta como en todos sus viajes cortos, traigan consigo dos ciervos y alguien mas los estaba acompañando, un hombre anciano, corrí hacia el pueblo avisando que el grupo estaba de vuelta, los ancianos ya los estaban esperando, ingresaron a la cabaña y pasaron hasta el anoche hay dialogando, ya de vuelta me escabullí junto a Penélope para escuchar a mi abuelo que le contaba a mi madre que el anciano se había ofrecido en su aldea a hablar con los ancianos de la nuestra como propósito de intercambio de recursos y estos aceptaban los términos por necesidad y la expansión que tanto se había deseado establecer.
Los Viajes se hicieron mas constantes, varias personas comenzaron a llegar para residir en nuestras tierras y otros migraron a las suyas, los caminos habían sido limpiados y se colocaron centinelas en cada punto de control, se hizo tan seguro que hasta los niños podíamos ir andando entre los caminos sin problema alguno. Mi madre nos permitió ir siguiendo la tropa de Michael a una distancia que no estorbáramos, estábamos muy emocionados, al pasar el arrollo sabíamos que faltaba poco, ya lo habíamos escuchado en cuentos, el arrollo indicaba que estábamos muy cerca, al llegar habían colgado velas de cera una cerca de la otra con una cuerda que iluminaba los caminos entre cabaña y cabaña y tenían en medio de un terreno un grupo reunido, un hombre escupía fuego por la boca, cada vez que rugía como un dragón, llamaradas de fuego saltaban he iluminaban mas el lugar, todos miraban atónitos el show, una mujer comía espadas y otro saltaba sobre brasas ardiendo sin hacer una mueca de dolor, era todo tan mágico, tan irreal, la gente reía, las sombras danzaban sin parar, hombres tocaban tambores y de repente todo entro en silencio perpetuo, el rostro de Michael dejo a todos petrificados, estaba completamente lleno de sangre, iba mal herido.
- ¡¡¡Nos atacaron los demonios!!!-
No paraba de decir eso una y otra vez, los mayores lo auxiliaron, lo llevaron a una de las cabañas pero la sangre en el suelo dejaba dicho que ya había perdido gran parte de su vida en ella, esa noche Michael estaba muerto entre alaridos y palabras sin sentido por la mañana la tensión se sentía, nos disponíamos a partir, un grupo de reconocimiento llevaba el cuerpo envuelto en sabanas para ser enterrado en sus tierras, a primeras horas el grupo se estaba adentrando en el bosque, pasando el arrollo vimos el humo a nuestras espaldas, algunos del grupo corrieron a la aldea, las llamas se extendieron tras nosotros, los restantes decidieron avanzar al escuchar los gritos, no eran de agonía ni miedo, era de guerreros y se estaban acercando avanzamos rápidamente lo mas que se podía con un cuerpo a cuestas, cuando llegamos el pueblo estaba en llamas, destruido, cuerpos despedazados por todos lados,
Un humo espeso brotaba detrás de las montañas avanzando rápidamente iba hacia las plantaciones, algunos de los hombres corrieron revisando cabaña por cabaña, Penélope no paraba de llorar, corrimos hacía nuestra casa, estaba toda derrumbada, entre trozos de madera estaba mi abuelo, agonizaba de dolor, una enorme herida brotaba de su pecho burbujeando sangre negrusca, este al verme no me reconoció, verlo hay tirado muriendo me provoco ira y mucho miedo, Penélope trataba sin conseguirlo de parar el sangrado, se lleno la ropa de sangre y vimos a nuestro abuelo morir, buscamos por todos lados a mi madre sin encontrarla, no estaba, se la habían llevado, corrimos buscando el humo y nos encontramos junto al risco vista al mar donde solíamos pescar, hay estaban eran vikingos parecían bestias salvajes llenos de sangre tenia a personas arrodilladas, entre ellos estaban los que fueron a ver las plantaciones, el mas alto de todos tenia un mazo y lo soltó encima de uno de ellos despedazándolo, mientras otros dos violaban a una mujer y un tercero la apuñalaba repetidas veces en el abdomen, uno de los hombres trato de correr, el de la maza reía hizo una seña y su compañero disparo una flecha dando de lleno en la cabeza del hombre, estos reían descuidados y uno de los hombres salto y le saco un ojo al de la maza este cayo al suelo gritando los demás arremetieron contra el hasta matarlo, todos los que estaban prisioneros saltaron hacia sus captores matando al que llevaba el arco pero nada mas de hay, los que se entretenían con la mujer la dejaron y atacaron el grupo matándolos a todos, Penélope no paraba de buscar a mi madre entre el grupo, yo ya sabia que no estaba hay, uno de los hombres logro vernos y comenzó a correr hacia el risco, tuvimos que huir.
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Stefan (el Tzimisce de Bulgaria)
VampireCuando las heladas tierras del pasado hacen estragos y el invierno te arrebata todo a tu alrededor por el abrazo desconsolador de la muerte solo queda resignarse y esperar tu turno para morir. Para Stefan la hora había llegado. De manos de un descon...