The Day I Came Out

Capitulo 15

Magnus nunca a corrido tan rápido en toda su vida, duda que siquiera haya corrido en algún momento después de los 5 años, pero eso no significa que el maldito no sea rápido, muy rápido. 

Puede sentir el sudor cayendo por su nuca cuando abre la puerta de otra aula, se tropieza varias veces consigo mismo, para su suerte los pasillos están completamente vacíos, así que nadie ve eso y se puede burlar de él. 

Va por todos los sitios que se le ocurren, todas las aulas de clase de los diferentes pasillos de el instituto. Cuando está a punto de abandonar su lucha por encontrar a Alexander, tropieza con un hombre alto. 

El choque lo hace retroceder un par de pasos, cuando levanta la vista para pedir perdón se queda petrificado, hay algo en ese hombre que le es ridículamente familiar, y al mismo tiempo quiere salir corriendo y no volver la vista atrás.

-¿Algún problema Sr. Bane?

Un ligero acento británico lleva la mente de Magnus volar hacía unos ojos azules profundos y hermosos, cuando vuelve a inspeccionar el rostro del hombre delante suyo es cuando realmente siente que sus pies se han quedado paralizados en el suelo, y el miedo de que algo pasara se hizo cada vez más real.

Por que el hombre que tenía delante era Robert Lightwood, el padre de Alec, el mismo padre que había dicho que los homosexuales deberían ser encerrados para que no contagiaran su enfermedad por el mundo en adelante, delante de su propio hijo. 

- He dicho ¿Algún problema señor Bane?

Magnus niega con la cabeza, cuando va abrir la boca puede observar una mancha roja destacando en la pulcra camisa blanca, mancha se cubre por el grueso abrigo gris de Robert, pero nada escapa de la vista de Magnus. 

- Bien, entonces vuelva por donde a venido.

Magnus siente sus pies moverse lentamente haciendo el recorrido inverso del que había hecho hacía apenas unos segundos. Siente la mirada del profesor de Lengua clavada en su nuca, como si en cualquier momento se le fuera a echar encima. 

Acelera su paso por los pasillos hasta que por fin se pierde de la vista de la vista del padre de Alec, se siente extraño, por que jamás a estado tan preocupado por alguien en su vida, ni siquiera cuando Ragnor desparecido por casi un mes. Es aun peor por que siente como su corazón se acelera contra sus costillas y como las ganas de matar alguien se apodera de él cuando piensa siquiera en la idea de alguien haciéndole daño a Alec.

Camina en silencio por los pasillos del instituto, a punto de volver a su clase cuando un lastimero quejido sale del baño.

Y la curiosidad mato al gato.

Se mete por la estrecha puerta del baño, todavía en absoluto silencio cuando lo ve, está tirado en el suelo, tiene su cara manchada de sangre y no puede parar de llorar. 
Ver a Alexander de esa forma se siente casi mal, lleva días yendo a clase con él, sabe perfectamente que tan buen líder es, que tan fuerte aparenta ser. Verlo frágil y pequeño, metido en el baño se siente más intimo de lo que jamás nada se ha sentido.

-Alexander. - Dice con suavidad, casi un ronroneo, que hace que el hermoso ojiazul levante la mirada. 

Cuando Alec va a abrir la boca Magnus lo detiene, agachándose y poniendo un dedo sobre sus magullados labios. 

-Lo se todo cariño, no tienes que ocultarte, no de mi.