PROMISE •|| K S J ||• |×Pausada×|

No es nada

JungKook

Estaba algo pasmado al oír aquello salir repentinamente de su boca, no sabía que hacer ante tal situación y dudosamente los invité a pasar.

— ¿Van a pasar?, no se queden ahí y pasen por favor. — Me hice a un lado y cedí el paso.

— Ya nos debemos ir, ¿verdad ChimChim?.

El recién nombrado la miró extrañado.

— ¿Qué no te querías quedar a conocer gente nueva?, pues ponte alegre, que eso es lo que precisamente haremos.

— Pero Mochi, ya va a llegar Chan y sabes cuánto lo extraño.

Yo solo miraba todas y cada una de sus acciones, a la par que prestaba atención a su conversación, no entendía lo que sucedía. Por lo que decidí carraspear un poco la garganta ganandomé la atención de ambos hermanos.

— ¿Se van o se quedan?.

— Nos vamos.

— No ___, nos quedamos, quiero aclarar algo y eso haré; vamos entra.

Estiró a ___ del brazo, mientras ella trataba de ir en la dirección contraria, ¿qué hice para que no quisiera mirarme?.

— ¿Jimin?. — Llamé su atención, causando que pare y gire la cabeza en mi dirección. — Yo la llevo.

— No te preocupes Jungkook, pero yo puedo sólo, es que ésta niña es algo testaruda y caprichosa.

Sonrió, para luego dejar de hacerlo al momento en el que se oyó el portón de la casa abrirse, por lo que supuse que el hijo del señor Kim había llegado, iba a verlo por primera vez en todo el transcurso de mi visita por aquí. Me daba algo de curiosidad conocerlo y si es posible, llevarme bien con él.

Volteé en dirección hacia aquel sonido molesto a causa de los engranajes oxidados y mi curiosidad se fue al bote de basura, era el mismo niño que no sabía apreciar lo bonito.

Por lo que veo no traía un buen humor el día de hoy, estaba con la mirada clavada en algún punto del suelo, miró en dirección a nosotros. Pasando su vista por cada uno y deteniéndose en mí.

— ¿Qué haces en mi casa?.

— Me mudo, simplemente eso.

— ¿Debías ser tú exactamente el hijo de los compradores?.

— Lo siento, el mundo es un pañuelo así como también da vueltas.

— Ay no me digas, ¿sabes?, ahora mismo no estoy para escuchar a niños tontos.

— A ver, el tonto no eres tú y mucho menos yo, ambos somos niños de la misma edad o incluso diferente, pero que no sepas controlar tus emociones y las quieras descargar con alguien no está bien hecho. Sé algo más consciente de tus actos amigo, algún día te arrepentirás de haber hecho semejante cosa pensando que no te traerían consecuencias. Si me permiten saldré un momento.

— ¿A dónde vas Jungkook?. — Ella me miró algo suplicante, necesitaba saber identificar la lectura de sus ojos, pero para mí es algo difícil mirarla sin perderme en sus ojos color café.

— ¿A qué se debe tu pregunta ___?.

— Nada, solo quiero ir contigo para conocerte un poco más.

Asentí, ella comenzó a caminar pero aquel niño la detuvo, tomando su mano y estirando de ella a quién sabe que lugar de la casa. Jimin y yo nos quedamos algo sorprendidos, la actitud de aquel amigo suyo no me estaba gustando.

Park ___

Jin me estiró hasta llegar a un pequeño cuarto vacío, por lo que supuse que era la habitación de invitados. El lugar estaba algo oscura por la falta de ventanas y la entrada de la luz solar.

Sentí como Jin sujetaba mis hombros firmemente haciendo que mi espalda choque con la pared, dejándome sin escapatoria alguna entre sus brazos.

— ¿Qué tienes?.

— ¿Qué se supone que debo tener?.

— No me respondas con otra pregunta ___, dime que te pasa, ¿estás enojada?.

— No es nada.

— ¿Por qué me evitas?.

— Jin aún no ha pasado ni dos días y piensas que te evito.

— Sí lo haces, si no lo hicieras irías conmigo a la plaza. Y no pongas escusas de que no fui a buscarte, que sabes muy bien que puedes ir por tu cuenta.

— ¿En serio quieres la verdad?

— ¿Piensas que no hago ésto por querer volver a hablarte?.

— Si te digo la verdad ambos saldremos perdiendo, ni tú ni yo ganaremos nada.

— Sabes que me iré en tres días ¿no?.

— No, ¿qué no te ibas dentro de un mes?.

— No, si me iba dentro de un mes los futuros dueños no estarían viniendo seguido para ayudar a remodelar la casa. ¿Sabes?, no quiero irme y dejarte sola. No me siento bien conmigo mismo al saber que te enojaste por un pequeño detalle.

— Para mí no fue eso Jin, ¿cuánto más vas a tardar en comprender y analizar las cosas detalladamente?.

No sabía perfectamente lo que decía, pero mis labios no podían formular otras cosas que no fuesen lo que mi corazón y mi mente les dictaba.

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Trataré de actualizar los viernes, no les prometo que será todos los viernes.