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-¿Psicólogo?

-Creen que es la mejor opción.

-Ya veo.- Respondí, mirando como estira la mano hacia la bolsa de papas que hace unos segundos había traído, alejándola de su alcance.

-¿Que?

-Vas a engordar. Y tendré que llevarte rodando hasta la escuela.

-Lo dice el que siempre come papas en mi casa.

-La comida es amor.- Respondo.- Las papas son comidas, por lo tanto, las papas son amor.

-Si, lo que tu digas, Ren.- Me responde, sonriendo al ver que pronuncia mi nombre. Mire de reojo su gato, no me gusta la idea de reemplazo, en realidad siempre vi a Jaakuna mover su nariz con alegría al verme, dando saltos en su jaula y esperando a que la saque. Haciendo un desorden entre ambos antes de que Gakushuu nos regañara y nos sacara. Riendo y conversando con ella sin esperar respuesta, hasta que Gakushuu nos volviera a dejar entrar, esta vez más tranquilo, y uniéndose un poco a nosotros.

Que lastima que ya no este. Nos estaríamos divirtiendo y sacando sonrisas a Gakushuu, porque al igual que ella, no le gusta ver a Gakushuu serio y perfecto todo el tiempo.

Ese maldito Akabane, no sabe lo preciado que era ese conejo para Gakushuu, pero ni modo, ¿que le voy a estar diciendo a ese pelirrojo estúpido? ¿Que lo resucite? Neh, mejor le ahorro otra pelea de la que tenga que salvarme Gakushuu solo por no saber como defenderme. Pero tengo que aprender, ¿de que forma voy ayudarlo?

Mire a este unos segundos, observando sus facciones relajadas, su respiración normal, aveces inhalando un poco más de aire. Pero sin perder su toque relajado, mas bien parece que esta recordando el pasado. Sonreí ante ello, aunque nada me asegura que eso demuestre que esta completamente bien. Solo descansa de la presión.

-¿Tu gato juega?

-Rasguña.- Me responde, levantando su mano con pocas curitas.- Acerca la mano y te rasguñara.

-No puede ser tan malo.- Respondí, levantándome para ir por el.- Los gatos me adoran.

-¿Si? Te lo regalo.- Menciona, sonriéndole, quitando el seguro, notando que no ha comido nada de sus croquetas. Tal vez no confía en que sean sanas.

Lo tome.

-¡Ahí, ahí, ahí! ¡Tranquilo!.- Chille, mirando sus uñas clavarse en mi piel, sin poder aguantar que me siga rasguñando antes de soltarlo y que se oculte en quien sabe donde.- ¿Viene del mismo infierno o que?

-No lo se, es callejero.

-Con razón.- Dije, agachándome para verlo y sujetarlo atrayéndolo a mi. Sujetándolo de la misma forma en la que sus madres toman a sus crías con su boca. Pero con los dedos obviamente.- No parece comer. Veamos.- Tome una croqueta.- Mira, son nutritivas.- Le dije, aunque no podrá entenderme, sin embargo se la enseñe y la puse a un lado de mi cabeza, girando esta para que la vea. Abriendo la boca para interpretar que me la como, haciendo caras de satisfacción para que me crea. Sin notar ni un cambio, solo intentaba soltarse de mi, termine tomando la croqueta y poniéndola en su boca e intentar que pase de sus dientes y colmillos.- ¡Comete la, estúpida!.- Me queje, sintiendo como rasguña mi mano, y mi rostro, soltándola y como patea mi rostro.- ¡Oye!.- Me queje, abriendo los ojos, observando a Gakushuu sonriendo y aguantando una carcajada.

Olvidando mi rabia y derrota por ese pequeño gato o gata. Quien sabe y ahora no me importaba.

Por favor no dejes que un idiota te quite tu sonrisa y tu felicidad, intentare todo lo que tenga a mi favor para regresar la.

Porque a final de cuentas.

Te quiero, Gakushuu.

Gato. (AU) (¿Asakar/Karushuu O Sakashuu?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora