El Nuevo Dictador -END- {paperhat}

tu futuro

Cap 14

Black hat estaba molesto cada paso que daba la mansión temblaba, fulminaba a todos con la mirada sabia que flug se volvía un estorbo, para el y para todos en la mansión, tendría que decirle que no volviera, pero no sabia  si eso era otro error, para el demonio no lo era, pero apenas era viernes y tenia que esperar al doctor para decírselo por otra parte había una amenaza que en realidad le molestaba, un intento de organización al mando de slys el dictador molesto, no era mas que un juego por parte del dictador, pero sus clientes, los villanos se interesaron en esa organización

—me robo mis clientes!

Se había recuperado de una crisis como para que el intento de villano quisiera iniciar otra

—señor—dijo traviss quien estaba frente al demonio—tengo la información que solicito

—dime lo mas relevante

—slys parece ser algún familiar o amigo del señor Galitzin, gobernador de Rusia, muchas personas lo llaman suggar daddy de slys, parece ser la única persona en la que confía el dictador, no hay mucha información acerca de este, apareció de la nada, no muestra su rostro y no se sabe si slys es su verdadero nombre o apellido, es un misterio para el mundo y eso llama mucho la atención

El demonio sonrió ya se había ideado un plan que haría sufrir a slys y así hacer que este le tuviera miedo como siempre todos los villanos hacían, de verdad ansiaba oír la voz arrepentida del dictador, esa voz que lo desquicia por no saber que siente exactamente nunca le había pasado y no permitiría que existiera un ser que lo confundiera, con suerte pudo salir del bucle en el que lo había metido flug. Sería el colmo para el que alguien se subiera a su nivel e intentara hacerlo caer, pero tampoco pensaba matar al pobre, lo tendría como mascota hasta el resto de sus días

—Muestrame fotos de ellos

—no hay mucho que mostrar señor, de hecho nada

—no me dijiste que llaman mucho la atención?!

—si pero las personas les tienen tanto miedo que prefieren no tomar fotos

Eso hizo enfurecer mas al demonio, no había conocido a alguien que implante temor en toda una nación, alguien que con solo estar presente lograba que temblaran todos, nadie aparte de el, no le gustaba para nada ese tal slys

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—flug? —dijo el anciano asomando su cabeza por la puerta del laboratorio para después ver como se abalanzaba el doctor sobre el seguido de un fuerte estillodo detrás de ellos

Ambos estaban en al suelo uno a un lado del otro mientras el doctor reía

—Funciona!—grito estirando los brazos hacia arriba en modo de festejo

—tenia que explotar?

—si!—dijo mostrándole una pequeña bola negra del tamaño de un frijol—es una bomba, pero no una normal, esta detiene la regeneración

—para que?, no ahí personas que se puedan regenerar

—conozco unas cuantas, pero dime ¿para que me buscabas? ¿Y acaso me llamaste flug?

—que, no y bueno, recuerdas el avión del que te hable?

—si—dijo con un brillo en los ojos

—esta en el patio ve a pilotarlo— sonrió y le indico al doctor con una seña que fuera

El científico brinco de la emoción y abrazo a quien consideraba papá, hace mucho no lo hacia ya había olvidado la calidez de un abrazo, le sonrió y salio corriendo al patio

Una vez ahí, no pudo dejar de mirar el avión y no pudo esperar mas para entrar, era de esos que le faltaban en su colección, todo parecía que estaba en su lugar, podía oler la pólvora y la adrenalina de ese avión, sucesos de guerras pasaron por su mente sin poder esperar mas encendió el avión y tomo el volante con determinación uso la carretera como pista para comenzar a surcar los cielos

El anciano miraba contento por un ventanal al doctor haciendo piruetas en el cielo, que presumido pensó y sonrió aun mas feliz

—que bonita despedida—se escucho detrás de el una voz maligna que lo hizo estremeser, lentamente dio vuelta encontrándose con lo que nunca se imagino

—b-black hat, a que se d-debe su visita?

El demonio río malvadamente para después centrar su vista en el anciano que temblaba frente a el

—sabes, pensaba matar a slys, pero me servirá después, en cambio tu estas aquí

—q-que?

—el dictador es una molestia para mi, no tengo nada contra ti pero—sonrio— quiero verlo sufrir por intentar igualar mi poder aun siendo humano

—el no quiere igualar su pode- el anciano sintió un extraño frío en su estomago e intuitivamente bajo la mirada notando la sangre que escurria de su estómago—ya te igualo—hablaba con dificultad— y t-te molesta reconocerlo, pero debes saber que pronto te superara...

Alekander se quedo sin aliento pero en sus ojos aun había vida, con asco y furia el demonio saco mas tentáculos de su espalda para atravesar lentamente el débil cuerpo del anciano, lo hizo una y otra ves mientras reía, la sangre se expandía y aunque los ojos de alek ya no tenían vida aun sentía la necesidad de seguir

—los humanos son tan debiles—se limpio la sangre de su saco con asco—y te através a mancharme con tu sucia sangre?

El cadáver del anciando por suerte seguía completo y así lo quería el demonio

—quiero que slys vea tu cara de dolor, ojala lo hubiera hecho mas lento—black hat saco del interior de su saco una carta y la puso en el rostro de alek para después irse

Los minutos pasaron y los gritos felices por parte del doctor quien apenas entraba se hacían notar

—alek!, alek!,¿donde estas?—corrió a la habitación de este y de un portazo abrió — debiste haberme vis-

La vista del doctor se nublo y las lágrimas salieron, el cuerpo sin vida enfrente suyo era la peor escena que pudo haber vivido, pero se hizo mas horrible cuando vio la carta con el sello de sombrero... se acerco al cuerpo y retiro la carta con desesperación la tiro lejos

—ALEK!, ALEK!—gritaba fuertemente mientras se arrodillaba sin importar la sangre— ES UNA BROMA VERDAD?!—comenzo a sacudir su cuerpo con desesperacion— ALEK DESPIERTA!—con dolor abrazo fuertemente su cuerpo y las lagrimas no paraban de salir —ALEK NO ES GRACIOSO!—su garganta comenzaba a doler—alek... Alek...

Pétalos negros volaban en la habitación dando un ambiente triste a la escena, un hombre que gritaba de dolor y deseperacion

—te matare!—dijo mirando la carta