mi error fue creerle

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Cap 29

Miércoles por la mañana, el dictador sabia que tendría que ir a la mansión de su enemigo pero el planeaba ir y volver para cumplir con el trato y no dejar al doctor mas de dos horas fuera, esperaba que Traviss pudiera ser útil por lo menos una vez en su vida y que haya completado la tarea que le pidió, le costo su dignidad así que mas valía que así fuera, sin mas tomo el control el cual aun le costaba dominar ya que tenia demasiados botones y nada más sabia cual era para ir a la mansión de black hat y para volver, sin más presionó uno de los tantos botones libre de preocupación ya que había solucionado todo para poder ser oficialmente el gobernante de Rusia, además de que Histeria se estaba encargando de Maxim, solo quedaba esperar para saber que se hará, si el joven se retracta y se disculpa para así cancelar la guerra o sigue firme con su decisión y poder declarar la guerra oficialmente

El dictador de un momento a otro ya estaba en su habitación en la mansión del villano, como era normal un sentimiento de asco corría por todo su cuerpo, se preparaba mentalmente para poder plantarle cara a black hat sin que hubiera necesidad de que Flug tuviera que intervenir, se dirigió a la puerta de su habitación para así poder salir de esta y buscar a Traviss, cosa que fue muy fácil ya que el joven al escuchar la puerta de la habitación de Flug cerrarse corrió a esta para ser el primero en saludar a su amado

Los ojos azules del científico brillaban con amor en ellos, escondio sus manos temblorosas detrás de su espalda, sus mejillas sonrojadas delataban lo nervioso que estaba, sonrió dejando a la luz sus blancos dientes cual perlas

Es tan lindo, su cabello dorado como el oro combinaba a la perfeccion con el azul de sus ojos, pensaría el cursi de Flug, pero el dictador solo rodó los ojos con fastidio y suspiro con pesadez bajo la bolsa intentando no ser evidente

—¡h-hola Flug!

hola traviss— dijo con el tono de voz dulce con el que se acostumbró hablarle—dime ¿tienes lo que te pedí?

El tiempo para el era oro y desperdiciarlo haciendo una conversación con el científico seria un error, el dictador solo quería volver a Rusia lo antes posible pero para hacerlo necesitaba la sangre que le pidió a Traviss, este solo asintió ante la pregunta y saco la bala de su bolsillo mostrándosela, pero cuando Slys intento tomarla el otro la aparto sonriendo de manera inocente

—si te la doy te iras, además tenemos un trato, quedate más tiempo después te la daré, podrás mostrarme tu rostro y podremos- podrás irte—se corrigió rápidamente

El dictador sonrió bajo la bolsa, el chico frente a el le pedía justo lo contrario que el debia hacer, no debía quedarse mucho tiempo, pero ¿quería?, mirar a su enemigo, desafiarlo con la mirada, bajarle el orgullo, revelarse ante el, si, definitivamente quería, así que asintió con satisfacción y camino hacia las escaleras con el menor siguiéndolo dando saltitos

si esa bala se cae juro que te ma—guardo silencio de inmediato, no era sensato amenazar a una persona que tiene en sus manos lo que uno quiere

—perdón no escuché, ¿que dijo?—pregunto cunfuso

que tengas cuidado, puedes caerte en las escaleras, seria una pena si eso pasa— eso ultimo lo dijo sonriendo con malicia

El otro estaba mas que feliz, su corazón estaba dando muchos vuelcos pues su amado se preocupaba por el y saber que accedió ante su capricho de quedarse no hacia mas que aumentar el amor que le tenia al dictador, el dictador ya se había preparado para escuchar gritos y gruñidos por toda la cocina y comedor pero al estar ahí nada de eso paso, extrañado los busco por todas partes con la mirada pues tenia un presentimiento que le decía que algo malo estaba pasado y si eso fuera así ¿por qué tendría que preocuparse por ellos? Sabia la respuesta, por Flug, son personas o cosas importantes para el y que algo malo les pase y el dictador no hacia nada solo haría que Flug lo odiara si no es que ya lo hace a decir verdad también se preocupaba un poco por el par de sopencos aunque no quisiera admitirlo, eran como niños que se habían ganado un poco de aprecio por parte de Slys en especifico 5.0.5 con quien podía ser libremente el y no decía nada a nadie, eso y además no podía, si alguien sabia de su existencia ademas de Lucifer podría ser el oso azul

Solo basto unos minutos en completo silencio cuando pudo escuchar un irritante grito agudo que se acercaba lentamente, no pudo ni siquiera voltear a ver que le pasaba cuando Demencia se abalanzo sobre el, sonreía y enrollaba su cabello por el cuerpo del dictador, después lloraba y apretaba más su agarre haciendo que el dictador perdiera el aliento por lo que se quito con rapidez y facilidad algo que sorprendió a la chica y al científico

Demencia lo miraba de arriba abajo, ladeando la cabeza con curiosidad para después cruzarse de brazos y fruncir el ceño, mientras que una sola palabra pasaba repetidamente por la mente del dictador "bipolar"

—se ve que tu nuevo dueño si te quiere

—¿que? ¿Dueño?

la forma en la que te vistes cambio, te ves más elegante, como alguien importante, pensé que nunca diría esto pero te ves más poderoso, como un verdadero villano, ¿desde cuando eres tan guapo?

no has visto mi rostro...—rodó los ojos

—me refería a tu cuerpo, tienes un buen cabus (trasero) y con esos pantalones negros se ve perfecto, además que esa camisa roja luce muy bien con esa corbata negra y los guantes negros te hacen ver más sofisticado, sexy—termino diciendo lavantando las cejas repetidamente

—¿estas bien?, alagos de tu parte no son comunes

—¡no! ¿tu estas bien?, que no me regañes por hablarte de esa manera es  extraño, ¡te comportas muy raro últimamente Flug!

Slys la miro extrañado ¿tan obvio era?, el día seria largo sin duda, suspiro y les dio la espalda a los presentes mirando por donde llego Demencia con la esperaza de que también viniera el oso, cosa que no paso

—¡DEMENCIA!

se escucho a las espaldas del dictador el cual reconoció esa voz de inmediato, la chica por su parte dio un respingo para despues salir corriendo y gritando de igual manera que cuando llego a la cocina, al igual que Traviss a quien vio correr en dirección opuesta a la chica, Slys sonrió pues podria pasar tiempo solo en esa mansión o eso creía hasta que escucho la gruesa voz del villano llamarle

—¿para que necesitas el libro?

El Nuevo Dictador -END- {paperhat}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora