CAPÍTULO 7

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La torre de pisa. (Noa narra)

Cuando volvíamos al campamento base, la conversación no surgió en ningun momento, queria preguntarle por aquella misteriosa roca que habia rozado mi ligero y suave coño.  Aquellos instantes parecieron una eternidad para mi, me levanté de manera muy rápida de su blando cuerpo y me incorporé para quitarme el polvo del suelo.

Una vez llegamos al campamento base, le quise preguntar por lo que habia pasado minutos antes, bajo el naranjo. 

-Eh... Oye, respecto lo ocurrido antes...

-Olvídalo, ha sido un fallo mío, bueno, de mi penecito, así que dejalo ya, no quiero hablar de eso. Comete el desayuno si quieres y dejame dormir la siesta. 

Se comió el plátano en silencio observando el suelo y se tumbó para dormir. Yo hice lo mismo, me comí el plátano empezando por la punta, dando pequeños mordisquitos, hasta que los 10 centímetros finales me los metí por completo en la boca, y emepecé a comermelo, tumbada, observando el cielo, con las hojas del suelo entre mis pelos, estaba mimetizada con el ambiente. Por primera vez entraba en contacto directo con la naturaleza, yo era ella, y ella era yo. 

Tras un tiempo reflexionando sobre mi pasado en Barcelona, me di cuenta que echaba de menos una gran necesidad del ser humano, el sexo. Me acordaba de mi novio, pero en aquel momento no podia pensar en él, su micropene no era nada comparado con el enorme bulto que tenia Luka bajo sus pantalones. Por ese hecho decidí lanzarme al vacio, queria descubrir ya que se escondia tras ese pantalón, me levante con el coño chorreando y me dirigí hacia su posición, me tumbé delante de su miembro y lo cojí con mi mano, era más grande de lo que pensaba,casi no llegaba a cogerlo del todo y eso que aun estaba en reposo,le palpé todo el miembro de arriba a abajo, de los huevos a la cabeza, emanaba calor humano.Pasado un tiempo empezó a agrandarse y lo agité como si de un bote de nata se tratase, sin descanso. Notaba como su piel subía y bajaba por aquel tronco, tan similar a la torre de pisa. Tenía mucho miedo, nunca antes había vivido una sutuación similar. No sabía que iba a pasar. Entonces, le bajé el pantalón para observar el tesoro que había estado intrigandome desde que llegué allí. Vi una torre inclinada, era todo un monumento, con unos pilares muy solidos. Le bajé la piel hasta los huevos y empecé a tocarle con mis dedos la punta, el último piso de aquel rascacielos. Seguí mi trabajo en la construcción, la piel subía y bajaba de manera frenética por aquella flauta, y tenia ganas de tocar una simfonía propia, queria que las notas salieran del instrumento, quería crear la mayor banda sonora que nunca haya conocido aquel bosque. Y en efecto, los gritos de placer empezaron a corear una simfonia casi perfecta,eramos como los músicos del titanic, no dejamos de tocar hasta el final, sus gritos fueron aumentando progresivamente hasta que solo se escuchaba su voz por todo el bosque. 

Cuando empezó a salir el yogur de aquel sitio, me alejé por miedo a que me pintarrajeara la cara, pero la emoción del momento me impidió parar de bombear. Me di cuenta de que Luka estaba despierto cuando cogió mi mano para indicarme que era el momento de acabar. El orgasmo de Luka ya había finalizadp. Miraba con asombro como él seguía aún con los ojos cerrados y los labios entreabiertos, incapaz de asimilar el hecho de haber provocado un  orgasmo en él.

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