Las calles de corea a esta hora tan tarde y muy iluminadas para una castaña corriendo hacia la tienda de conveniencia 24hrs. Porque normalmente el ramen se le daba después de unas largas horas de estudio.
le causaba risa el sonidito de la campanita de la puerta al ser abierta, realmente el coreano de la chica era básico siempre de las arreglaba para leer distintos tipos de ramen.
Con las mejillas con marcado rosa por el fuerte frío habló—Disculpe...— tocó el hombro de un tipo fornido y completamente de negro, chaqueta y un gorrito negro parecido a los de pescador..
El tipo solo volteó a verla entre asustado y confundido, agarro de nuevo su cubre bocas, quedándose en silencio esperando a que la chica hable..
—puede decirme por favor, ¿Donde está el ramen de pollo picante?—la castaña sonrió aún extrañada y hizo de lado la cabeza como un perrito de la calle pienso un premio con sus ojitos brillantes.
El tipo únicamente apuntó a un lugar en concreto y la castaña intentó seguir el dedo largo
—Oh, ya lo he visto. Muchas gracias ¡provecho!— el pelinegro aún con su dedo estirado asintió.
La chica en saltitos y feliz corrió por su sabrosa cena. Sabía que era poco común que entendieran su inglés así que está agradecida.
Ya en la caja recargó sus aperitivos, y aun siendo lo más estupido pregunto si podía pagar con dólares, el tipo con notable cansancio intento sonar calmado.
—No.
—Señor—alargó— solo traigo dólares. Las máquinas de cambio aún no están en la zona, porfisssss solo por esta vez— la castaña talló sus manitas en forma de súplica y su cabello largo calló al frente.
—ya le dije que no señorita.
Una sombra negra, fornida y enorme tras ella la hizo voltear poco a poco y marearse por la colonia a hombre, "deliciosamente delirante" se dio la vuelta de manera veloz con sus talones, chocando miradas con el tipo que le llevaba más de tres cabezas, joder que sentado se veía más pequeño.
Entonces de su bolsa de pantalón saco unos cuantos billetes coreanos extendiéndolo y moviendo la cabeza en dirección a la castaña, entonces el cajero entendió y cobró por los dos.
La castaña aún con los ojos abiertos hizo mil y un reverencias, bueno solo hasta que el tipo "montaña" puso sus blancas y grandes manos frente a ella.
—Basta, la próxima vez asegúrate de venir con efectivo.
Entonces su varonil voz la hizo tensarse y sus mejillas se pusieron más rojas, asintió rápidamente e hizo otra reverencia con el cabello estorbando, lentamente se lo pasó detrás de las orejas notando que estas tenían un diminuto pero hermoso arete de diamantito.
La castaña salió de la tienda trotando y el pelinegro aún en estado shock por no ser reconocido.
Entonces dos corazones habían empezado a latir.
➖ MɪɴᴀKᴏO
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『 Drugs 』»JJK
Fanfic-prométemelo. 🖇-Sin editar. 🖇-Actualizaciones lentas. 🖇-NO adaptaciones.