PROTECTOR

Violeta

---- Se que no es algo que sea su prioridad, pero les pido de favor, me ayuden como sus guardaespaldas.---- Rebecca Vincent los mira expectantes esperando su respuesta.

---- Usted sabe que nuestra prioridad es la ciudad, no sólo una persona...no podemos dedicarnos a ella solamente Jefa--- le dice Leonardo mirando seriamente a la  Jefa de Policía, de New York.

---- Ella ha sido acosada por el clan del pie en varias ocasiones, y por los mutantes que para ellos trabajan, muchos hombres que había contratado están ahora muertos, ella es una mujer importante, visitará la ciudad , se quedará una temporada indefinida aquí, necesito su ayuda, no quiero que peligre aquí en New York ---les dice Rebecca caminando al rededor de su escritorio en su oficina, donde los 4 mutantes eran recibidos como parte del cuerpo policial.

Violeta Van Zyl una mujer adinerada, dueña de innumerables compañías y negocios alrededor del mundo, a sus  treinta años es considerada la mujer más rica del mundo, y la más fría, sin corazón y piedad en el mundo de los negocios; ha comprado innumerables compañías, y se ha hecho de varios enemigos. Entre ellos los temibles miembros del clan del pie, que aparte de muchos delitos ahora se le suma el del secuestro, con tal de pedir rescates multimillonarios, que han llevado a fortalecerlos.

--- Muy bien Jefa, pensaremos esta propuesta, y le avisaremos nuestra decisión --- le dice Leo mientras se dan la vuelta para retirarse.

---- Se los agradezco mucho, como Jefa de la policía ustedes hacen mucho por la ciudad cada día, pero como Rebecca, es un favor que les solicitó --- apenada la fuerte mujer les sonrie, esperando que con esto pueda recibir de ellos una respuesta afirmativa a su petición.

Leonardo se despide de ella, con una leve inclinación de su cabeza, y sigue a sus hermanos que ya habían adelantado su paso.

Hace una semana atrás, Violeta y Rebecca se encontraron en el restaurante de un exclusivo hotel de la ciudad, estaban felices de verse, amigas desde hace varios años se llevaban muy bien, Rebecca conocía a Violeta, su durá infancia y su vida llena de altibajos, el hecho de ser indiscretamente millonaria no le proporcionaba la felicidad y ahora que estaba en la ciudad quería que sólo los mejores se encargarán de protegerla.

El día había llegado rápido, después del encuentro con las tortugas en su oficina, Rebecca recibe una llamada de Leonardo, en la cual le dice que aceptaba cuidar de la millonaria amiga, pero que entre sus hermanos quedaron deacuerdo que no podían ser todos ellos, y que sería él , quien se encargaría de protegerla en su estadía en la ciudad, que si algo grave sucedía entonces sus hermanos le apoyarían.
Bueno uno era mejor que ninguno, y así Rebecca concreto una cita en su oficina para que ellos se conocieran. No estaba muy segura de cómo reaccionaria Violeta ante un mutante, puesto que los pocos contactos con uno resultó en muerte y correr por su vida.

Eran las 9:30 de la mañana, cuando llega Violeta a la estación de policía, acompañada de su asistente una señorita linda y joven, pero que a pesar de eso no podía opacar lo bella que la señora Van Zyl era.

Violeta tenía una piel blanca y limpia, casi perfecta dirian algunos, ojos marron claro y cabello negro impecablemente peinado, Lucía un vestido señido a su cuerpo, que mostraba sus esbeltas y bien formadas curvas, la falda se cerraba a la mitad de sus rodillas, como la etiqueta lo requería,zapatos de tacón altos, nunca llevaba bolso, esa incómodad era asunto de su asistente.
Las miradas de admiración y porque no hasta las lacivas de los hombres que llenaban ese edificio policial, no la incomodaban para nada, estaba totalmente acostumbrada a atraer la atención del sexo masculino y del femenino también, con sus escrutadoras miradas que buscaban un inexistente defecto que criticar.

----- Violeta, que gusto verte --- le dice Rebecca que se puso de pie y camino hacia ella, con los brazos extendidos para darle un amistoso saludo.