DESPERTAR

687 79 25
                                    


--- ¿Ya has despertado?...., Tranquilo...no te asustes --- le decía Karol a Leonardo que empezaba a abrir los ojos.

Leonardo estaba desorientado, se toca su cara y se da cuenta que no tiene puesta su máscara.

--- Mi máscara...no la tengo --- dice él algo somnoliento.

--- Tranquilo, esta aquí...todas tus cosas están bien --- le dice Karol,mientras lo observa.

--- Violeta, ¿donde esta ella? --- dice Leo con preocupación,al no verla y mientras se incorpora.

--- Tranquilo, grandote....o la vas a despertar --- Karol le hace una seña con su cabeza, y le señala uno de los costados de la cama donde ella dormía.

--- No se ha despegado de ti, en estos días.... realmente se ha preocupado mucho y te ha cuidado ...--- Karol sale de la habitación, para buscar algo de comer a la cocina para Leo.

Leonardo se incorpora lentamente, su herida ya no dolía, y mira en la dirección donde Violeta duerme, el acaricia delicadamente su cabeza para no despertarla, pero su esfuerzo es en vano, Violeta despierta y empieza a moverse perezosamente.

Cuando ella se incorpora y mira en dirección de Leo, su mirada se ilumina, y una sonrisa radiante se dibuja en su rostro.

--- Leonardo estas...estas despierto...--- como si de lo más natural se tratara ella lo abraza, cosa que a él lo sorprende mucho.

--- Estaba tan preocupada --- ella lo mira y unas lágrimas asoman en sus ojos.

Leonardo sintió el impulso de limpiar con su mano las lágrimas de Violeta, y decirle que también estaba preocupado por ella, pero se contuvo, ya que en ese momento regresa Karol y entra en la habitación.

--- Muy bien amigo, es hora de un baño...Será lo mejor para sentirte con fuerzas, luego de eso el desayuno ....aunque ya pasé del mediodía --- le dice Karol en su tono inglés bastante marcado.

Más de una vez Violeta le preguntó a Leo, si podía caminar sólo hasta la bañera, más de una vez el le contestó que sí.
El momento que su cuerpo tocó el agua tibia en ese frío ambiente fue delicioso, sus músculos se relajaron y se sintió mejor. Leonardo estaba tranquilo, ella vivía y estaban en su sitio amigable, ahora vería como contactar con Donnie, sus hermanos seguro estaban preocupados.

En eso sus pensamientos son interrumpidos por el sonido de la puerta al abrirse y la voz de Violeta.

--- ¿Puedo ayudarte ?--- ella entra y cierra la puerta tras de sí, Leonardo se tensa, jamás había sido interrumpido en su baño por una chica.

--- Vio... Violeta, yo....yo puedo hacerlo --- tartamudeaba de los nervios y la impresión por tenerla ahí y él estar, bueno totalmente indefenso.

--- ¿En serio?, pero olvidaste eso....además tu herida te impedirá moverte libremente --- ella camina hacia un estante algo alejado de la bañera pasando detrás de Leo, y toma el jabon y la esponja --- desde ahí no creo que lo puedas alcanzar --- Violeta sonrie traviesamente, pues se divierte al verlo tan nervioso.
Leonardo estaba sin palabras mientras mira a Violeta verter algo del jabon en la esponja de baño.

--- Tranquilo, he limpiado tu cuerpo estos días,y además siempre andas desnudo de la cintura hacia arriba --- le dice ella, mientras se acerca y el parece un cachorrito que están por meter al agua.

----Si.... pero ahora es diferente..yo...yo --- maldicion, que le pasaba las palabras se quedaban en su boca.

---- jajaja..No puedo ver nada....anda dame tu brazo--- Violeta agarra la mano de Leo, y suavente empieza a pasar la esponja que no tarda nada en hacer espuma.

Violeta siente la tensión en el cuerpo de Leo, pero decide no darle importancia, en cierto modo le gustaba crear eso en él.

---- Cuando era niña --- empieza a decir Violeta, mientras su mano con la esponja se dirigía hacia el cuello de Leo ---me gustaba que me dieran baños, mi abuela restregaba suavemente mis brazos y subía a mis hombros--- ella se mueve sutilmente a esta parte en el cuerpo de Leo, causándole una corriente por su espalda,--- y de ahí venía al otro brazo --- seguía Violeta rodeando la espalda de Leonardo, y pasando su otra mano por la piel de el, Leo sólo podía cerrar los ojos y agarrarse fuerte a los bordes de la bañera, ---- extraño esos tiempos --- dice Violeta mientras sube su mano por el cuello de Leo, tocando suavemente su mandíbula lo obliga a voltear y mirarla --- ¿te gusta?--- le pregunta ella, su voz era tan suave, tan dulce y tan sensual que le estremeció cada fibra de su fuerte anatomía.

Leonardo mira a Violeta, y por un momento se pierde en esos maravillosos ojos marrones  que ella posee, el olor de Violeta lo embriaga, y teme perder el control que lucha por mantener.

Esto es una dulce tortura, un excitante castigo, no podía definirlo con precisión, pero el tacto de Violeta lo estaba enloqueciendo. La tenía tan cerca, sólo un pequeño movimiento de su brazo y podría atrapar esos bellos labios que ella tiene.

Cuando Violeta reanudó su trabajo, y su mano pasó del cuello a en medio de su pecho, Leonardo la detuvo, él tenía la respiración agitada y los sentidos nublados, la excitación lo tenía casi mareado y no solo sus músculos estaban tensos,  si ella no se detenía, el se pondría de pie y juraría que la metería en esa bañera con él, sin embargo prefirió parar el carro de sus pensamientos, antes de hacerlos realidad.

--- Yo puedo desde aquí....por favor --- le dice Leo casi suplicando, con la voz algo ronca y la respiración agitada, a una Violeta que lo miraba sorprendida, con tanta inocencia, que Leo no sabía si ese ángel de ahora, era el demonio de hace un momento que le quemaba la piel con cada rose.

--- Entiendo...por favor no tardes, necesitas alimentarte --- le dice ella, mientras se pone de pie e inmediatamente toma una toalla para secarse sus manos y salir para ayudar a Karol a preparar la mesa y el almuerzo.

Leo suspira dejando salir toda la tension y mirando al vacío sólo podía preguntarse ¿que fue todo eso ?

Violeta cierra la puerta tras de sí recostándose en esta,todo su cuerpo temblaba, ¿que había hecho?, se preguntaba, pero la respuesta era más que obvia, él la atraía con tal fuerza y deseo que la hacia cometer esas locuras.

Violeta cierra la puerta tras de sí recostándose en esta,todo su cuerpo temblaba, ¿que había hecho?, se preguntaba, pero la respuesta era más que obvia, él la atraía con tal fuerza y deseo que la hacia cometer esas locuras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
PROTECTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora