PROTECTOR

CENA

Leonardo llega por el balcón al departamento de lujo de Violeta, en unos de los más exclusivos edificios de New York, las luces estaban encendidas y al correr la cortina y entrar se da cuenta que es una habitación. La decoración es elegante, pero no ostentosa, una amplia cama posiblemente de alguna fina madera y vestida en un solo color, con una colcha de seda, ocupa la parte central.
A Leonardo lo desconcertó un poco, pues pensaba que vería enseguida la sala, el único apartamento que conocía era el de Abril, cuando los invitaba a la noche de palomitas y películas, y ahí todo era pequeño y estaba junto.

---- Buenas Noches ---

La voz de Violeta lo hace voltear, ella estaba ahí con un vestido elegante hasta las rodillas y recogido el cabello en una cola de caballo.

--- Buenas Noches --- le dice Leonardo a Violeta, que si bien no sonreía, su semblante era más amable.

--- Sigame por aquí --- Violeta se da media vuelta y es seguida por el ninja de la máscara azul.

Al salir de la habitación, Leo se da cuenta que este departamento es de dos pisos, sigue a Violeta en silencio a través del pasillo que termina en una escalera con un barandal de madera que brillaba bajo la luz de un candelabro central. Leo miraba todo con disimulo mientras en silencio Violeta lo llevaba hacia el comedor, Leonardo mentiria, si dijera que no se sentía incómodo.

En la habitación del comedor hay una mesa con flores en el centro, no es demasiado grande, pero los 8 puestos del comedor puede que sean muchos sólo para ella, las cortinas de la ventana estaban cerradas eran color crema, las paredes en gris claro y blanco, algunas cosas ya estaban dispuestas para la cena.

Violeta le indica a Leo, su lugar en la mesa, Leonardo mira por un momento la fina y pequeña silla, sólo esperaba que soportará su peso.

Violeta se sienta a un lado de Leo, es entonces que una de las puertas laterales se abre y un hombre con traje elegante aparece.

--- Buenas Noches Mi Lady--- hace una inclinación de cabeza y mira a Leo, sin embargo ese hombre no se sorprende al verlo.

--- El es Jefrey, mi mayordomo --- le informa Violeta a Leonardo.

---- Buenas noches -- le dice Jefrey, inclinando su cabeza, al parecer Leo estaba más sorprendido que él , pero igual regreso el saludo inclinando la cabeza.

--- ¿Puedo empezar a servir la Cena? ---- pregunta Jefrey, en tono respetuoso a Violeta

---- Por favor --- le dice ella, con una leve sonrisa. Leo no perdía detalle de los gestos de Violeta.

Los platillos eran exquisitos, preparados por el chef exclusivo de la señora Van Zyl. Cada platillo regocijaba el paladar de Leonardo, muy diferente a la pizza y otras comidas sencillas que él y sus hermanos acostumbraban.

El silencio era incómodo, pero al momento que se sirvió el postre, Violeta decide iniciar la conversación.

--- Le hablé a Jefrey de usted...necesitaba sus servicios, espero no lo haya hecho sentir incómodo --- le dice ella mientras partía un pedacito de pastel selva negra, el favorito de Violeta, con ese diminuto tenedor, algo que a Leo se le estaba haciendo fastidioso manipular.

---Me sorprendió de que no hiciera ademán alguno de sorpresa --- le dice Leo, tratando de manejar el endemoniado tenedor, las espadas eran más fasciles.

--- Es un profesional, por supuesto que la primera impresión al ver una imagen suya, fue hilarante ---- Violeta se hecho una pequeña risa, y Leo se sorprendio, por escucharla, era fresca, cantarina y elegante, pero la cara de niña traviesa que hizo fue lo que más le gustó.

Violeta al ver que Leo la miraba, esquiva la mirada y vuelve a su postura rígida y estirada.

--- Bien, se preguntará por qué tanta atención, todo esto es por que deseo que usted trabaje para mi --- Violeta deja en paz el postre para mirar a Leo, su mirada negociadora es penetrante en los azules ojos del mutante.

--- Entonces, todo esto fue innecesario --- Leonardo se endereza en su asiento, pues estaba algo inclinado, ya que la mesa es baja para él. ---- Yo no trabajo para nadie ..... Mis hermanos y yo, lo hacemos porque es la ciudad donde vivimos ---- le dice Leonardo, serio.

---- Le pagaré bien, no es un mal trato --- Violeta ya se había incorporado, al parecer la batalla de voluntades empezaba.

Sin embargo no fue necesario, Leonardo se levanta y se dirige al salón, para irse por donde vino.

Violeta se queda un momento mirándolo, como si no pudiera creer que le hace ese desplante, pero mantiene la calma y va tras él.

--- ¿Por qué se va ?---- le dice ella caminando detras de él.

--- Porque no es necesario que me quede más tiempo, he dicho que no --- Leo se detiene para mirarla.

--- Necesito .....--- por un momento Violeta se quedó en silencio, buscando la mejor manera de decir las cosas.
--- Lo necesito a usted, es el único que puede protegerme, sólo una vez más por favor, luego no le molestaré más --- Ella poco había rogado en su vida, así que decir esas palabras no fue fácil.

--- ¿ De qué se trata entonces ? ---- dependiendo de lo que ella dijera él lo pensaría.

--- Es un viaje, a una cena familiar en Canadá....no confío en esas personas que se dicen son mi familia, es por lo que requiero ....su protección nuevamente --- Violeta mira a Leonardo, con la esperanza en sus ojos.

Leonardo lo nota, sabe que ella quiere que le diga que sí. Leonardo es un ser especial, de buen corazón y siempre busca hacer lo correcto, una persona le estaba pidiendo ayuda, no importa como haya sido ella hasta ahora, pero en estos momentos es como cualquier otro humano pidiendo su protección.

--- De acuerdo....--- Leonardo continua su camino, para desaparecer de la vista de Violeta.

--- ¿Todo esta bien Mi Lady?--- le pregunta el mayordomo al verla parada ahí en su balcón, mirando a la ciudad de noche.

--- Si Jefrey ...todo ahora está bien --- Violeta le contesta sin dejar de mirar por la ventana. --- Sabes Jefrey, nunca había mirado así está ciudad antes, es hermosa de noche--- Violeta aspira el aire nocturno, en un gran suspiro.

--- Es porque últimamente pasa más tiempo en los balcones Mi Lady--- le dice el buen hombre en tono jocoso.

--- Si, eso puede ser  Jefrey-- le contesta Violeta, con una sonrisa.