En otros rostros

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Si tuvieses sus ojos, su mirada y su nombre.
Si tuvieses sus miedos, sus sueños, sus gestos.
Si estuvieses tan cerca y en instantes tan lejos.
Si la luz de tu risa acallase esta noche.

¡Maldita noche!

Si pudieses mirarme y entender lo que siento,
porque si pudiera quererte, te amaría al momento,
pues sería más fácil que soñar con tenerla,
que esperar para verla,
que buscar su mirada en los ojos de otra…

Pero la noche persiste y tus ojos me esperan,
y son preciosos, oscuros, menudo poema.
Que debe ser de otro,
porque tú, no eres ella.

Aunque tal vez, ya ni ella lo sea.

De aquellos textos que perdió la lluviaWhere stories live. Discover now