Atrapado

1.1K 66 4
                                    


Atrapado. El payaso no podía creer que se sintiera atrapado por un grupo de mocosos. Un grupo de mocosos que en condiciones normales no tardaría ni dos minutos en devorarlos. Oh Eso sabía perfectamente como acabaría con sus inútiles vidas; lenta y dolorosamente, por supuesto. Pero esta no era una situación común para el payaso. Para empezar el jamás se había sentido ni ligeramente amenazado por un ser humano. La maldita tortuga había ayudado a los perdedores, en grupo no podía hacer que tuvieran miedo, y por si fuera poco lo habían atacado en el momento donde se encontraba más débil.

Esta clase de cosas pasaban por la mente del payaso, cuando fue sacado abruptamente de sus pensamientos por el contundente golpe de un objeto frío y metálico. La pelirroja sonreía satisfecha consigo misma al haber asestado bien el golpe. Tanto los perdedores como el payaso sabían como iban a terminar las cosas; con Pennywise tirado en el asqueroso y frío suelo del sistema del drenaje.

El monstruo vio incrédulo como Bill Denbrough se acercaba amenazadoramente con un bate metálico en las manos y las claras intenciones de acabar con él. -Y-ya no vo-volverás a matar niños m-maldito monstruo...- dijo con odio el albino.

El payaso rio tosiendo mientras miraba burlonamente y con odio al castaño. -Oh, así que los niños van a matar al lobo. Acabarán con este pobre payaso que solo quería alimentarse- Dijo con fingida voz afligida.

Bill se limito a mirar con desprecio al payaso mientras tomaba con ambas manos el bate y empezaba a levantarlo. Cuando el bate estaba llegando a su posición sobre la cabeza del niño se escucho un trueno ensordecedoramente fuerte.

-¡Bill la tormenta!-Grito Eddie asustado mientras palidecía.

-Ya debe estar entrando a la ciudad- Dijo Mike consternado mientras miraba hacia arriba tratando de imaginar cómo se vería el cielo fuera del sistema de drenaje y escuchaba atentamente.

El payaso aprovecho la distracción de los perdedores para salir huyendo con las pocas fuerzas que le quedaban. -¡¡Bill ese maldito payaso se está escapando!!-Escucho que gritaba a lo lejos el de lentes indignado.

Subió con dificultad por una alcantarilla para poder salir del sistema de drenaje. Con lo ultimo de sus fuerzas quito la tapa de la alcantarilla y salio arrastrando su cuerpo pesadamente mientras jadeaba por el esfuerzo. "Genial, tenía que estar lloviendo" Pensó el payaso que se encontraba en el suelo mientras gélidas gotas caían por su rostro color alabastro.

Vio como el cielo se encontraba lleno de oscuras nubes que se veían amenazadoras. Se incorporo un poco y vio que a una no tan lejana distancia caían rayos, mientras que el estruendo confirmaba lo cerca que se encontraban de él.

El gélido aire de la tormenta traía consigo objetos de distintos tamaños y formas a gran velocidad, además de hojas, ramas y polvo. Si no tenía cuidado y salía de ahí rápidamente moriría por el golpe de algún objeto, o corte. Además, si el golpe de algún objeto siendo llevado por los vientos huracanados no lo mataba, un rayo in duda lo haría.

El payaso se sentía cansado, exhausto incluso. Cambió de forma a la de un ser humano. Así si una persona llegaba a pasar por ahí no miraría a un payaso ensangrentado y golpeado de dos metros, sino un atractivo joven que había tenido la mala suerte de ser atacado violentamente y dejado a su suerte. Además esta forma gastaba menos energía y requería de menos esfuerzo para mantenerse en ella.

El ahora pelirrojo joven vio como una camioneta gris se acercaba por aquel camino en el que estaba mientras respiraba pesadamente. Se preguntaba por qué camino saldrían los perdedores del drenaje. Las probabilidades de que salieran por el mismo lugar que el eran muy pocas, ya que el sistema de drenaje era todo un laberinto, pero aun así le preocupaba esa pequeña posibilidad. Estaba herido, débil, exhausto y con poca movilidad. Sabía que si se encontraban con el no viviría para contarlo. El payaso vio como la camionera gris se acercaba cada vez más hasta que se detuvo a cinco metros de él.

De la camioneta bajo una joven de largos cabellos castaños y piel pálida que tenía una expresión horrorizada en el rostro. Corrió hacia el joven que se encontraba tirado en el suelo. -¡¿Se encuentra bien?! -Se agacho para ver más detenidamente al hombre golpeado sin importarle que la fría lluvia la estaba empapando. -Dios mío que te han hecho- musito la joven consternada.

El payaso vio a la joven que se encontraba sobre él. No parecía una amenaza. Tenía las palabras preocupación y lástima escritas en el rostro, aunque esto ultimo hería el orgullo del payaso. -Me han asaltado y golpeado para después dejarme dándome por muerto- Respondió el pelirrojo. La joven se sorprendió de que el hombre la hubiera escuchado y más aún de que estuviera en condiciones para contestarle.

-La tormenta se está acercando, necesitamos salir de aquí, y tu necesitas urgentemente ir a un hospital-Dijo la joven mientras se debatía si dejar la mirada en el cielo o en el deteriorado joven. -No creo estar tan mal como para necesitar ir a un hospital-Dijo el joven de ojos azules tratando de sonar mejor de lo que estaba en realidad. No podía ir a un hospital, inmediatamente notarían que algo no andaba bien con ese "ser humano". -Lo discutiremos en el camino, ahora hay que salir de aquí. ¿Puedes caminar?- Pregunto la joven incorporándose y ofreciéndole una mano al joven semi-acostado en el suelo.

El payaso vio la mano que le ofrecía la joven de cabellos castaños. No parecía peligrosa, y aunque el payaso no se encontraba en condiciones de poder defenderse fácilmente de un ataque, la necesidad de salir de ahí era más poderosa.

Tomo la mano de la joven y está le ayudó a ponerse de pie. Caminó con esfuerzo hacia el asiento del copiloto mientras la chica abría la puerta y reclinaba el asiento para que el joven herido pudiera recostarse. El pelirrojo se recostó exhausto jadeando ligeramente. Una vez acomodado y con el cinturón puesto la joven subió rápidamente y arranco en dirección a la ciudad.






White DemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora