Frustración; sólo esa palabra podría definir su mal humor mañanero. Simplemente no podía concebir a su propia suerte.
— Si en tal caso no es capaz de sostener su promedio, nos veremos en la obligación de suspender su beca.
Y sólo esas palabras lo hicieron gruñir por lo bajo.
— Bien.— espeta escueto. No iba a desperdiciar palabras en un hombre a quién le importa tremenda mierda su situación.
— Entonces es todo, Sr. Min— le dice en forma de despedida el director del instituto, volviendo a su honorable papel de benevolencia— Si tiene problemas con alguna materia, no dude en asistir con uno de nuestros capacitados tutores, de verdad sería muy lamentable que perdiéramos tanto talento por un problema de focos— se acomoda sus lentes antes de mirarlo de reojo— No sabe cuánto hemos lamentado que se desvíe de su lugar— concluye con cierto gesto despectivo.
YoonGi revolotea sus ojos; sin embargo sólo asiente, negándose a volver a gastar saliva en una persona tan arrogante como ella.
Ignorando las palabrerías del contrario, se levanta con suma flojera del asiento; terminando por hacer una reverencia de cabeza antes de marcharse en total silencio.
Cuando hubo tomado el pomo de la puerta, la misma voz vuelve a tornarse con insistencia.
— Ó tal vez podría pedirle ayuda a su madre.
La sola mención de aquella mujer...
— No es necesario, me las arreglaré— escupe con hostilidad, pensó que el tema ya se había dado por zanjado— Si es todo; entonces me voy— finaliza saliendo de la oficina, no sin antes lanzarle una muy afilada mirada al director del instituto.
Ella, su madre...
Nunca había figurado entre sus problemas desde que se habían separado. Aunque en realidad no es como que si deseaba volver a mirar su rostro lavado en soberbia.
YoonGi se hizo independiente de la misma cuando cumplió la mayoría de edad, por lo que solía trabajar por las noches en el bar de uno de sus mejores amigos, a quién conoce del barrio donde anteriormente se había criado hasta cierto tiempo.
El azabache no mantenía muy buena relación con su progenitora por muchas razones, pero una de las principales causas de su distanciamiento se debe a su ambición.
Todo comenzó cuando el pelinegro apenas era un crío; cuando todavía podía contar con una familia conformada por su humilde padre y sus hermanos menores.
Pero todo se fue a la mierda cuando ella decidió marcharse con otro hombre de mucho dinero, destruyendo así su propio hogar, y que además no conforme con eso, demandara a su padre por la custodia.
Lo más triste de todo no fue eso, si no, cuando lo separaron de sus hermanos menores; haciendo que YoonGi la odie todavía más.
Tal parece que su padre se quedaría con los niños más pequeños mientras que a él le tocó irse con ella.
¿Y por qué?
Ni siquiera él lo sabe y tampoco es como que si quisiera preguntarle a estas alturas de su vida.
— Hyung— lo llama un chico pelirrojo de hoyuelos— ¿Qué le dijeron?— pregunta pegándose a él como un chicle, caminando detrás del mismo como si fuera un pequeño perrito sin dueño— Él... ¿No lo expulsará, cierto?— jadea asustado, metiéndose en el camino de YoonGi; quién bufa divertido por las preguntas tontas del menor.
— Claro que no, HoSeok— responde, levantando su mano para dejarle una suave palmada en su cabello, por lo que el rayito de sol asiente eufórico antes de sonreírle con su brillante dentadura; haciendo que YoonGi le siguiera pero con una sonrisa muy diminuta.
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Chico Rosita » Jeon JungKook (+16) [TERMINADA]
FanfictionJeon JungKook es un chico que no actúa según los estándares establecidos por su género, por lo que es el principal objeto de burlas de sus amigos. Todo cambia cuando una chica nada convencional llega a su vida, enredando sus destinos a través de una...