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¿Cómo se fue todo al carajo? Pues...


Era último año de preparatoria, todas mis compañeras estaban enloquecidas con la universidad, o lo que fueran a hacer con sus vidas, mientras que yo solo pensaba en... absolutamente nada. No estaba segura de lo que quería, tenía serios problemas con mis notas ¡Aún cuando vivía estuidando y en la biblioteca! Por esa misma razón también había descuidado mis relaciones personales llegando al punto en que Rimirim me termino. No la podía culpar, olvidé hasta su cumpleaños, no llegué a su más importanye presentación con Popipa y solo por decir unas cosas.

Todo iba en decaida, y teniendo en cuenta que comenzaba a hacer pequeños cortes en mis muñenas nada mejoraba... En cuanto a mis amigas... Pues no estoy segura de lo que pasó pero fue como si de un dia para otro me odiaran y luego de recibir una gran horda de insulyos—cortesía de You no volví a preguntar Qué hice.


Volvía a estar sola y ni siquiera Yohane me acompañaba... Al menos para fingir que alguien me quería.


Tengo suerte en que los profesores notaran mi esfuerzo y me ayudaran en los examenes final o definitivamente había acabado con todo, pero no, y poco después Laelaps II llegó a mi vida.

Aunque no podía vivir en mi casa siempre le dejaba comida, revisaba que su refugio este en buenas condiciones al igual que chequeaba su salud.


Yoshiko: Que lindo eres~ sí~ y el mejor amigo del mundo —Le daba mi mejor sonrisa mientras que él dormía en mi regazo— Gracias por escucharme siempre... Adivina qué, ya encontré trabajo y espero que no me despidan, aún me falta mucho dinero pero pronto tendré un pequeño hogar. Y viviremos juntos. ¿te gusta la idea? Espero que sí.


Lo miraba, pero no podía evitar desviar la mirada a mis brazos, tenía marcas, sí, solo que no eran recientes lo que me subía un poco el ánimo... Las cosas iban llevaderas.


Y pronto mejorarían.


Yoshiko: Buenos días, ¿en qué puedo ayudarla?


Riko: Buenas, estaba buscando rotuladores pero no vi en ventanilla los que estaban ayer.


Yoshiko: ¿Los que eran pastes?—Asintió — Lamento decirle que ya se agotaron pero como son muy solicitados ya hicimos un nuevo pedido que llega el jueves. Por si le interesan ¿Algo más?


Riko: Sí, necesito un cuaderno A4 rayado por favor.


Asentí y tomé un cuaderno de los estantes de atras, lo coloqué en una bolsa y la miré sin expresión.


Yoshiko: Son ¥133.—Me entregó el dinero, lo conté y luego de colocarlo en la caja busque su cambio para dárselo — Gracias por su compra y vuelva pronto.


Sin más que decir salió a la calle mientras que yo suspiraba del otro lado del mostrador. Miré la hora, pronto comenzarían a salir los niñitos del colegio y vendrían a hacerme trabajar.


Yoshiko: Genial... Es aún más hermosa pero me odia. Típico. No sé por qué espero otra cosa.

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