Celos

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Un joven con aspecto pícaro y holgazán, se acerca a los ninjas con un caminar un tanto peculiar, como si caminara al son de una música inexistente.

⁃ ¿Necesitan a un héroe por aquí? Es su día de suerte, me ofrezco a escoltarlos. - Los mira con una ceja levantada. Los hombres lo miraban como si tuviera tres cabezas, ellos sabían lo que era tratar de impresionar a alguien, pero la forma de hacerlo de este era tan descarada que los asombraba.

⁃ No, somos ninjas, estamos preparados para este tipo de... situaciones. - Dijo un mitsuki modulando con sus manos, como si estuviera tratando de explicarle a un bebé.

⁃ Oh, lo digo por la señorita aquí presente - Miró detalladamente a Sarada, sin molestarse en disimular.

⁃ ¿A mi? - Se apuntó la azabache, se rió de una manera tonta.

⁃ Si, ya sabes, este lugar está lleno de maleantes y sin vergüenzas que se intentan pasar con señoritas hermosas como tú.- Se acercó aún más para tomar la mano que antes utilizaba para apuntarse.

⁃ Sin vergüenzas, si ...- marmulló Boruto viendo la escena enojado.

Está claro que no podía hacer nada. Si algo estaba seguro era que este sujeto era una completa molestia.

¡Y ella no hacía nada para detenerlo! ¡Solo le seguía el juego de forma coqueta!

Tonta.

⁃ Gracias por tan... generoso ofrecimiento.- Retiró su mano de la suya y la puso en el hombro de este para dar un poco de distancia.- Pero vaya que soy una mujer fuerte. Hoy en la mañana me até las sandalias yo sólita.- sonrió de forma ladeada.

⁃ Está bien, bonita solo cui... ¡hey!- fue interrumpido por un rubio arrastrando a Sarada.

⁃ ¡Tenemos que irnos! ¡Ya!

⁃ ¡A mí no me des órdenes! - frunció el ceño hacia él, pero se rió enseguida por cómo caminaba su compañero. Parecía como si los pies le pesaran. - está bien, está bien.- aun siendo arrastrada por el ojiazul y siguiéndoles los pasos Konohamaru y Mitsuki, se giró para ver al desconocido perplejo.

⁃ ¡Hasta luego! - le sonrió para molestarlo más, y vaya que lo consiguió, siendo que esté resopló.

La parte favorita de Sarada cuando estaba con Boruto era enojarlo, desde que eran pequeños siempre fue así.

Y vaya que sí sabía como provocarlo.

Mil vidas contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora