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♥️🐶♥️

—Entonces ya están saliendo oficialmente —no era una pregunta.

—Así es —le respondió a su pelirroja amiga con una sonrisa que le llegaba de oreja a oreja. Estaba muy feliz.

—No puedo creer que tu ridículo plan funcionara —dijo Sohee mientras se cruzaba de brazos.

Los dos estaban en su descanso de las clases, sentados sobre el césped del jardín de la universidad.

—No era ridículo, era brillante y es por eso que resultó.

—Una vez más reafirmó que Minseok es un tonto.

—¿No estás feliz por mí, So?

—Por supuesto que lo estoy, es solo que si lo piensas bien, ¿cuáles eran las probabilidades de que Minseok de verdad aceptara salir contigo?, no tienen nada en común.

—Fue obra de la cosa apestosa esa, tan solo fui bueno con el perro y Minseok me dio una oportunidad. Pero te sorprendería las cosas que tenemos en común.

—¿Cómo cuáles?

—Bueno, a ambos nos gusta Harry Potter, ver películas malas de adolescentes, los tacos y beber.

—Si tú lo dices, me alegro por ambos. Verte feliz es suficiente para mí y mucho mejor que tenerte lamentando por ahí.

—¿Tienes práctica hoy?, tengo que pasar por Lucky a tu casa para llevármelo.

—Si tengo, pero ahí va a estar Minseok, no me necesitas. Y si te vas a llevar al animal, por favor báñalo. Oppa solo lo hace una vez a la semana porque dice que no quiere resecar su piel. Si por mí fuera lo bañaría a diario, huele mucho a perro.

Jongdae se rio.

—Está bien, lo bañaré, pero si Min dice que se resecará su piel, ¿no deberíamos hacerle caso?, él es el veterinario.

—Báñalo —dijo finalmente sin cambiar de opinión.

🐶

A la hora de salida se despidió de Sohee y fue hasta el estacionamiento para liberar su bicicleta. En el camino se encontró con Baekhyun que venía de la mano de Chanyeol.

—¡Jongdae!, hola.

—Hola, Baek, Chanyeol.

El alto también lo saludó.

—Chan y yo vamos a ir a comer, ¿quieres unírtenos?

—Tendrá que ser para la próxima, voy a ir a casa de mi novio —le sonrió.

—¿Novio?, no me digas que las cosas con Minseok por fin funcionaron.

—Así es —dijo orgulloso.

—Felicidades, hombre, un día de estos podemos salir los cuatro.

—Eso estaría bien.

—Bueno, ya no te quitamos más tiempo, que te vaya bien.

—Adiós, chicos —se despidió de ambos y se subió a su bicicleta para emprender camino.

Pedaleó fuerte para llegar más rápido a la casa del rubio. No porque tuviera prisa por recoger al perro, sino porque quería ver a Minseok primero y disfrutarlo todo el tiempo posible antes de irse a su casa.

Kai dijo que llegaría después de su turno en el centro de adopción, eso sería en un par de horas más.

De camino, compró un pequeño ramo de rosas de un puesto que se encontró. Sería perfecto para sorprender a Minseok.

Minseok, el perro & yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora