El vampiro misántropo.

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Alistair había sentido un tirón hace un mes, era estúpido porque donde estuviera el tirón jalaba de él y lo llevaba a Norteamérica. El que no quería nada que ver con el clan de Carlisle, el tirón lo guiaba hacia él. ¿El solo quería mantenerse alejado de los Vulturis? ¿Por qué el tirón lo llevaba hacia donde estaban los problemas con esa hibrida?

Ignoró el tirón y siguió estando en Irlanda, Shioban que la había encontrado después de la "casi" batalla contra los Cullen. Le había dicho que ya no había peligro, que los Vulturis dejaron a la familia en paz. Hasta ahora, Aro había adquirido más poder con sus colecciones de dones y era un secreto a voces que la familia Cullen serían eliminados en un descuido que tuvieran.

La primera semana el tirón estaba ahí y casi le llamaba a cada instante, no importaba que estuviera buscando un lugar seguro y tirón aparecía. Trató de encerrarse así mismo en una cueva y solo cazaba cuando era indispensable.

La segunda semana sintió que el tirón se instaló en el Clan olímpico, Alistair volvió a ignorar el tirón. Se lanzó hacia las profundidades del mar para irse hacia Japón. No quería estar cerca del tirón que sentía.

Para la tercera semana a cada momento salía el tirón y él se encontraba en Rusia, ya no podía negarlo. Necesitaba saber que significaba ese jalón. A medio camino se dio cuenta que tirón se había movido y se hallaba casi en el este de Canadá. No esperó más y a toda velocidad fue en busca de ese tirón.

Ahora que lo había encontrado se llevó con una escena pintoresca. Había una joven de unos veinti-tantos años que estaba desangrándose, y una criatura recostada en su pecho, otra estaba saliendo de las entrañas de la mujer. La mujer tenía una cara enternecedora y adoración hacia aquellas criaturas que estaba terminando con su vida.

Sintió repulsión y se acordó de la familia Cullen y su hibrida. El tirón era demasiado fuerte, aquella chica seria su protección ante los Vulturis y aquellos engendros serian parte del plan que vaya suceder.

—Realmente espero que me lo recompenses —siseó un poco molesto por lo estaba a punto de hacer.

La mujer apestaba a analgésicos y a sangre muy dulce para su gusto. Vio como una de las criaturas lo observaba y daba un pequeño gorgoteo estilo gruñido. Alistair le gruñó y el pequeñajo replico al igual que sus otros hermanos. La mujer ya estaba en las manos de la muerte cuando él la muerde cerca del corazón, yugular, hombros y venas de las manos, eran las venas que pasaba cerca del corazón.

Alistair se molestó al ver como la chica cerró los ojos y quedaba tiesa. Vio como las criaturas empezaban a gatear hacia donde estaba el corazón de su madre. Quería alejarse del lugar e irse por donde vino, así que como un último favor hacia la mujer, el abrió la mochila que estaba ahí tirada y se dispuso a sacar el contenido. Había ropa para bebé y treinta paquetes de sangre.

La mujer no era tan estúpida, al menos. Agarró una criatura y lo envolvió en las mantas. Repitió el proceso con los tres, después de limpiar la sangre se dispuso a cambiarlos. Eran dos hembras y un varón. El trio de criaturas tenían los ojos azules como el cielo, igual que la madre. Cuando agarró a la niña se llevó una sorpresa al sentir su contacto. Vio un destello de su futuro. Y él estaba vivo, pero quienes no lo lograron fueron cierto clan.

—Vaya una criatura con un regalo excepcional. Algo que Aro le fascinaría tener.

Alimentó a la pequeñaja, se le hizo agua la boca al oler la sangre que goteaba entre sus manos, ya que la chiquilla comía con cierto frenesí. Después de cinco paquetes, Alistair cogió a la otra pequeña que ya estaba llorando como una caprichosa al no ser atendida.

Alistair le gruñó para que se callara. Se dio cuenta que el engendro varón aún estaba cerca del corazón de su madre. Era como un guardián que estaba haciendo vigilia, a pesar que era un recién nacido. Después de alimentar a las dos hembras, agarró al varón para cambiarlo. Vio como las dos hembras empezaron a gatear hacia la moribunda madre, se posicionaron hacia donde estaba el latido del corazón. Eran las criaturas más raras del mundo. Vio como los pequeños híbridos empezaba a crecer de una manera bastante extraña.

Todo el día se la pasó alimentando a las criaturas, el observo como crecieron de una manera avanzada. Alistair se dejó guiar por la esencia de la humana para ver cómo se llamaba o de donde era. El olor lo llevó hacia una cabaña que estaba cerca del bosque y alejado de un lago. De un solo viaje llevo a la mujer y a las criaturas para que estuvieran encerradas en la habitación. Él ya había cumplido con su deber. 

 

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N/A:

Penúltimo capitulo. Espero que les haya agradado.  

Stanley (Twilight)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora