Capítulo 10: Despedidas

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Daba un paseo por el jardín junto con Katherine muy temprano por la mañana, ha pasado una semana desde que me quedé en el castillo sola pues mi familia partió hace una semana

***
– Mi pequeña cuídate mucho por favor cualquier cosa escríbeme, siempre tendré tiempo para leerte y poder ayudarte sabes que haré lo que pueda– me abrazó mi padre
– Mi amor te extrañaré demasiado jamás pensé que te encontraría para volver a perderte– dijo mientras lloraba y se quitaba su collar de donde colgaba una bella espada de plata con el escudo del clan McCarthy – Toma esto es para que recuerdes siempre que tienes una familia que te ama y te apoyará siempre–
– Lo sé madre muchas gracias, este te lo dio mi padre cuando se casaron_
– Así es pero yo siempre tendré a tu padre para recordarme a la hermosa familia que tengo y tendré además de donde está mi hogar – se abrazó de mi padre
– Espero que algún día tengas esto en tu futuro– dijo mi padre – Yo también deseo que lo tengamos y muy pronto…  lamento que las cosas sean como son ahora y no darle desde ahora lo que realmente se merece– dijo Alexander abrazándome por la cintura
– No es tu culpa cielo no es algo que tu desearás es algo fuera de tus circunstancias– le tomo la mano mi madre a Alexander
– Solo cuídala siempre y serás parte de mí familia para siempre– estrecho el brazo de Alexander mi padre
– Si la lastimas de alguna manera te juro que te arrepentirás el resto de tu vida ¿ Me entendiste?– le dijo muy serio mi hermano Edward
– Si lo entendí – tragó saliva Alexander
– Entonces abrázame hermano– se abrazaron

Los vi partir en dos diferentes carruajes en uno iban mi padre y mi madre diciendo adiós por la ventanilla y en otro mi hermano gritando como loco por la ventana pero esa era mi hermosa familia solo faltaba John que durante la semana se había desaparecido y nadie sabía su paradero pero era algo de lo más loco que estuviera más preocupada por ellos que por encontrar a John que quien sabe dónde pudiera estar pero realidad no era tan loca la idea pues sabia por la situación que estábamos pasando así que ¿por qué desaparecer? cuando lo viera tendría que hablar seriamente con el sobre esas escapadas tan sospechosas

– Lamento interrumpirte en lo que estás pensando pero, Amber si la reina no nos envía pronto el rey me hará algo; detesto sus insinuaciones constantes y que crea que el rechazo es parte de alguna estrategia para cazarlo mejor– me dijo Kathy con una voz entre el fastidio y la preocupación
– Lo sé Kathy y te prometo que no te pasará nada mientras esté contigo, a mí tampoco me gusta la situación mira que aún no se como te has aprendido tantas reglas son demasiadas y muy tontas para mi gusto–
– Amber tu siempre me has tratado como una igual y haces muchas cosas por tu cuenta pero para eso me criaron mis padres para servir pero en ti encontré una amiga–
– Te quiero mucho amiga– la abrace y ella me correspondió entonces atrás de nosotras apareció Alexander
– Entonces arreglen sus cosas parten mañana mismo– dijo Alexander saliendo de detrás de unos arbustos
–¿ Desde cuándo estás ahí?– le dije sonriendo
– Lo suficientemente para saber sus preocupaciones–
– No tienes nada más que hacer, ¿ Verdad?–
– Si pero entonces desaprovecharía mi tiempo–
– Estás loco– le dije riendo
– Si tal vez, pero de amor por ti– me abrazó
– Recuerda que no puedes tener contacto conmigo–
– Amber iré a empacar la cosas– dijo Kathy mientras hacía una reverencia
– Katherine gracias por cuidármela  apreció mucho lo que haces– le dijo Alexander tomando su mano y dándole un beso en el dorso
– De nada su alteza– dijo Kathy claramente sonrojada – Si me disculpa me retiraré ahora–

– Claro Katherine– ella hizo una reverencia rápida y se retiró casi corriendo hacia el castillo
– Es capaz de fingir ser una dama frente a los reyes, hablar con la reina como si fuera otra dama pero le agradezco y le da pena– dijo con ironía Alexander viéndome directamente a los ojos
– Basta es valiente en muchas ocasiones pero no por eso deja de ser tímida y en muchas ocasiones sería por eso logra mantener calmada–
– Lo sé por eso confío en que estarás bien aunque yo no pueda ir a vigilarte–
– ¿ Tú? ¿Vigilarme? Más bien deberías temerme– lo rete con la mirada
– ¿ Así y porque?– me tomó por la cintura
– ¡Auxilió!, ¡Ayuda!– grite como si me estuvieran lastimando
– ¿ Qué pasa?– vi como sus ojos no paraban de la sorpresa, me volteé y me agache para que terminará de acercarse mi gran amigo
– Hola pequeño ¿ Cómo has estado?– acaricié su cabeza – estás más precioso– le di un beso – quiero que conozcas a alguien él es Alexander mi prometido el príncipe de Inglaterra, Alexander él es mi gran amigo Kibō–
– ¡¿ Es un lobo?!–
– Así es un lindo ejemplar, vamos intenta acariciarlo no lástima– le dije haciendo un ademán como restando importancia al asunto, el intento acercarse pero Kibō empezó a gruñir mostrando sus dientes así que Alexander mejor retiro su mano
– vaya esto si no lo esperaba, ¿ Desde cuándo lo tienes? –
– Pues nos conocimos en el bosque del ducado y ahora me siguen a donde vaya–
– ¿ Me siguen? – pregunto desconcertado
– Claro Kibō es el líder de su manada así que adónde él va los demás van y adónde yo voy él va–
– No sé si eso me debe de dar tranquilidad o me preocupa más– me miró a los ojos tratando de descifrarlo
– Tú ya no te preocupes y disfruta de nuestro último día-–
– Tienes razón te escribiré todos los días y si me lo permiten te visitaré de vez en cuando te lo prometo– acarició mi mejilla y me dio un beso casto en los labios
– Yo también te escribiré– le di yo otro beso
– Amber, te amo con todo mi corazón y este siempre te pertenecerá nunca lo dudes amor– me abrazó fuertemente y después entrelazó mis manos con las suyas
– No lo haré por qué el mío también te pertenece Alexander–

¿Quién soy? #PGP 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora