Stay with me

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El reloj marcaba las 10:30 parecia una maldita desesperada mirando el reloj cada 5 minutos pero los nervios me estaban matando.

Mire el celular una vez mas y como hace 10 minutos no tenia ninguna llamada, ningun mensaje y cada vez que marcaban a su celular me contestaba la grabacion de: el telefono se encuentra fuera del area de servicio.

Habian pasado 2 meses y lo unico que queria era verlo asi que me habia ofrecido a ir por él al aeropuerto pero me habia rechasado y acepte, pues asi me daria tiempo de cocinarle su pasta favorita.

Pero ahora su cena estaba fria y mi mente empezaba a viajar hacia un lugar muy oscuro de mi mente.

- ¿y si ya no me quiere? ¿si me ha cambiado por otra? Por alguien que conocio en la gira.

Es decir yo no era la gran cosa ojos marrones bueno mas bien  negros,cabello castaño y aunque era delgada no tenia el cuerpo de modelo.

Senti una patada en mi estomago y ladee la cabeza alejando ese pensamiento lejos de mi cabeza. No él nunca habia hecho nada que me hiciera dudar de su amor y ahora mas que nunca me sentia unida a él.

En ese momento se escucho la puerta, y mi corazon empezo a latir fuerte y agitado cuando lo vi entrar a nuestro hogar.

Vestia la misma chaqueta de cuero con la que se fue, y unos sus pantalones rojos favoritos.

El dejo sus maletas a un lado y me miro fijamente con  sonrisa iluminada en su cara.

- hola nena- me dijo mientras caminaba hacia mi.

Yo estaba como una tonta ahi parada, sin decirle nada, estaba tan feliz que lo unico que pude hacer fue empezar a llorar como una loca. Malditas hormonas.

- oye tranquila- me abrazo a su pecho- ¿por que lloras?

-oh Julian- solloze- es que te he extrañado tanto.

- yo tambien nena- me susurro al oido mientras me acariciaba el cabello- lamento haberte hecho esperar tanto.

-¿por que no me contestaste el celular?-le pregunte mientras me separaba un poco para mirarlo a los ojos- me tenias preocupada.

Julian quito las lagrimas que rodaban por mi mejilla y senti como se tensaba su cuerpo.

-Me he tardado por que estaba eligiendo tu regalo- me dijo nervioso lo cual era bastante extraño de él, al menos conmigo.

-sabes que no me tienes que comprar nada Julian...

-shhhh- me interrumpio- he pensado como decir esto todo el camino.

Casi me infarto cuando vi a Julian incado ante mi y saco un pequeña caja que al abrirla dejo al descubierto un hermodo anillo de oro blanco con un..- oh por dios- ¿era un diamante?

- Elizabeth, siempre haz sido mi mejor amiga y bueno- sonrio- no nos ha ido tan mal viviendo juntos, esperaba que salieras corriendo el primer mes- una risa tonta de nervios escapo de mi boca- se que tal vez es muy pronto pero...mierda, solo quedate conmigo nena, quedate y prometo hacerte feliz como tu lo haz hecho conmigo.

Senti la garganta seca incapas fui de pronunciar palabras asi que solo me puse de rodillas a su altura, y lo bese.

Lo bese como nunca lo habia hecho en mi.vida, queriendo transmitirle mi respuesta y todo mi amor, mientras lagrimas de felicidad rodaban por mi mejilla.

No se cuanto duro el beso pero me quede sin aliento.

Julian tomo mi cara entre sus manos y me sonrio.

- espero eso sea un si.

-claro que lo es tonto.

Ambos reimos mientras Julian colocaba el anillo en mi dedo.

-yo tambien te tengo una sorpresa.

-¿asi?-dijo con eceptisismo- dudo que sea mejor que él mio.

Me puse de pie dejandolo y aun incado tome su mano y la coloque sobre mi vientre.

-Seremos padres Julian.- le dije algo nerviosa.

El se quedo atonito, incluso parecia palido, solo mantubo su mano pegada a al pequeño bulto de mi vientre de casi 3 meses.

Oh dios lo habia arruinado.

-Julian, por favor di algo- le suplique.

EStaba a punto de cachetearlo pues crei que habia caido en estado de shock cuando una sonrisa aparecio en su rostro.

-oh nena- dijo mientras se ponia de pie y me tomaba entre sus brazos y me hacia dar vueltas.

-Julian bajame- dije.entre risas- el bebe.

Instantanteamente me bajo y me beso.

-Te amo eli- me volvio a besar- te amo como ni tienes idea.

-Y yo te amo Julian- le sonrei mientras me besaba y me llebaba directo a nuestra habitacion.

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