☆ Parte 8 ☆

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Harry estruja el cinturón de seguridad en sus manos, la ciudad avanza detrás de la ventana, sola y obscura, podría ser tenebrosa, pero ahora entiende que simplemente es incomprendida.

"¿Vamos a ir muy lejos?" hace un pequeño contacto a través del retrovisor, recibe un levantamiento de ceja y un encogimiento de hombros del conductor.

"No, hay un hotel muy cerca de aquí. Unas cuantas calles más adelante."

Él señala el camino vagamente, Harry pretende que la explicación fue suficiente y aspira profundamente el aroma que inunda el vehículo y del abrigo que lo cubre, le queda un poco pequeño, pero es el hecho de que se lo hay ofrecido por el frio de la noche lo que cuenta.

Debería tener el corazón en la garganta, el sudor resbalándole por la frente, pero se encuentra a si mismo tranquilo, contemplando la vista y de vez en cuando jugueteando con sus dedos. Pero nervioso no, de ninguna manera.

Está decidido.

"Te ves muy hermoso, ¿Sabes?" lo adula, haciendo sus mejillas enrojecerse al instante "El más precioso en toda esa calle, probablemente."

Una mano se posa en su pierna, sirviendo como pista, como si fuese necesaria, del pronto desenlace. No es un tacto molesto, incluso cuando empieza a subir de su rodilla lentamente es agradable. La calidez es linda de alguna forma y sus feromonas son tan fuertes que convencen a Harry de la idea a la cual ya se había vendido.

Lo harán.

El auto tarda unos minutos de silencio más en llegar a su distinto, y Harry es tratado como la joya más valiosa de la corona, cualquier puerta le es abierta y es conducido dentro del edificio hasta la habitación tomado de la mano con una delicadeza que solo Louis le había dado antes.

Pero este no es Louis.

A decir verdad, no sabe quién es él. No sabe su nombre, su edad o lo que le gusta hacer. Pero le debe gustar Harry porque aquí están. Él tiene una sonrisa agradable y ojos azules, pero no son profundos ni traviesos, son serios, complacientes, a juego con su cabello rubio perfectamente acomodado con gel y el fino reloj en su muñeca, es tremendamente atractivo, de nariz respingada y quijada pronunciada, manos fuertes, es incluso unos centímetros más alto.

Y está bien, no le molesta tener un encuentro casual, lo quería, de hecho, porque así funciona el amor para los lobos como él. Es joven y no le debe nada a nadie, es su cuerpo y lo puede utilizar como le venga en gana. Todo el mundo lo hace, Louis lo hace.

Oh, claro que lo hace y si él lo hace entonces Harry puede tener esa misma libertad. Si él no lo quiere alguien más lo querrá.

Justo como ahora.

"¿Has hecho esto antes, no?" el lobo da unos pasos en su dirección, el abrigo le resbala al omega de los hombros y cae al suelo sin que el alfa le dé la menor importancia.

Gimme! Gimme! Gimme! An Alfa After MidnightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora