"Tuviste suerte. Yo tuve que saltar la ventana una vez porque no le gustó lo que encontró."
Venus frota el hombro de Harry y sus delgados labios se mueven nerviosamente de lado a otro. Trata de calmarlo, ya que ha estado llorando desde que llegó a casa. Ella también está a dos palabras de unirse en su llanto.
Los Xtravaganza presentes lo consuelan. Dejan que los sentimientos fluyan y cuentan sus propias anécdotas, de cómo esa misma sociedad que les niega derechos y les rechaza la busca por las noches como la fruta prohibida.
Hablan de verdades, algunas más traumáticas de lo que él vivió.
Hablan de sentir que moriría a causa del enojo de alguien, de insultos y de huir justo como Harry tuvo que hacerlo. Hablan de la inseguridad en el trabajo sexual, el único que parece ser una opción en un mundo donde la discriminación y los dedos acusadores no parecen parar nunca.
"No hay otra forma de ganar dinero en este lugar y cada quien debe hacer lo necesario por sobrevivir. Algunos tienen la vida más difícil que otros." Admite Dominique "Es eso o vender drogas."
"No. Nunca drogas." Corrige madre "No les juzgare por lo que hagan con su cuerpo, pero no los dejare poner veneno en sus cuerpos ni en el de otros."
A través de las historias Harry cae en cuenta de que a veces las personas nacen dentro de un hoyo y con el paso del tiempo sólo se hunden más, especialmente en Harlem, donde todos parecen condenados a la pobreza, la segregación y el maltrato desde que salen del vientre de sus madres, entonces las opciones extremas y desesperadas se vuelven las únicas. Robar, engañar... venderse es normal. Necesario a cierto punto si se quiere tener el estómago lleno.
Todos hablan de Harlem, del Bronx y sus peligros, de la inseguridad que habita en cada esquina, pero nadie se detiene a pensar la razón. Ellos no han elegido esta vida, la sociedad se las ha asignado por el tono de su piel, por sus preferencias sexuales... por ser diferentes.
Horas pasan y Louis no llega.
Pero cuando lo hace dos días después, con su mano ceñida en la cintura de Danni sólo le toma dos segundos para correr hacia Harry, quien nota al instante que tiene los ojos llorosos.
Algo ha sucedido, pero nadie más que él parece sorprendido.
Danni se queda en el marco de la puerta, pálido y con esa misma mirada cristalina, como si hubiera un peso sobre sus hombros imposible de liberar.
"Estoy cansado, dormiré en la sala." Declara, ni siquiera ve a nadie directamente antes de irse.
El brazo de Louis se estira hacia él, queriendo detenerlo pero al final no lo hace. Se queda en su lugar con Harry, apretándolo contra su pecho y besando su frente, quien percibe al instante su olor característico, sólo eso, ni más ni menos. El celo se ha ido.
Nadie le pregunta donde han estado, ya sea porque lo sospechan o porque saben que Louis no les dará ninguna explicación.
"¿Estabas viendo los Thundercats? Creí que te gustaría más My little pony..." Bromea, Harry se cubre flexionando las rodillas y encoje los hombros.
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Gimme! Gimme! Gimme! An Alfa After Midnight
FanficLa noche que el azul encuentra al verde, el aire desprende estrellas de humo, las bolas de disco brillan más que el sol mismo y los colores se ven más vibrantes que nunca. Ambos son dos universos distintos, que colisionan listos para unificarse al r...