♤Prólogo

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Adam.

Soy yo. ¿Me recuerdas?

Quizá lo último que recuerdes de mí, sea mi muerte. Y así es. Yo ya estoy muerto. Pero, seguro te preguntarás el "¿cómo? ¿cuándo? ¿por qué? ¿quién?"

En el pasado nos ganamos el odio de mucha gente por culpa del ser que era mi padre. Un hombre despreciable que usó hasta el cansancio a su propio hijo para convertirlo en su máquina asesina. Dominick, mi hermano, quien sufrió más que nadie. Ya que nada de lo que le pasó lo merecía.

Pero a través de toda la turbulencia, miedos y horrores pudimos llegar a estar aquí. Pudimos sobrevivir. Entre nosotros nos encargamos de sobrevivir a toda costa. Me siento orgulloso de lo luchador que fue él. De lo bueno que sembró mi mamá en mi para nunca rendirme, por darme las fuerzas.

Dejamos cabos sueltos, gente mala que quería hacernos daño. Yo fui brutalmente asesinado por un enemigo de Dominick, yo entregué mi vida para salvarlo a él. Porque ya él estaba alcanzando la felicidad. Aunque solo fuese escapando de su realidad... todo esto no comenzó aquí. Comenzó...

Hace cuatro años.

Agosto 31, 2017.

Ya había llegado el día más feliz para Dominick. No quita mis sospechas sobre algo en él que me hacía desconfiar. Sus acciones, sus actitudes... ya era muy raro todo lo que ocurría alrededor de él. Creaba en mí un aura oscura que me provocaba no creerle del todo. Seguía siendo Dominick, pero su misterio es algo que ya viví. Algo que ya vi antes.

Por eso comencé a investigar sobre él. Sus movidas y lo que hacía fuera de casa. Y no había logrado dar con nada raro.

Aquí estamos, viéndolo consumado en orgullo total junto a su mejor amigo. Quién hace unos días anunció su boda doble con Verónica y ellos dos. Hace una vista espectacular, la playa, el retumbar de las olas contra las rocas lejanas, el relajante sonido del viento que nos predicaba un maravilloso hoy.

Me imaginé un nuevo amanecer, una paz mucho más maravillosa que esta que se estaba dando aquí y ahora. Pero sentí una falsedad en el fondo. No dejé de pensar en las palabras de Marco, aquel chico quien parecía estar relacionado con algo más del pasado que yo no sabía.

Pero quise darlo todo por eliminado. Imaginé un momento en el que todos estábamos bien. Logré verla a ella, y no evité llorar. Mamá estaba aquí, se sentía muy lindo y especial el momento en el que mi hermano daba un paso tan grande de su vida. Y sentir la cercanía de mi madre, sentirme tan completo. Estaba en la primera fila, viéndolos dar sus votos de matrimonio, a mi lado, Mia, Harry, quienes notaron que lloré un poco y apoyaron su mano en mi hombro, no me sentí solo. Era solo un llorar de felicidad, de orgullo hacia él.

Gracias mamá, porque tú me diste la fuerza para seguir aquí. A no rendirme a pesar de tu ausencia. A no caerme para velar por el bien de mi hermano. Gracias por todo lo que hiciste por mí, gracias por dar todo lo que estuvo a tu alcance. Fuiste y eres mi ángel favorito. Siempre lo fuiste, mamá.

—¡Dominick! —gritó alguien desde lejos, muy atrás. —¡Dominick ven aquí, por favor!

Y lo que era paz en ese día, se volvieron lágrimas. El padre de Erik se quitó la vida frente a todos nosotros. Corrí con Erik y lo apoyé en fuertes abrazos, ahora que estaba débil, ahora que no podía ni con él.

—Te perdono papá, tú no hiciste nada malo... —le decía Erik acariciando el rostro de su padre. Quién rodeaba todo el rostro con sus brazos. —Despierta papi, no me dejes solo. Yo aún te necesito...

Aquella fiesta terminó ese día. El día que debía ser el más memorable de nuestras vidas, se había ido a la mierda.

—¡Dile a papá que despierte, Dom! ¡Dile que yo lo necesito! —gritaba aquel chico, mientras me miraba a los ojos, con el alma destruida y con las manos manchadas de sangre.

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