Capítulo 2

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DEMIÁN

No podía sacar de mi cabeza esos ojos de color verde olivo, sus largas pestañas, los labios carnosos rosados y su hermoso cabello largo de color marrón, pero tenía que hacerlo como podía gustarme una mujer blanca eso sería un insulto para la sociedad blanca

Caigo al suelo fuertemente azotado por el caballo alazán que estoy tratando de domar

-Creo que Lodlow está distraído- dijo uno de los trabajadores

-La señorita Ayleen es muy perturbadora ¿no es así?- comento Reed

-Por que no se largan y me dejan trabajar solo- dije riéndome ante sus correctas insinuaciones

Una voz ronca pero a la vez suave se escucho dentro de las caballerizas, sabía que era ella como poder olvidarla, pasaba un cepillo por su yegua con delicadeza mientras le decía cosas bonitas

-Es muy bonita- dije con la voz demasiado gruesa

Un grito salió de ella el escuchar mi voz, me temo que ella no había escuchado mientras me aproximaba a ella, me miro tan asustada como un cervatillo en peligro, soltó el cepillo y salió a paso veloz hacia su casa

Eres un idiota Demian

Cómo pude ser tan tonto en tratar de hablarle a una chica la cual no está muy familiarizada con los indios, era preferible que se asustara por un indio apestoso como lo soy yo

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Al amanecer prepare mi caballo, necesitaba ir al pueblo a comprar algunas cosas que necesito para continuar mi viaje hasta las colinas negras en Wyoming

-Oye Demián iremos al pueblo en busca de alimento, te gustaria acompañ...- el señor Tom no termino la oración

-Seria un honor señor Goode- dije agradecido por tomarme en cuenta- pronto me iré a pahá sápA (colinas negras) para unirme a mi nación

-Lo se iyÁ Sunkawakan (el que habla con caballos)-en dice dando una palmada en mi espalda

Estaba tan agradecido con este hombre el cual se encargó que mi padre me diera su apellido y me aceptará como su primogénito
El señor Goode nunca me había tratado como un indio al contrario para el era como cualquier blanco por eso el era tan criticado ante la sociedad por ser una persona que trataba con igualdad a los indios y al hombre blanco

-Las mujeres irán en caballo junto a nosotros Demian- habla de nuevo sacándome de sus pensamientos- podrías preparar a la yegua de Ayleen mientras que yo me encargo del caballo de su madre?

-Si señor- digo sacando a la yegua

-Samuel McCoy me está buscando- soltó bajando la cabeza- está muy molesto

-Señor usted no debió haberme defendido de ese hombre blanco- dije triste

-Si pudiera hacerlo de nuevo lo haría Demian- dijo viéndome como siempre lo hacía como si fuera un hijo- no era la manera de tratar a alguien

-No me iré señor, me quedaré con usted por si se digna aparecer ese maldito- esas palabras salieron de mi con tanta rabia

-Solo promete que si algún día me llega a pasar algo te harás cargo de mi familia

-Promesa de Lakotas- le di la mano izquierda en forma de respeto a la promesa

-Gracias hijo- dijo pasa salir con los caballos en busca de las mujeres

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Se veía tan bonita con su peculiar forma de montar esa yegua era buena lo admito, su cabello marrón claro se encontraba en una trenza que le llegaba hasta la cintura, reía a carcajadas por nuestras bromas

Supongo que ya no le provocó tanto miedo como lo hice en el granero

-Señor Lodlow sus padres eran muy unidos?- preguntó dándome junto en la herida

-No lo sé señorita- dije seco

-Ayleen cierra la boca- musitó el señor Goode

Cómo decirle que era un error en esta vida, que lo que le había pasado a mi madre era por culpa de mi padre, ese maldito mal nacido que me heredó un triste rancho en Wyoming y un apellido por qué no tuvo mas hijos, que un mestizo Lakota

-Lo siento- dijo agachando la mirada un tanto avergonzada por su pregunta

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Un poco imprudente señorita Goode

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