Capítulo 4

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DEMIÁN

Busque mis alforjas para llevar un poco de café y proviciones, me iré de cacería un par de días para aportar algo en el rancho pues estoy viviendo aquí hasta que sepa que la familia Goode está a salvó

Mi caballo está listo junto a la mula que uso de carga, camino hacia la casa para avisarles que saldría durante unos días

-Muchacho pasa estábamos por comer- la señora

-No se preocupe señor Goode estoy de salida

-A donde vas Demián?- su voz dulce se escucho desde la estufa

-Ire a cazar unos días- dije viendo sus ojos verdes- necesito saber de mi familia y aportar comida si estoy aquí

-No te preocupes por la comida Demián es un placer para nosotros tenerte aquí- musitó el señor Tom

-Mis vemos en unos días- dije sin más saliendo de la cocina

Subí a mi caballo alejándome del rancho en busca de paz interior en la naturaleza

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AYLEEN

Hace dos días que Lodlow se fue del rancho, mis visitas a las praderas a caballo se han vuelto un hábito todas las tardes al ponerse el sol, mi madre no se a sentido muy bien estos días no me atrevo a dejarla sola mucho tiempo 

-Quiero aprender costumbres indias- dije en medio de la cena

-Y para que lo quieres hacer?- dijo mi padre confundido

-Saber que es lo que tanto te gusta padre- y era verdad quería saber por qué su cultura es tan interesante

-Bueno cuando Demián regrese el podra enseñarte- murmuró mi madre riendo de una manera que no me gustó nada

Un trueno nos sorprendió haciéndome saltar como un metro de la silla, mis padres comenzaron a reír, la lluvia se desató, los relámpagos iluminaban las habitaciones

-Ire a guardar todo en los establos para que nada se moje por la lluvia- dijo papá con el farol en mano

-Es hora de ir a dormir Ayleen- dice mi madre

Subí a mi habitación para cenar a sacar mi ropa, me puse mi camisón de color beige, el frío de la noche era muy fuerte pues era, el invierno no hacía mucho tiempo se había ido, me preguntaba cómo se encontraba Demián en el monte solo sin refugio ni nada de esas cosas

Mi madre entró a mi habitación cuando me estaba acomodando en la cama entre las mantas, tomó asiento a mi lado y sonrió

Era tan bonita, su piel pálida, su cabello de color Rubió me gustaba mucho, sus ojos verdes siempre tenían un brillo peculiar lleno de bondad y amor

-Crees que Demián tenga refugio en este momento?- la mire a los ojos

-Se muchacho fue criado por los indios hija- dijo riendo- tu de verdad crees que no sabrá protegerse del frío?

-Tienes razón- dije riendo

Como podía olvidar que Demian era un hombre indio que había vivido la mayor parte de su vida entre los Lakota, era muy tonto que yo me preocupara

-Eres muy dulce por preocuparte princesa- me beso la frente- descansa que mañana te contaré un secreto

-Descansa madre- sonreí adormidada para luego cerrar los ojos

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Gracias por leer mi libro 💓

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