Sin Miedo

Ignorancia

Madre...ya comenzó....
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Al día siguiente todo parecía muy normal en Palacio; Frigga y Odín se encontraban en el comedor disfrutando de su desayuno, platicaban y reían como una pareja de novios...

-Aún pasado más de 5,000 años; sigues siendo hermosa para mi- Le dijo Odín a su esposa con una sonrisa llena de amor y ternura.

-Y tu eres todo un galán que siempre consigue todo lo que quiere- Frigga le lanzó una mirada coqueta y llena de lujuria; se acercó a él y le besó.

-¿Tus hijos no piensan venir a desayunar? ya son las diez- Le dijo el canoso a su esposa aún con una sonrisa rebosante.

-Mm...-Frigga miró a otro lado y tomo un poco de pastel con un tenedor-...no lo sé; tal vez tus hijos se fueron de juerga anoche y ahora están intentando sobrevivir a una cruda inmortal- Sonrió para después comer su bocado.

Odín la miró con malicia. -Seguro de una cruda moral, ¿o será inmoral?- Sonrió de la misma forma, para después tomar de su café.

-Jajaja ay amor, que cosas dices- La castaña lo empujó un poco del brazo.

-Jajaja, amor, yo también fui joven y créeme que a veces duele más el ego que la cabeza- Dijo el varón levantando las cejas y recordando un poco el pasado mientras ponía cara de asquito.

-Amor, jajaja, regresa...- Frigga le veía con burla.

Odín pestañeo varias veces para volverla a ver. -No toquemos el tema de nuevo, ¿quieres?-Sonrió aún con asquito.

-Jajaja, claro amor- Frigga estaba sonrojada por la risa e intentaba controlarse.

-Cambiaste mi mundo, amor. Eres lo mejor que me pasó- Se acercó el Padre de Todo a su amada, tomando su mano para así besar sus dedos.

-Oww, amor, y tu cambiaste el mío- Frigga se acercó a su amado y tomándole del rostro con delicadeza, le volvió a besar.

-Buenos días fam...-Thor entró al comedor y encontró a su padre y a su madre besándose intensamente.

Odín y Frigga rápidamente se separaron por la interrupción del rubio e incorporándose en su lugar, siguieron comiendo. Estaban sonrojados y un poco jadeantes.

-Ejem...Buenos días,hijo- Le dijo Odín con seriedad.

-Buenos días, amor- Frigga se acomodaba un poco el cabello y le sonreía inocentemente.

-Si quieren puedo volver después...- Thor comenzó a caminar hacia atrás señalando con los pulgares por un costado de su cuello la salida.

-No...no amor, esta bien...ven a desayunar- Le dijo Frigga un tanto apenada, pero le sonrió amablemente.

Thor suspiró. -Bien...-Se dirigió a besar a su madre en la mejilla y la mano de su padre; se sentó en su silla y con una seña, llamó a un sirviente-... De todos modos no me quedaré mucho tiempo- Dijo desganado.

-Mi Rey- El sirviente se le acercó e hizo una reverencia.

-Solo un café, por favor-.

El sirviente asintió y haciendo otra reverencia se alejo de ahí.

-¿No dormiste bien hijo?- Le preguntó su padre mientras lo miraba con atención.

Thor lo miró con los ojos un poco entrecerrados y con una cara de pocos amigos.