Alejate

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El rubio se quedó perplejo al ver al pelinegro. Si, era él, tan imponente, tan sexy, con ese porte y esa sonrisa tan hipnotizante que cualquiera podría hacer lo que él quisiera con tan solo con mover los dedos.
Sintió un horrible hueco en el estómago y una sensación de hormigueo que le recorrió por todo el cuerpo queriendole hacer caer de rodillas al sentirse tan débil. Apretó sus manos con fuerza y comenzó a caminar hacia el ojiverde pidiendo a los dioses que sus piernas y su corazón no flanquearan en el intento; estaba decidido, ¿A qué?, ni él lo sabía, pero de lo que sí estaba seguro es que aún sentía aquello que pudo ser y no fue.

-¿Me extrañaste?- Dijo el menor con una sonrisa ladina, atento a no apartar sus ojos de aquel azul, que aún en la distancia, pareciera como si estuviera viendo al mismo océano.

-Tú...- Dijo Thor bajo pero con voz gruesa, percatandose de como comenzaba a hiperventilar.

-Si, soy yo- Loki sonrió de lado acercándose a paso pausado a su hermano, acortando lentamente la distancia entre ellos.

-Tú...- Dijo el rubio un poco más alto y ahora notandose el enfado en su voz haciendo que el ojiverde se detuviera. Egil aprovecho para bajarse de los hombros de su padre viajando hacia donde la mole humana, posandose ahora en esos hombros rocosos.

-Thor...no, hablemos de esto-.

-¿Hablar? ¿Enserio?, te fuiste sin siquiera dar una pista a donde te irías,ni...ni siquiera una señal de si estabas bien o...- Le comenzó a reclamar pero decidió callar reprendiendose así mismo. -Eres un completo...idio...- Estaba a punto de empujarle hasta que Loki le detuvo las manos empezando un forsejeo, el rubio quería golpearlo y el pelinegro lo detenía.

-Basta...ya...detente- Dijo Loki entrecortado por aquel esfuerzo que hacía para frenar aquellos brazos mientras el rubio lo intentaba con más fuerza pero era inútil, el dios del trueno ahora era más débil que el dios del engaño.

Cuando por fin pudo bajar los brazos del rubio, lo acercó a él llevando una mano a su nuca. Thor intentó apartarle metiendo una mano entre ambos pero Loki le abrazó con la otra mano.
-Ya basta...-

-Déjame...- El ojiazul desvió la mirada por aquella cercanía que hacía tiempo no mantenía con nadie. Sentir de nuevo esa respiración y percibir ese olor, le estaban desarmando.

-Mirame...- Dijo el pelinegro con autoridad pero con una voz tenue y  suave que era solo para aquel pirata.

-Alejate...- La voz de Thor se hizo muy suave, casi como una súplica pero Loki no le soltaba.

-Mirame...Thor...mirame- Repitió Loki con más firmeza pero con aun más suavidad provocando que el rubio, sin pensandarlo demasiado, llevara su ojo a mirar los ajenos.

-Eres un imbécil- Le recriminó Thor mirandole con recelo.

-Y tu eres hermoso- Loki le acercó sin aviso para poder pegar sus labios con los ajenos; un beso lleno de amor...de ternura, un beso cargado de sentimiento y enojo.

Thor estaba cediendo; sentir nuevamente ese calor, esos labios, esa cálida piel le estaban haciendo débil ante el cual, que en la soledad de su cuarto y mirandose al espejo, había prometido que lo alejaría de su vida para siempre, pero ya era demasiado tarde. El beso comenzó a intensificarse lentamente y antes de que Loki pudiera darse paso en aquella boca, Thor llevo ambas manos al pecho del menor para así empujarlo y alejarlo de él arremetiendo con una bofetada en el rostro de aquel pálido, haciendo que su rostro se volteara ligeramente.

-Lárgate- Dijo Thor con autoridad, guardandose aquellas lágrimas para darse la vuelta y caminar decidido lejos de su hermano pasando entre sus amigos y su hijo, los cuales, tan solo le miraban alejarse.

Sin MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora