Sin Miedo

Feliz Cumpleaños, Loki

Ya ha transcurrido un año desde que Loki y yo nos hicimos novios. En verdad ha sido tan hermoso (sin contar las peleas) y a la vez tan extraño e incómodo; nunca creí que pudiera amar a Loki de esta manera, ya no sé que haría sin él...no podría ni querría vivir, de eso estoy seguro.

-Feliz cumpleaños- El rubio había dicho cerca de la oreja del menor mientras presentaba frente a él lo que parecía ser un regalo.

Loki tuvo que interrumpir su lectura; sonriendo al ver aquella caja y aún más por escuchar la voz del mayor tan cerca.
-Es temprano, ¿por qué te levantaste?-.

-Pues porque mi novio cumple años hoy, y debo ser el primero en felicitarle- Dio un besito en el cachete ajeno donde el pelinegro no dudo en tomar "la caja".

-¿Qué es?- Loki se llevó el presente a la oreja para menearlo un poco, logrando escuchar algo que rebotaba dentro.

-Si te lo digo, ya no sería sorpresa- El ojiazul fue a sentarse en el cojín del sofá donde se encontraban los pies del menor, donde éste los bajó para facilitarle la acción.

-Thor...sabes que no me gustan los regalos-.

-Entonces no lo llames regalo, llámalo..."Tregua por la discusión de anoche"-.

-Creo recordar que la discusión de anoche era porque me querías hacer una fiesta de cumpleaños y eso incluía el que no quiero regalos-.

-Y creo recordar que te voy a volver a morder si me contradices-.

Loki bajó el presente a sus muslos mirando al mayor con algo de enojo.

-¿En serio, Loki? ¿Vamos a volver a discutir por esto?-.

-No me gustan los regalos y mucho menos festejar mi cumpleaños, y lo sabes-.

-Los cumpleaños se festejan una vez al año, y hoy es el tuyo...,por favor Loki...- El mayor le suplicaba con la mirada, una mirada que Loki sabía no podía rechazar.

-Wiii...veamos mi regalo- Dijo el ojiverde con una alegría fingida mientras sin ganas abría aquel presente; pero la sonrisa de Thor lo decía todo.

Una vez abierta "la caja" y al mirar su contenido, Loki esbozó una sonrisa de lado mientras sus ojos ahora eran completa ternura; el reflejo en color azul que emanaba el regalo se había hecho notorio a pesar de la luz de mañana que reflejaba la habitación.

-Esa sonrisa me dice que si te gustó- Thor se inclinó hacia el menor para picarle ligeramente la panza.

El pelinegro contrajo el abdomen llevando sus manos a posarse sobre la ajena con suma delicadeza para evitar que siguiera. -Je...ya-.

-¿Te gustó?- El mayor se acercó más a ese cuerpo para poder apreciar su rostro.

-Mm...la verdad ni sé que es- El menor se encogió de hombros con una resta de importancia fingida, como si el regalo no fuera notable para él.

-Un pedacito de mi...-.

-No es un dedo-.

-Pero son parte de mi-.

-Tampoco es tu cabello-.

-Pero son míos-.

-No lo creo, vienen del cielo-.

Thor le miró ya con enojo, nada le parecía a este amargado dios sexy y eso, aunque no quisiera, en verdad le ponía triste. -Ya damelo- Tomó la caja con toda la intención de quitarsela, pero el menor la sujetó con más fuerza y así le obligó a acercarse un poco más, logrando robarle un piquito mientras le miraba con ternura.